El fraude de la responsabilidad social

Patrici Calvo, 03/01/16

Discernir el futuro de la responsabilidad social no resulta fácil en los tiempos actuales. Hace 15 años, el Libro verde (COM 2001) de la Comisión Europea proponía la responsabilidad social como vía posible para convertir el espacio europeo en «la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social». Sin embargo, la magnitud de los escándalos que han salpicado a un buen número de empresas y organizaciones económicas desde el comienzo de la crisis, muchas de ellas con una marcada trayectoria en la implantación de políticas y programas de responsabilidad social, ha sembrado la duda sobre los verdaderos motivos que llevan a una empresa a adoptar una actitud responsable ante las expectativas legítimas de sus grupos de interés.

No es de extrañar, por consiguiente, que vuelvan a salir a colación los argumentos esgrimidos por Milton Friedman en 1970 en contra de la responsabilidad social. Especialmente su afirmación de que se trata de un fraude. De un movimiento motivado por la posibilidad de encubrir acciones que se realizan por objetivos que poco o nada tienen que ver con la voluntad de estar a la altura de aquello que los nuevos tiempos exigen. La crisis ha dejado evidentes muestras de ello en forma de elusión fiscal, corrupción, extorsión, excesos injustificables, malversación de caudales públicos, nepotismo y otras formas de mala praxis que han dañado tanto al sector como a la sociedad. Por tanto, parece lógico dar la razón a Friedman y pasar página; es decir, olvidarse de la responsabilidad social y centrarse en lo que realmente importa: cómo maximizar el beneficio de los accionistas.

Sin embargo, no todo ha sido negativo para el movimiento de la responsabilidad social durante estos últimos años. Al mismo tiempo que la sociedad española se empezaba a dar cuenta de que la crisis no iba a pasar de largo, se constituía en Castellón la Mesa de RSC. Se trataba de una propuesta pionera en la Comunidad Valenciana al menos que, surgida de la iniciativa de una empresa privada y una organización pública, buscaba concretar en la práctica un espacio de diálogo para el intercambio de información y experiencias de buenas prácticas en materia de responsabilidad social. Su éxito, más allá del grado de satisfacción de los objetivos establecidos, que también, radicó en su capacidad para atraer la atención de un nutrido y heterogéneo grupo de participantes con un enorme interés por aprender conjuntamente acerca de estos temas.

A lo largo de estos más de siete años de vida, la Mesa de RSC de Castellón ha ido madurando y creciendo en número de participantes y pluralidad de puntos de vista. Actualmente la plataforma cuenta con más de 30 miembros. Diferentes instituciones, asociaciones, fundaciones, ONGs, empresas y organizaciones provenientes de sectores tan dispares como, por ejemplo, la sanidad, la comunicación, la educación, la hostelería, la solidaridad y la industria química. Todas ellas, además del intercambio de experiencias a través de reuniones mensuales, promueven anualmente la realización de distintas actividades conjuntas de buenas prácticas y de promoción y difusión de la responsabilidad social. Cabe destacar al respecto los eventos programados para el próximo 2016. Por un lado, el II Networking para la búsqueda de empleo. Un taller que, coordinado por todas las ONGs de la Mesa, pretende fomentar la empleabilidad de aquellas personas con difícil acceso al mercado laboral. Por otro, la II Jornada de RSC. Un espacio de debate donde expertos en la materia deliberan sobre la actualidad y el futuro de la responsabilidad social.

La Mesa de RSC de Castellón es un buen ejemplo del interés que sigue despertando la responsable social entre los diferentes ámbitos de actividad humana. No obstante, es preciso no caer en la complacencia y pensar en las posibilidades de futuro del movimiento. Y eso pasa por seguir trabajando interdisciplinarmente en su desarrollo y potenciación. Entre otras cosas importantes, en la construcción de un ethos responsable, en el discernimiento de nuevos mecanismos de la participación de los stakeholders, y en la gestión de la dimensión emotiva y moral que le subyace.

Por ésta y otras iniciativas voluntarias y comprometidas, no cabe duda de que el fraude no está en la responsabilidad social, sino en aquellas empresas y organizaciones que hacen un mal uso de ella y utilizan a sus grupos de interés como simples medios para satisfacer un determinado objetivo empresarial. La crisis ha desenmascarado la irresponsabilidad de muchas de éstas. Pero también ha mostrado que conviven con otras muchas empresas y organizaciones que están dispuestas a participar proactivamente de aquello que consideran justo y deseable tenga o no un valor de mercado. La realidad, por tanto, nos está mostrando dos caras bien diferentes. Cuál de ellas formará parte de nuestro futuro como sociedad depende sólo de nosotros. Es cuestión de nutrir una y desabastecer la otra.



Más de 100 personas acuden a la XIII Jornada de bioética, neurociencias y solidaridad

Más de 100 profesionales han participado en la XIII Jornada de Comités de Bioética de la Comunitat Valenciana, organizada por el Comité de Bioética Asistencial y la Universitat Jaume I, que se ha celebrado en el Hospital General Universitari de Castelló (HGUCS).  La jornada se ha desarrollado bajo el título de “Bioética, neurociencias y solidaridad” y ha contado con la participación de expertos de prestigio internacional.

Junto al gerente del Departamento de Salud de Castelló, Javier Peñarrocha, en la inauguración de esta jornada han estado presentes el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universitat Jaume I (UJI), Rafael Ballester Arnal, y la vicepresidenta del Comité de Bioética Asistencial del Departamento de Salud de Castelló, Amparo Bernat.

El desarrollo de la jornada ha contado con ponentes de gran prestigio que han abordado, entre otras cuestiones, si nuestro cerebro está diseñado para la solidaridad. En este sentido, el profesor Carlos Acuña del departamento de Fisiología Universidad de Santiago de Compostela ha establecido que el cerebro humano está preparado para la solidaridad en su constitución fisiológica. Por su parte, el profesor de ética la Universitat Jaume I de Castelló, Patrici Calvo, ha disertado sobre la “neuroeducación” y su relación con la ética, la reciprocidad y la solidaridad, en una ponencia moderada por el también miembro de la universidad Domingo García Marzá.
La última de las conferencias programadas, la de la oncóloga pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante y profesora del master en bioética y medicina humanitaria María Tasso Cereceda, ha tratado la bioética y solidaridad.












Unión de Mutuas da un paso más en su compromiso con la ética y la sostenibilidad



Unión de Mutuas ha celebrado el miércoles 27 de mayo en el Salón de Actos de la Cámara de Comercio de Castellón el acto de entrega oficial por parte de AENOR de la Certificación del Sistema de Gestión de Riesgos para la Prevención de Delitos en las Organizaciones, tercera entidad que obtiene este certificado de buenas prácticas para impedir la comisión de delitos, 

El evento contó con la presencia de representantes de la Administración pública, del Poder Judicial,  de organizaciones empresariales,  colaboradores,  sindicatos y profesionales, así como con la ponencia del catedrático de ética de la Universidad Jaume I de Castellón Domingo García Marzá, quien, junto con su grupo de investigación Filosofía política y Ética empresarial, lleva más de 15 años colaborando con Unión de Mutuas en la gestión de la ética y la responsabilidad social de la organización.

Como explicó Pedro Agut durante el evento, para Unión de Mutuas la obtención de esta certificación supone, además del reconocimiento público de su labor de transparencia y buenas prácticas empresariales, una acreditación de que se tiene debidamente implantado en la organización el modelo de prevención de delitos, cuyo objetivo principal es prevenir la comisión de los mismos, detectar, reparar y disminuir el delito y sus efectos y exonerar de responsabilidad penal a la persona jurídica en un eventual proceso penal.

Además. Pedro Agut destacó que esta certificación llega tras una intensa auditoría en el seno de toda la organización y constituye un ejemplo de buenas prácticas empresariales, pretendiendo con ello no solo evitar o minimizar riesgos internos, sino trasladar al entramado empresarial la necesidad de adoptar medidas drásticas y efectivas en la evitación de conductas ilícitas en la actividad económica y empresarial.


Cambios en el Código Penal
El punto de partida de la implantación de éste sistema de gestión de denuncias de irregularidades legales se fija con la modificación del Código Penal por la Ley Orgánica 1/2015, que entrará en vigor el próximo 1 de julio. Entre otras cuestiones, la ley regula la responsabilidad penal de las personas jurídicas y se ocupa de la forma de evitar delitos en el seno de las empresas, con carácter preventivo. Para anticiparse a la entrada en vigor de esta ley, Unión de Mutuas empezó a trabajar en la implantación de un sistema para la prevención de delitos como una pieza más en la gestión como empresa socialmente responsable.

La certificación concedida acredita que Unión de Mutuas ha implantado un sistema de gestión eficaz para la prevención de delitos. Se trata de dar un paso más dentro del Sistema de Gestión instaurado en Unión de Mutuas que apuesta por un compromiso ético con sus grupos de interés y con el desarrollo sostenible.


Compromiso ético y sostenible
Esta certificación, además, tiene su sentido en el compromiso asumido hace más de una década por Unión de Mutuas  con la ética y la responsabilidad social. En este sentido, la certificación es el último eslabón de una cadena de acciones destinadas a su gestión, mejora y desarrollo interno y externo.

El primer paso se dio en 2003, cuando se publicó la primera edición del Código Ético. Un documento realizado con el apoyo grupo de investigación «Filosofía política y Ética empresarial» que dirige el catedrático de ética de la Universidad Jaume I Domingo García-Marzá, en el cual se exponían públicamente todos los principios y valores de la Mutua, su carácter o manera de ser y actuar. 

En este sentido, en el 2012 se dio un paso más en esta labor comprometida con los stakeholders de la organización, con la aprobación del Código de Conducta que desarrolla los principios y valores del Código Ético a través de unas normas aplicables en las relaciones con los grupos de interés. La evolución de Unión de Mutuas se inscribe en la búsqueda de la excelencia, hecho que llevó a adoptar el modelo EFQM de gestión empresarial en 2001.

Con todo ello, Unión de Mutuas ha buscado contribuir a la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social y satisfacer las necesidades y expectativas legítimas de sus grupos de interés. En ese camino se ha implantado, además, un sistema de gestión que cuenta con distintas acreditaciones: al sistema de gestión de la ISO 9001, gestión medioambiental después, gestión de la I+D+i, de la responsabilidad social… y el último, el certificado iuriscert (gestión de prevención de delitos en las organizaciones).



Brandética destaca a la Universitat Jaume I como pionera en la formación en ética empresarial

Brandética, el blog especializado en RSC y gestión ética de las organizaciones, ha destacado a la Universidad Jaume I de Castellón como pionera en España en la promoción y formación en ética empresarial. A través de una entrevista a la codirectora del máster  Interuniversitario en Ética y Democracia, la doctora en filosofía moral Elsa González Esteban, Brandética ha  resaltado  su contribución y perseverancia en este ámbito desde 1990, formando durante el proceso a un buen número de alumnos/as de distintas carreras y grados universitarios que más tarde han realizado sus actividades en distintas empresas y organizaciones económicas:
 “Fue en el año 1990  cuando el Catedrático en Ética Empresarial Domingo García-Marzá realizó una estancia de investigación en el prestigioso Instituto de Economía de St. Gallen (Suiza) y allí pudo iniciarse y comenzar la relación de la Universitat Jaume I con esta línea de investigación que trajo a la Universidad, y que comenzó a fraguarse ya en el año 1991 con un Proyecto de Investigación en Ética Aplicada a la Empresa así como también la incorporación de la Universitat Jaume I de créditos docentes en Ética Empresarial, siendo con ello la primera Universidad Pública en impartirlos. Desde entonces, los proyectos nacionales y europeos así como los convenios con diferentes organizaciones y empresas para gestionar la ética de sus organizaciones, no ha dejado de producirse. Finalmente destacar que esta línea de investigación ha permitido defender Tesis Doctorales “cum laude” Europeas con Premio Extraordinario en investigación en ética empresarial y económica.”

Además, Brandética destaca que desde entonces han sido más de 1.500 los estudiantes que han pasado por las aulas de la Universitat Jaume I con una perspectiva ético-crítica de la empresa como institución social, con tres líneas diferentes de docencia. Una primera línea a través de la docencia reglada con la materia “ética de las organizaciones” que se imparte en los diferentes grados. En  a la profesionalización y capacitación especializada mediante el Máster Interuniversitario Oficial en Ética y Democracia, el cuál  posee una línea de formación específica en ética empresarial y RSE. Y como tercera línea docente, también desde el año 1992 se realizan jornadas o cursos de verano a través de los cuales se pretende fomentar y potenciar la formación en ética de las organizaciones y RSE.
segundo lugar una línea de trabajo enfocada 
Leer la noticia: Brandética 
Foto: Brandética

Puig aplicará una auditoría ética para «devolver» la credibilidad

Los candidatos socialistas recogieron los consejos sobre regeneración democrática del catedrático de Ética Domingo García Marzá

El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, junto con el candidato autonómico por Castelló, Francesc Colomer, y la candidata a la alcaldía de Castelló, Amparo Marco, recogieron ayer las recomendaciones sobre regeneración democrática elaboradas por el catedrático de Ética de la Universitat Jaume I de Castelló y experto en regeneración democrática, Domingo García Marzá.
Al encuentro asistieron candidatos municipales y cargos orgánicos del PSPV-PSOE de Castelló para conocer de cerca cómo se aplicará la auditoría ética que Ximo Puig ha reflejado en el programa electoral.
Puig aseguró que la política «debe ser un instrumento de socialización en vez de un instrumento de poder». Además, resaltó que el problema actual en la Comunitat Valenciana es la «falta de legitimidad democrática y la pérdida de valores». Según indicó, «ahora se trata de reconstruir nuestra sociedad y recuperar la decencia y credibilidad de las instituciones».
El líder de los socialistas valencianos recordó que los «pilares básicos» que contempla el programa electoral del PSPV en materia de regeneración democrática son «transparencia como antídoto a la corrupción, participación política con partidos más transparentes y reconversión de las instituciones».

Crear espacios
Por su parte, el catedrático Domingo García Marzá, alabó el hecho de que el PSPV sea «el único partido que contempla en su programa electoral la aplicación de una auditoría ética». También resaltó su relevancia porque «para avanzar socialmente hay que crear espacios». En su opinión, «lo interesante es que sea la propia sociedad civil la que ayude a los políticos a gobernar y pueda analizar lo que hacen sus gobernantes».
En el encuentro intervino Amparo Marco, candidata a la alcaldía de Castelló, quien insistió en su apuesta por «un ayuntamiento de cristal y transparente y una ciudad en la que los ciudadanos sean lo primero». Mientras que Francesc Colomer, candidato autonómico por Castelló, agradeció la colaboración de Domingo García Marzá «en su condición de experto para ilustrarnos sobre cómo acometer la auditoría ética y para hablarnos de revolución moral».

Fuente: Levante EMV

Ximo Puig ofrece “ética” como antídoto a la corrupción en las instituciones

Ximo Puig se comprometió ayer a poner sobre la mesa “ética” como antídoto a la corrupción política en las instituciones públicas de la Comunitat. Así lo dijo durante un debate que mantuvo con el experto en la materia y catedrático de la UJI, Domingo García Marzà, y la alcaldable en la capital, Amparo Marco.
Ante un buen número de candidatos a la alcaldía de municipios grandes de la provincia, el aspirante a presidir el Palau de la Generalitat reiteró la necesidad de combatir la corrupción “a través de la transparencia y la participación política con partidos más transparentes y con una clara reconversión de las instituciones”. Al hilo de este argumento, el socialista criticó la falta de legitimidad democrática que asegura que sufren las tres provincias “y la pérdida de valores que arrastramos”. Puig aseveró que el próximo domingo hay que votar socialistas porque entiende que solamente así se podrá reconstruir la sociedad valenciana y recuperar la decencia y credibilidad de las administraciones.
Este nuevo compromiso del político de Morella llega después de que la semana pasada el presidente provincial del PP, Javier Moliner, anunciara la creación de una cátedra universitaria de ética pública, patrocinada por la Diputación de Castellón e impulsada por la UJI, entre cuyos objetivos está el análisis y definición de protocolos de buen comportamiento para cargos electos y funcionariado administrativo.
En el encuentro de ayer, el catedrático García Marzà atendió a todas las dudas de los candidatos presentes y aplaudió que el PSPV-PSOE incluya en su programa la consecución de una auditoría ética “que tanta falta hace si queremos avanzar socialmente para crear espacios”. Además, también resaltó la importancia de la implicación de la sociedad civil, aspecto en el que coincidió con Amparo Marco, quien volvió a expresar su compromiso de presidir un ayuntamiento “de cristal y transparente” si en las urnas los castellonenses le dan la confianza para ser la alcaldesa.


Puig se compromete a aplicarar una auditoría ética para «devolver» la credibilidad en las instituciones

El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, aplicará una auditoría ética para «devolver» la credibilidad en las instituciones.

El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, aplicará una auditoría ética para «devolver» la credibilidad en las instituciones. Ampliar foto Puig, junto con el candidato autonómico por Castellón, Francesc Colomer, y la candidata a la alcaldía de Castellón, Amparo Marco, han recogido este jueves las recomendaciones sobre regeneración democrática elaboradas por el catedrático de Ética de la Universitat Jaume I de Castellón y experto en regeneración democrática, Domingo García Marzá. Al encuentro han asistido candidatos municipales y cargos orgánicos del PSPV-PSOE de Castellón para conocer de cerca cómo se aplicará la auditoría ética que Ximo Puig ha reflejado en el programa electoral. Puig ha asegurado que la política «debe ser un instrumento de socialización en vez de un instrumento de poder», y ha resaltado que el problema actual en la Comunitat Valenciana es la «falta de legitimidad democrática y la pérdida de valores». Según ha dicho, «ahora se trata de reconstruir nuestra sociedad y recuperar la decencia y credibilidad de las instituciones». 

El líder de los socialistas valencianos ha recordado que los «pilares básicos» que contempla el programa electoral del PSPV en materia de regeneración democrática son «transparencia como antídoto a la corrupción, participación política con partidos más transparentes y reconversión de las instituciones». Crear espacios Por su parte, el catedrático Domingo García Marzá, ha alabado el hecho de que el PSPV sea «el único partido que contempla en su programa electoral la aplicación de una auditoría ética», y ha resaltado su relevancia porque «para avanzar socialmente hay que crear espacios». En su opinión, «lo interesante es que sea la propia sociedad civil la que ayude a los políticos a gobernar y pueda analizar lo que hacen sus gobernantes». En el encuentro ha intervenido Amparo Marco, quien ha insistido en su apuesta por «un ayuntamiento de cristal y transparente y una ciudad en la que los ciudadanos sean lo primero». Mientras, Francesc Colomer ha agradecido la colaboración de García Marzá «en su condición de experto para ilustrarnos sobre cómo acometer la auditoría ética y para hablarnos de revolución moral».

Fuente: 20 Minutos 

Jesús Conill: «El principio de publicidad es la base de nuestras sociedades»

En el Ateneo Mercantil de Valencia, se celebró el pasado jueves 14 de mayo, el Foro Sensus Communis que llevaba por título «La transparencia como antídoto de la corrupción». La conferencia estuvo a cargo de Vicent Gonzálvez, Profesor del Dpto. de Teoría de la Educación (UV) y de Jesús Conill, Catedrático de Filosofía Moral y Política (UV), Director de Biblioteca y Patrono Fundador de ÉTNOR.

La sesión se dividió en dos bloques. El profesor de teoría de la educación comenzó hablando sobre transparencia. Aclaró que la conferencia sería introductoria y que muchos aspectos y matices no podrían ser abordados. Recordó que existe una Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, publicada en 2013. El ámbito de aplicación de esta norma jurídica es variado: administraciones públicas, agencias estatales, organismos autónomos, Senado y Congreso de Diputados, Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Banco de España, sociedades mercantiles, asociaciones privadas, organizaciones sindicales, personas que presten servicios, organizaciones no gubernamentales, etc. El espíritu de la ley, comentó Gonzálvez, es «dar una dimensión pública a aspectos de bien común», promocionando la publicidad activa, que no comercial, de la información. A su vez, mencionó el principio ético fundamental del que esto deriva, con la Ilustración y  Kant: el principio de publicidad. Prosiguió explicando los medios para desarrollar la transparencia. Por suerte, contamos con las nuevas tecnologías que nos permiten desarrollar herramientas para promocionar la transparencia. A este respecto, el Gobierno de España abrió un portal dedicado a la ley.

Un ente clave contra la lucha de la corrupción, que utiliza estas herramientas es, Transparencia Internacional. Es una organización no gubernamental, conformada por la sociedad civil, el sector privado y los gobiernos. Fundada en 1993, tiene muchas sedes a nivel mundial, incluida una en España. Funciona a través de campañas de concienciación para promover la transparencia, además realizan, según sus propios índices, observación y evaluación  de los casos ayuntamientos, partidos políticos, clubes de fútbol, comunidades autónomas, diputaciones, parlamentos y analiza la gestión del agua. Vicent Gonzálvez indicaba que «esta organización no hace denuncias, para ellos están periodistas o ciudadanos». Agregó que «entre los indicadores que conforman los índices, están: información sobre la conformación municipal, relaciones con los ciudadanos, gestión económica y financiera, contrataciones. Hay 80 indicadores para evaluar las comunidades autónomas, similar a la evaluación de las ciudades».

Según las estadísticas de TI «ha habido una mejora impresionante en cuanto a transparencia desde el 2008 hasta 2013; algo está cambiando». Por último, nuestro ponente indicó que en el portal de la Federación de Sindicatos de Periodistas, hay un apartado de denuncias de casos de corrupción en ayuntamientos, «si alguien sabe de alguno puede informar en ese portal y se hará una investigación, en caso de corroborarse los hechos, se publicará en prensa digital».
En la segunda parte del foro se trató la reflexión ética, con Jesús Conill. «Una cosa es la Ley de Transparencia y otra la iniciativa de transparencia. Además, si el nivel de reflexión no llega a cierto grado de profundidad, estas iniciativas pueden ser usadas como armas arrojadizas, malogrando un intento que podría ser muy fecundo».
Asimismo comentó que «el principio de publicidad es la base de nuestras sociedades, y hay que promoverlo si es queremos ser sociedades modernas, no hay que ver solo la parte negativa». En cuanto al derecho expuso que «las leyes son importantes, pero pueden conducir a negociaciones estratégicas».

Con respecto a la iniciativa internacional de transparencia aclaró que sus indicares de medida son una herramienta pero que no deben tomarse como absolutos. «Ambas cosas son una base, son la expresión de un principio que tiene que ponerse a trabajar con la ética, la economía, el derecho, las organizaciones, ese principio es el que nos permite deliberar, para que reine la razón pública, que no es lo mismo que opinión pública. Una cosa es deliberar y otra es opinar» exhortó el catedrático de filosofía moral y política.
Una iniciativa interesante para fomentar la razón pública y poner en marcha el proyecto de La Ilustración, es una iniciativa que surgió del impulso de la sociedad civil el pasado mes de febrero «99 medidas de efectiva aplicación contra la corrupción». La propuesta ha sido organizada desde la Fundación por la Justicia, una ONG valenciana presidida por el magistrado José María Tomas y Tío. El documento tienen varias partes, medidas exclusivas para cada ámbito de la sociedad. «Esta propuesta no solo es un documento, no solo una proclama sino un observatorio, un foro de revisión continua para adelantarse, anticiparse y también autocorregirse» nos explicaba el ponente. La sociedad civil tiene la misión de revisar, criticar, deliberar sobre los asuntos públicos. «La realidad cotidiana es el lugar desde donde tenemos que cambiar las cosas» afirmaba Conill.

«La “doctrina”, el “pensamiento” detrás de la transparencia como antídoto de la corrupción se basa en la posibilidad de tener una ética moderna operativa, pero ética no es lo mismo que religión; no es lo mismo que el derecho; no se puede confundir con la presión social, como estamos en la opinión pública, la presión depende de los que tienen el poder, de tal manera que se generan corrientes de opinión que nos pueden hacer sentir tan reprimidos, tan oprimidos, que a pesar de estar en la sociedad de la libertad, no somos capaces de expresarnos, ni de pensar y esto hay que pensarlo muy bien» aseveró el profesor de filosofía moral y política.

En nuestras sociedades, en los últimos decenios, se ha promocionado la frivolidad, el relativismo, la contingencia, etc. y de repente nos encontramos con imperativos incondicionales. A este respecto Conill expresaba «esta es una ética pública, que no está a merced de intereses ni poderes contingentes. Si es así, todo quedará en flor de un día». Continuó planteando que el principio fundamental para eludir la corrupción, es descubrir cuál es el sentido de las acciones personales, profesionales e institucionales; «si no se encuentra, si no está claro el bien interno en cada actividad, no hay solución. El bien interno es el sentido».
Para cerrar, agregó «la transparencia es un medio pero tiene que radicar y alimentar los procesos de racionalización moderna, si no estos proceso se mercantilizan, se pervierten. Aunque las leyes son claras, todos los días hay robos y asesinatos en todas partes. Eso no es lo normal, es un abuso. Cuando el uso se convierte en abuso, hay que formar en usos, la matriz está en el bien tierno y en la amistad en el sentido clásico: la amistad cívica».




¿Quién puede hablar de ética?

19/05/2015, Domingo García-Marzá.
La ética forma parte de nuestra vida cotidiana, es un saber que poseemos y que nos dice cómo debemos actuar, qué podemos esperar unos de otros, de familiares, trabajadores, empresarios, políticos, etc. Nos indica lo que es justo o injusto en toda relación social, en toda institución. Nadie tiene, tampoco los que nos dedicamos a estudiarla, un uso exclusivo de la palabra “ética”. La política es ya la aplicación de este saber a la gestión pública, al gobierno de una comunidad. De ahí que los políticos deberían evitar el uso de la palabra ética en sus discursos y limitarse a presentar una oferta clara de lo que van a hacer, junto al compromiso firme de cumplirlo y de irse si no lo hacen.

Cuando el partido político líder en corrupción nos previene de la crisis moral en el ejercicio de la política o nos habla de la regeneración ética, nos invade la indignación al comprobar que ni la vergüenza se salva del circo electoralista.Los ciudadanos no somos tontos y descubrimos fácilmente el cinismo y el desprecio con que se nos trata al escuchar estas palabras. Sabemos muy bien que hablar de ética mientras se permite expulsar de sus casas a los más desfavorecidos es una inmoralidad. Los políticos han de dedicarse a gestionar bien lo público, a hacer bien la actividad llamada política, loable y totalmente necesaria. Han de dejar la palabra ética a los ciudadanos, quienes pueden juzgar si lo han hecho bien o mal. Sencillamente porque son quienes van a sufrir las consecuencias de sus decisiones. No confundamos la ética con la política. No hagamos populismo.