Domingo García-Marzá, Catedrático de Ética empresarial, ha destacado la importancia de aclarar conceptualmente de qué estamos hablando cuando hablamos de ética, responsabilidad social y acción social para evitar, ha dicho, “la demagogia política y usos fraudulentos de los conceptos”, ya que no son lo mismo.
Muy resumidamente ha destacado que “la ética es el carácter de la empresa, como es y se comporta”; la responsabilidad social tiene que ver con “cómo obtiene el dinero, y es parte pero no todo de la ética”; y la acción social es lo que la empresa hace con parte del beneficio ganado, “y es una parte de la RSE, pero no la más importante”.
Esta distinción es fundamental, ha afirmado el Catedrático, “porque si hablamos de integración de colectivos vulnerables en la empresa como acción social, por ejemplo, a través de donaciones, es una cuestión voluntaria, pero si lo entendemos como parte de la responsabilidad de una empresa, entonces pasa a ser una cuestión exigible, una obligación moral”.
El profesor, quien además es Director del Observatorio de Ética y Responsabilidad Social de la Comunidad Valenciana –ERSE-, ha adelantado algunos datos de la segunda edición del estudio que se presentará en los próximos meses. Según los datos del ERSE´09, los empresarios perciben que en la Comunidad Valenciana la integración de colectivos desfavorecidos no es una práctica muy extendida, y está muy por detrás del resto de prácticas analizadas en el Índice de Responsabilidad Social, opinando los empresarios entrevistados que las empresas no toman las medidas oportunas para integrar a estos colectivos. “Hay que convencer a nuestras empresas de que la gestión de la diversidad no es un pasivo para la empresa”, ha sentenciado García-Marzá, “y seguir trabajando en forma de alianzas entre empresas, administraciones y tercer sector”.