El estrés es uno de los mayores problemas a los que estamos expuestos en nuestra sociedad debido al estilo de vida cambiante en las últimas décadas. De hecho, muchos autores hablan de él como la enfermedad del sigo XXI, pues de uno u otro modo todos nosotros lo hemos experimentado. Sin embargo, el término estrés es demasiado amplio para englobarlo en un solo tipo o en una sola definición. Así, existen diferentes modalidades de estrés que pueden causar diferentes consecuencias en los individuos que lo sufren.
De entre todos los tipos de estrés, uno de los más representativos en nuestra sociedad es el estrés social, ya que a diario escuchamos noticas sobre bullying o acoso laboral. Igualmente, el estrés por separación maternal representa otra modalidad significativa ya que, actualmente, un elevado número de individuos crece sin sus madres por diferentes motivos. Todo ello ha demostrado que podría afectar al posterior desarrollo neurobiológico y cerebral de las personas que lo sufren.
Concretamente, utilizando animales de investigación, en el laboratorio de la Universidad de Valencia del Dr. José Miñarro hemos demostrado que el estrés social modifica sistemas cerebrales en ratones y que esto puede provocar cambios en las propiedades reforzantes que provocan las drogas. Por otra parte, en el grupo Nerofun de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) estamos demostrando que el estrés por separación maternal (en este caso estrés sufrido por la madre al separarse de sus crías) modifica su posterior cuidado y conducta maternal sobre sus descendientes, aspecto muy relevante en el desarrollo de estos futuros individuos para adaptarse al medio y no sufrir patologías.
Como investigadora, considero que el estudio de los diferentes tipos de estrés y sus repercusiones sobre conducta y cerebro son esenciales para el avance del conocimiento sobre su afectación en los individuos. El objetivo final de todas estas investigaciones es poder tratar el sufrimiento de las personas que experimentan estos tipos de estrés conociendo todos los factores implicados.
Pilar García Pardo
Investigadora postdoctoral
Grupo Neurofun @NeuroFunLab
Universitat Jaume I