Todos conocemos los test de embarazo pero ¿sabes qué se esconde realmente detrás de ellos? Cuenta la leyenda que ya en el antiguo Egipto, cuando una mujer quería saber si estaba embarazada, miccionaba sobre semillas de trigo y cebada. Si las semillas germinaban, eso indicaba que estaba embarazada y, en caso contrario, que no. Lo cierto es que desde los primeros días del embarazo, el cuerpo de la mujer empieza a cambiar y uno de esos cambios es que produce en exceso la hormona HcG (del inglés Human Chorionic Gonadotropin).
Alguno de los test de embarazo están basados en nanopartículas de oro y buscan justamente detectar la presencia de la hormona HcG en la orina. Las singulares propiedades ópticas que posee el oro a tamaño nanométrico, hace que lo veamos de color rojo (o ¡incluso azul! dependiendo del tamaño). En estos test, las nanopartículas de oro se diseñan convenientemente para atrapar la hormona HcG, mediante un proceso que se llama funcionalización de su superficie. Si se detecta la hormona, estás embarazada y la línea indicadora aparecerá de color rojo, si no aparece la línea roja, no lo estás. Y… ¡ya lo tienes! un sensor óptico, rápido, no invasivo, barato y fiable basado en nanotecnología y al alcance de todos.
Una de las líneas de investigación del Grupo de investigación de Óptica de la Universitat Jaume I se basa en la sintetización de nanopartículas utilizando un láser pulsado, que es un método ecológico de fabricación, al no producir necesariamente residuos químicos y que genera nanopartículas de alta pureza. Entre otras aplicaciones, en nuestro grupo de investigación, usaremos estas nanopartículas para el desarrollo de sensores ópticos.
Gladys Mínguez Vega
@MinguezVega
Grupo de investigación de Óptica, GROC·UJI: http://bit.ly/GROCUJI
Departamento de Física, Universitat Jaume I