Pensad en el nombre de un videojuego que os guste, o que le guste a alguien que conozcais, o simplemente, uno del que hayáis oído hablar. Lo más probable es que no hayamos coincidido, ni siquiera en el género de juego. Animales increíbles, Juega con las matemáticas, Juega con las Ciencias, Mi increíble cuerpo humano…
Podría escribir párrafos enteros llenos de títulos de videojuegos como estos que me encantaban y a día de hoy me siguen gustando. Pero esto es algo excepcional, a nadie le gustan estos juegos salvo a mí y a dos o tres más; y cuando me refiero a estos juegos son a los videojuegos educativos en general. Es cierto, que los que he mencionado antes ya están obsoletos pero hay que reconocer que a pesar del paso del tiempo y el gran desarrollo y la evolución del videojuego incluso en diferentes ámbitos, los juegos educativos siguen siendo los peor valorados por la comunidad de jugadores.
Está demostrado que el videojuego proporciona un framework adecuado para la enseñanza y el aprendizaje, pero no todos todos los que están diseñados con tal fin consiguen su objetivo de forma eficaz. ¿Cuál es el motivo de ello y cómo subsanarlo?
Gracias a la concesión de una beca de iniciación a la investigación y a la tutorización de mi supervisora, Merche Marqués, he podido realizar un estado del arte (recogido en el artículo Misión desbloqueada: el diseño de los juegos educativos) sobre videojuegos y educación, para empezar a encontrar una respuesta a esa pregunta, que como futura diseñadora y desarrolladora de videojuegos me inquietaba.
Merche Marqués y Águeda Gómez en VoxUJI Ràdio.
Para este trabajo he revisado numerosos artículos sobre el tema, abordado desde diferentes puntos de vista. Varios artículos trataban sobre los elementos que convierten a un videojuego divertido y efectivo para el aprendizaje, otros tantos en los que se justifica el uso de los videojuegos y su efectividad en el campo de la educación, otros que explican el resultado de la experiencia de trabajar con videojuegos en ámbitos educativos y su aceptación en la comunidad educativa (alumnos y profesores). Entre éstos se han revisado artículos sobre la efectividad de videojuegos educativos concretos como es el caso de Minecraft y su utilización dentro del aula.
De todos ellos se ha podido extraer que existen dos taxonomías reiteradas en los videojuegos educativos:
? Una en la que los videojuegos se dividen según las características de los videojuegos en edutainment y educational videogames. Siendo los edutainment el pasado de los videojuegos educativos y que han evolucionado hacia lo que es el presente y será el futuro de los segundos.
? Y otra según el objetivo por el que han sido diseñados aún siendo efectivos. Como conclusiones de este trabajo de iniciación la investigación, se remarca que un sistema de objetivos en orden creciente, progresivo, basado en recompensas, así como la fusión entre los conceptos a aprender y la mecánica o la narrativa del juego, son piezas clave para conseguir que un videojuego sea efectivo para el aprendizaje a la vez que divertido.
Mi aportación a este estudio es que hay que estudiar las necesidades de aquéllo que es objeto de aprendizaje para poder diseñar un videojuego que sea eficaz en este sentido, ya que hay que tener en cuenta tanto su efectividad en diferentes plataformas y con diferentes periféricos.
Águeda Gómez Cambronero
Estudiante Máster de Sistemas Inteligentes UJI
Beca investigación grupo GeoTec UJI
@aguegolas