La Mediterranean Neuroscience Society (MNS) se dio cita en el imponente hotel maltés Radissom (no es de extrañar que la inscripción fuera tan cara), en la 6ª edición del congreso.
El vuelo fue tranquilo y el resto de la semana, muy buena. Disfrutábamos del café en los descansos; el café era horrible pero las vistas al mar estupendas. El almuerzo también estaba incluido de manera que la interacción (también científica) era más fácil.
No es un congreso multitudinario. Esto tiene ventajas y desventajas, según el estado de ánimo y las ganas de interaccionar.
Se organizaban 6 simpossiums simultáneos (6!) con lo cual el ambiente era familiar y se propiciaba el debate. La desventaja, que podías perderte charlas que solapaban. En cada siposium había poco público.
Nuestro grupo presentó dos charlas en distintos simposiums; el lunes en el simposium del «The sick brain» que yo misma organizaba.
El jueves, Paco Olucha, miembro del comité científico del congreso, expuso en el simposium organizado por Annia Blasiak, nuestra amiga polaca que colabora con Paco Olucha y Andrew Gundlach, la gran familia de Relaxina.
Entre otros, también asistimos a los simposiums organizados por Marta Miquel y Mercè Correa, ambas profesoras de la UJI. 🙂
Los posters, alli donde se expone el trabajo propio y se cotillea el ajeno 🙂
El problema fue el lugar de exposición, en pasillos angostos mientras el resto tomaba café y pastelitos en la terraza con vistas al mar. Por decir un fallo …
Después de tanto trabajo en el MNS y como no podia faltar… también tuvimos salidas en la noche maltesa, cocktails (blue lagoon…oh no!!), cenas internacionales y aguas cristalinas.
y fin de Malta 2017.
Ana M Sánchez-Pérez
Grupo de Investigación Neurobiotecnología, Medicina, UJI
@AnaNeurobiotec