El poder de la RSE 2.0 llega a la formación académica

La Fundación Étnor y el área de Filosofía Moral de la Universitat Jaume I de Castellón, dirigida por Domingo García-Marzá, se han unido en una pionera e innovadora iniciativa que une responsabilidad social, formación y comunicación 2.0.

A lo largo del curso los estudiantes de Comunicación Audiovisual y Administración y Dirección de Empresas de esta universidad complementaran sus estudios teóricos de las asignaturas de “Ética Empresarial” y “Ética y Deontología Profesional” respectivamente con prácticas realizadas íntegramente en el entorno 2.0.

Para ello, la Fundación Étnor, fundación pionera en la difusión de la ética y la RSE a través de las redes sociales, ha habilitado una plataforma en su Comunidad Virtual, donde más de un centenar de estudiantes debaten sobre temas propuestos en clase: la adhesión de las empresas y organizaciones al Pacto Mundial, el caso Galliano y las implicaciones éticas para el mundo de la moda, la democracia monitorizada y los medios de comunicación, etc.

Diálogo 2.0
La plataforma ofrece además la posibilidad a los estudiantes de dialogar y debatir en torno a estas cuestiones con importantes representantes del mundo empresarial, de los medios de comunicación, expertos en RSE, y profesionales de diversas áreas que forman parte de esta comunidad, a la que pertenecen ya más de 300 personas de 14 nacionalidades distintas.

Con esta iniciativa se pretende no sólo integrar las redes sociales y la comunicación 2.0. en la formación académica en ética y responsabilidad social sino, en palabras del profesor Patrici Calvo, impulsor de la iniciativa, “fomentar una verdadera implicación y participación de los estudiantes, creando un tejido asociativo potente que no se disuelva una vez terminado el curso”.

Además de artículos de opinión, en la Comunidad Étnor se publican multitud de materiales, vídeos, foros de debate, fotografías, links de interés y eventos en el marco de la ética aplicada a las organizaciones públicas y privadas y la responsabilidad social.

Artículo publicado en CompromisoRSE el 24/03/11

XIX Congreso de EBEN España «Transformar el mundo-Humanizar la técnica»

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es considerada una cuestión importante para la dirección de las empresas y organizaciones. En los últimos años el interés por la RSE ha crecido significativamente debido a que se vislumbra como una herramienta de gestión muy potente, a la vez que las relaciones de las empresas con sus grupos de interés se han convertido en un aspecto central del debate económico y social (Freeman, XVIII Congreso EBEN España, Bilbao, 2010)

En el contexto actual de crisis, es necesario poner el empeño en demostrar que la aplicación de la ética y la RSE es rentable, que contribuye a reducir costes, y que puede llegar a ser un foco de innovación para crear nuevos mercados, productos y servicios. Por este motivo, es necesario abordar la tarea de transmitir este conocimiento a los profesionales para que tengan criterio y argumentos para ir avanzando hacia buenas prácticas de RSE, en cómo se han de planificar y medir estas acciones, cómo gestionar la diversidad, cómo comunicar interna y externamente, y cómo desarrollar las novedades, innovaciones o tendencias que van surgiendo día a día en las relaciones con sus grupos de interés.

En un entorno globalizado y competitivo como el actual, que se caracteriza por la aparición de nuevas tendencias, y en el que se producen cambios continuos y profundos basados en la creación y aplicación de nuevos conocimientos, que a su vez son difundidos a la sociedad con gran rapidez (Grant 2002), es donde la innovación se convierte en el principal motor de desarrollo económico, y donde las empresas y organizaciones en general cuentan con un papel fundamental en este proceso. En este sentido, tiene vital importancia la transmisión de esta información a la sociedad con los instrumentos de multimedia actuales. Algunos autores propusieron llamarla “sociedad del conocimiento y la información” (Castells 1995).

La implantación de los principios éticos y de las prácticas de RSE en las actividades de generación de conocimiento e innovación de la empresa beneficia a clientes, proveedores, instituciones con las que la empresa mantiene acuerdos de colaboración, y a la sociedad en general, al generarse productos, servicios y tecnologías que se ajustan a sus intereses concretos.

Los avances tecnológicos, que crecen a un ritmo exponencial, han puesto a la humanidad en la situación de transformar el mundo y tener un impacto en la configuración de la sociedad presente y futura, como nunca había sucedido. Este poder requiere ser utilizado con un sentido de responsabilidad para que vaya a favor de la humanidad y no en su contra. Los avances tecnológicos abren nuevas e importantes cuestiones éticas que deben ser planteadas y debatidas.

En conclusión, los principios éticos y la RSE son valores asentados en los nuevos modelos de estrategia empresarial. En un futuro, las empresas más eficientes y responsables, dirigidas por líderes éticos, tendrán una oportunidad muy valiosa para conseguir que la RSE se implante de manera coherente en la estrategia de la empresa y contribuya a conseguir eficiencia económica, a generar confianza e identificación con la cultura de la organización, y se convierta en un instrumento generador de conocimiento e innovación, y por tanto, en la base de su ventaja competitiva (Porter y Kramer, 2006).

Por ello, el XIX Congreso de EBEN España «Transformar el mundo – Humanizar la técnica: Ética, Responsabilidad Social e Innovación», pretende aportar una reflexión en torno a estas proposiciones, plantear su aplicabilidad y contribuir a la construcción de experiencias y desarrollo de estas teorías. Así los objetivos del Congreso se dirigen básicamente hacia 3 punto clave:

1. Reflexionar y plantear nuevas experiencias en el ámbito de la RSE en el ámbito de las empresas y profesionales relacionados con el uso de las tecnologías (ingenierías, arquitectura, gestión del conocimiento, etc.).

2. Generar nuevas líneas de trabajo e investigación para llegar a conocer las necesidades y expectativas de los grupos de interés en el impacto de los avances técnicos y tecnológicos.

3. Generar conocimiento sobre las relaciones de ética, RSE, innovación y creatividad de las organizaciones.

Los interesados en presentar comunicaciones en el congreso deben enviar un resumen amplio de la misma (entre 1.200 y 1.500 palabras) antes del 15 de abril de 2011. La información sobre la aceptación de las comunicaciones se enviará a los autores el 30 de abril. El texto completo de las comunicaciones aceptadas debería ser de unas 7.000palabras, con un resumen de unas 250 palabras. Se aconseja seguir las referencias de estilo del Journal of Business Ethics. El texto final de las comunicaciones aceptadas debería enviarse en formato electrónico antes del 10 de junio.

Congreso: XIX Congreso de EBEN España «Transformar el Mundo – Humanizar la Técnica: Ética, Responsabilidad Social e Innovación»,

Lugar: Universitat Politècnica de Catalunya, EPSEB‐Escola Politècnica Superior de la Edificació de Barcelona, Avd. Doctor Gregorio Marañon, 44‐50, 08028‐ Barcelona.

Fechas: 29, 30 Junio y 1 Julio 2011

Más información en: http://www.eben-spain.org/

Dueño y esclavo de sus palabras

Laura Alegre, 18/03/11

De la misma forma que, con el paso del tiempo, los fundamentos normativos existentes para determinar qué es moral y que no (lo que nos proporciona felicidad, lo que nos dicte la razón, lo que “diga” Dios,…) han ido transformándose, lo mismo ha ocurrido con determinadas tendencias de pensamiento, es decir: las consecuencias de expresar opiniones racistas hoy en día no son comparables si nos trasladamos, por ejemplo, a EE.UU. durante la época de la esclavitud.
Este cambio es fácilmente comprobable al ver el revuelo mediático que se ha formado dentro y fuera del mundo de la moda, tras hacerse público un vídeo en el que John Galliano lanza insultos antisemitas a una pareja y proclama su admiración por Hitler en un café de París. Por supuesto, la firma Dior para la que trabaja el diseñador ha tomado medidas, despidiéndolo de inmediato hasta que se aclare lo sucedido.
Sin embargo, en mi opinión es bastante improbable que nadie dentro de Dior tuviera constancia de las deleznables opiniones de Galliano, y más aún cuando éste las “comparte” con dos desconocidas sin ningún tipo de reparo. Lo que me lleva a plantearme una cuestión: ¿Cuás es el verdadero problema? ¿Qué Galliano piense de esa forma o que la opinión pública se haya enterado? La moralidad no está enmarcada únicamente en el ámbito público, sino que debe regir también nuestro comportamiento privado; por tanto, aunque nadie se hubiera enterado nunca, las opiniones de J.G. seguirían estando fuera de lo que consideramos moral. Es evidente que la casa Dior ha intentado desmarcarse de la actitud del modisto y que ambos se han defendido mediante el uso de un discurso pragmático, es decir, con fines estratégicos. Dior sabe que las ventas pueden peligrar después del batacazo de su diseñador estrella, así que han declarado que existe dentro de la empresa una política de tolerancia cero hacia comportamientos antisemitas.

Por otra parte tenemos al propio Galliano que, al parecer, sólo ha pedido disculpas porque “hoy en día el racismo y el antisemitismo están mal vistos”, por lo tanto, no se retracta. Otro aspecto interesante es la recurrente excusa utilizada en infinidad de ocasiones que hace referencia a las copas de más que llevaba encima l’ enfant terrible de las pasarelas. No creo que nadie pueda hacer semejantes declaraciones si en el fondo no las piensa. Ahora, por supuesto, toca el ingreso en una clínica de desintoxicación: estrategia muy útil entre los famosos para propiciar un lavado de imagen, “expiar” sus pecados y salir como nuevo. Quizá lo que necesitaría el modisto es una cura de desintoxicación, pero mental.

Las reacciones posteriores las podemos englobar en lo declarado por Karl Lagerfeld, que está “furioso” por la mala imagen que J.G. ha ofrecido del mundo de la moda. En esto discrepo con Lagerfeld, en absoluto me parece que las desafortunadas declaraciones de un solo diseñador signifiquen que todo el mundo de la moda piensa lo mismo. Cada cual debe responder por sí mismo y se representa a sí mismo cuando habla.
Por último, y enlazando con lo expuesto al principio, resulta reconfortante saber que hoy en día este tipo de comportamientos son recibidos con rechazo por gran parte de la sociedad. Espero que poco a poco, hagamos extensible este rechazo no sólo a conductas racistas, sino también homófobas, machistas,…. Para así demostrar que la evolución de lo moral va por el buen camino.

IX Jornada de Comités de Bioética de la Comunidad Valenciana: «La problemática de las decisiones individuales respecto al proceso de muerte»

Nuestro modelo de vida, en nuestro ambiente y nuestro tiempo, pasa por incorporar la muerte como una experiencia que debe dejar de ser necesariamente traumática, para el que va a morir y para su entorno (familia, allegados, grupo social).

Existe una gran y evidente diferencia entre una muerte inesperada (accidente, enfermedad súbita,…) y una muerte esperable y esperada (enfermedad terminal, deterioro progresivo del estado de salud). El comportamiento y las expectativas del individuo cambian radicalmente y con ello la forma de percibir los momentos y procesos finales de la vida.

Lo que ha constituido el patrón de comportamiento tradicional ha ido modificándose a medida que los avances científicos, las nuevas tecnologías, los cambios sociales y otros mucho factores han ido determinando formas distintas de ver las cosas.
Una sociedad plural, multicultural y respetuosa, basada en la consideración igualitaria de todos sus componentes no puede aspirar a imponer vivencias morales y pautas éticas que no sean libre y voluntariamente aceptadas por cada uno de los miembros del colectivo.

Sin más deber absoluto que la protección de los vulnerables y el respeto a la dignidad y voluntad de todos, la sociedad debe abrir un proceso de reflexión, libre y no coaccionado, que pueda ofertar soluciones que sean aceptables sin imposición.

Este es el trasfondo de la IX Jornada de Comités de Bioética de la Comunidad Valenciana que, con el título de La problemática de las decisiones individuales respecto al proceso de muerte, busca intentar incorporar a nuestros planteamientos colectivos la posibilidad de atender las opciones personales, justificadas, libres y que no representen un daño a terceros.

Para alcanzar el objetivo, la Jornada contará con la presencia de D. García Marzá (Universitat Jaume I), M. Correoso (CBA, Médico Atención Primaria), P. Talavera (U. Literaria Valencia), M.A. Broggi (Comité Bioètica de Catalunya), P. Barreto (Universidad de Valencia) y R. Abizanda (Presidente del CBA).

Lugar de realización: Hospital General de Castellón de la Plana
Fecha: 6 de mayo de 2011

Libro. Responsabilidad social: Una reflexión global sobre la RSE

“Responsabilidad Social: una reflexión global sobre la RSE”, coordinado por Juan José Almagro; José Antonio Garmendia e, Isabel de la Torre; prólogo de Ramón Jáuregui. La obra trata de abordar el tema de la RSE desde sus distintas perspectivas, buscando evidenciar la importancia de definir un proyecto de gestión que sea capaz de reunir teoría y práctica. Para ello, trabaja una propuesta que se apoya en entender la gestión de la RSE desde el interior de la organización, que reestructura el modo de entender el organigrama empresarial. Madrid, Prentice Hall, 2009.

Potenciar el tejido asociativo es clave para el desarrollo de la responsabilidad social

Carmen Martí, 10/03/11
“Sólo desde la corresponsabilidad y desde el interés de la sociedad de dotarse de empresas y organizaciones mejores la RSE avanzará como esperamos”. Así lo manifestó ayer José Ángel Moreno, Secretario de Economistas sin Fronteras, quien analizó la necesaria “interacción fecunda” entre empresas y organizaciones cívicas para la RSE en el Seminario de la Fundación ÉTNOR.

Para Moreno, empresas, organizaciones cívicas y ciudadanos se preocupan cada vez más por la RSE, aunque por razones diferentes. Los ciudadanos demandan instituciones más responsables porque empresas mejores generan sociedades mejores. Las Ong´s ven la RSE como fortalecedora de la economía y la sociedad, pero sobre todo como una exigencia de justicia. Por último, las empresas asumen la RSE fundamentalmente por cuatro razones: por convicciones éticas, por puro interés, por presión de organismos públicos internacionales como la ONU o la OCDE, y por presión social.

Moreno centro todo su discurso en esta última, y en la necesidad de vertebrar un tejido civil fuerte y desarrollar un movimiento asociativo potente, “porque es la clave para el desarrollo de la RSE en nuestro país”. “Si las organizaciones cívicas y los ciudadanos no exigimos empresas mejores, no las tendremos”.

Según una encuesta de Pricewaterhousecoopers, los altos directivos no sienten esa exigencia de la sociedad civil, y adoptan la RSE por toda una serie de presiones que van desde la reputación, las tendencias del sector o la demanda de accionistas y empleados, pero no de la sociedad.

“La situación en España del tejido asociativo es comparativamente débil frente a países del entorno”, “tenemos menos asociaciones y también menos voluntarios y socios; acudimos a ayudas puntuales ante emergencias, pero están descendiendo los apoyos estables y, sobre todo, la participación y el asociacionismo”. Para José Ángel Moreno “potenciar el tejido asociativo es una de las vías más potentes para potenciar la RSE”.

Para el experto “la relación entre empresas y organizaciones cívicas es compleja, pero positiva para ambos, y favorece claramente la responsabilidad social”. Una relación que se está intensificando en los últimos años desde las donaciones y colaboraciones hasta proyectos más ambiciosos y estables en el tiempo de asesoramiento a las empresas en cuestiones de RSE o relación con los grupos de interés, voluntariado corporativo, auditoria social y medioambiental externa, o el desarrollo de negocios inclusivos. “Incluso las relaciones más conflictivas son positivas, y las empresas emergen de esos conflictos siendo mejores empresas en todos los sentidos”. “Y una buena empresa, como afirmaba el Nobel de Economía, Amartya Sen, es sin duda un bien público”.

Ayuntamientos Responsables ante la Sociedad

Convencidos de la relevancia creciente de la Responsabilidad Social (RS) como enfoque de gestión para las grandes empresas, ahora se observa cómo las pymes también acogen con gran naturalidad estas prácticas atentas a la sociedad y hacen de ellas incluso un vector estratégico. Hasta existen microempresas absolutamente comprometidas.

Pero el desborde de la RS hacia organizaciones que ya no son grandes multinacionales también ha llegado a organizaciones no lucrativas, como las fundaciones, a organizaciones del conocimiento, como las universidades, y a organizaciones públicas, como los ayuntamientos.

Aún así, no podemos afirmar que esta generalización de la RS hacia todos los sectores sea un progreso falto de dificultades. Si la gran compañía argumentaba que su único objetivo era ganar dinero, importando poco los medios, el sector público considera que un cierto sentido de la responsabilidad ya está implícito en sus valores, de manera que le resultaría redundante gestionar su RS. Craso error.

Siendo éste el punto de vista, la corporaciones locales más proactivas han empezado en estos dos últimos mandatos a fomentar la RS de las empresas, a la vez que notan aún muy limitadamente la necesidad de afrontar la gestión proactiva de su propia RS. Y no sólo para cumplir unas leyes que en ocasiones vulnera (la LISMI como ejemplo) sino para plantearse un modelo con metodología RS.
Modelo propio para las AAPP

Se podría afirmar que la lógica del servicio público es sustancialmente diferente de la actividad privada y que cada organismo público ha sido creado precisamente para hacer frente a una necesidad de la sociedad de forma que en ella misma ya sería una RS. Aun así, el sentido responsable de la función no dice nada sobre la manera como se gobierna una institución. Y hoy pocos afirmarían que las AAPP ya han llegado al final del trayecto en su modelo de transparencia, rendición de cuentas, etc. ¿Qué información tenemos las partes interesadas sobre cómo un organismo público ha satisfecho sus objetivos? ¿Cómo podemos dialogar y pedir aspectos sobre su rendimiento?

La RSA debe llevarse a cabo desde un modelo propio pensado para las singularidades del sector público, lo cual no pide una mera traslación de indicadores empresariales. Si para una empresa su primera responsabilidad es ser sostenible económicamente para poder continuar creando riqueza y puestos de trabajo, para el sector público el reto es poder llevar a cabo sus políticas públicas para lo que hoy en día hace falta ahondar en la efectividad y garantizar su legitimidad. El sector público corre el riesgo de creer, en virtud de su posición monopolística, que tiene garantizada esa legitimidad.

Un ejemplo de práctica donde hay recorrido a hacer sería en la compra pública y subcontratación socialmente responsable, procurando que atienda no sólo a criterios económicos, o que éstos no se limiten al interés del órgano contratante sino de toda la Administración e incluso de toda la sociedad. Muchas AAPP se conforman con llegar al 0’7% para cooperación internacional sin darse cuenta de que con la compra responsable se puede tener un potencial de cambio enorme ya que pueden modificar las condiciones del mercado.

También se puede dar un salto en participación ciudadana, que no se quede en lo formal y en la legitimación de decisiones tomadas, y que parta de la transparencia, más allá de lo puramente mecánico, y de una evaluación profunda de las políticas públicas, que supere la comodidad de una gestión de base presupuestaria que desatiende los impactos reales. En la gestión interna sería conveniente la integración de las prácticas de RS, que no estén desvinculadas de una estrategia de gestión del cambio.

Son algunos puntos de vista que intentan situar la necesidad de una RSA que integre, pero vaya mucho más allá de las prácticas ya conocidas, entendidas como una decisión global que afecta también a la dimensión política y transversalmente a todas las áreas técnicas.


Antes se debe asumir la gestión del cambio como una necesidad y una urgencia

Si no nos lleva a una mejora de la propia cultura organizativa, en un cambio fundamental en nuestro ADN corporativo, este esfuerzo será poco sostenible y decaerá con el tiempo. Más aún, cuando no hablamos tan sólo de incorporar unas determinadas acciones sino de generar un estilo, una transversalidad, una coherencia.
Ante la necesidad del sector público de profundizar en la función adaptativa, la RSA es el motor que puede favorecer que se afronten los nuevos roles de gobernanza pública, que se trabaje por unos territorios socialmente responsables y, en clave más amplia, que se avance en la definición de un nuevo contrato social que renueve la confianza y la asignación de papeles entre las partes.

Artículo Originalmente Publicado en el Periódico Mediterráneo el 27/02/11.