Acceso abierto a la ciencia
Científica titular CSIC, Miembro del grupo Acceso abierto a la Ciencia
En un post reciente de Tim Berners-Lee sobre la Open agenda, escribía (versión traducida):
“ me pidieron hablar sobre el concepto de “apertura (openness)”, y caí en la cuenta de que el término se utiliza, por lo menos, de ocho formas diferentes. Todas las interpretaciones son importantes y diferentes pero relacionadas entre sí. Confundirlas conduce a una malinterpretación por lo que se hace necesario repasarlas todas.
Cuando separamos sus diferentes significados podemos entender claramente qué aspectos de cada uno son los verdaderamente importantes. El primero, uno de los más relevantes para la apertura de la Web, es su universalidad….” (http://blog.digital.telefonica.com/2013/10/09/tim-berners-lee-telefonica-open-agenda/)
Entre esos ocho “opens” está el de acceso abierto a la ciencia, por eso he querido iniciar este escrito con esa cita ya que resalta un punto importante, hay que entender el significado de acceso para no malinterpretarlo. En ese sentido Peter Suber, uno de los padres del movimiento open access ha insistido y aclarado de forma precisa en lo que es y no es, y en las barreras que hay que eliminar para su consecución (http://legacy.earlham.edu/~peters/fos/overview.htm).
El acceso abierto a la ciencia no sólo significa acceder sin barreras a la literatura científica, significa poder compartir y reutilizar esos recursos generados mayoritariamente de proyectos financiados con fondos públicos. También significa transparencia, democracia y visibilidad. Incluso podemos decir que el acceso abierto es ecológico porque permite la reutilización y reciclaje de la información, estoy hablando en este caso de los datos, esos que se pierden en los cajones, discos o en memorias usb. Datos valiosos para su recálculo, para simulaciones o simplemente para el contraste con otros nuevos generados por otros métodos.
El acceso abierto también es rentable porque permite un uso eficiente de los recursos, compartir reduce esfuerzos, evita duplicidades, ahorra tiempo e induce a la colaboración. En resumen, el acceso abierto es algo más que acceso, es una nueva visión de concebir la comunicación de la ciencia no sólo para los humanos, sino que también implica una vía de diálogo entre máquinas mediante sistemas interoperables que conducen a la e-ciencia. Si además adoptamos el acceso abierto como “modus operandi” (concepción extraída del proyecto e-InfraNet, ver http://www.surf.nl/nl/publicaties/Documents/e-InfraNet-Open-as-the-Default-Modus-Operandi-for-Research-and-Higher-Education.pdf) la conjunción de acceso a los recursos en abierto, del uso de procesos abiertos y de infraestructura abierta nos conduce a una cultura “en abierto” en la cual los sistemas de evaluación deben evolucionar a nuevas formas métricas en las que se tengan en cuenta otras variables que no sean las regidas por empresas externas a la vida de la Academia, y en que el dilema “publish or perish” no sea el motor que mueva el avance de la producción científica.
Desde Costa Rica, ¡Pura vida!