El profesor defendió durante su conferencia desterrar el mito de la dicotomía entre razón y emoción y apostar sobre todo por una alianza y armonía entre ambas que es clave en toda toma de decisiones, tanto en nuestra vida cotidiana como profesional.
Durante el trascurso de su ponencia, Morgado explicó que la evolución de nuestro cerebro ha pasado por diferentes etapas. En el nivel más básico se encuentra un tipo de cerebro hecho expresamente para almacenar los instintos necesarios que permitan al ser vivo adaptarse al medio sobre el cual se mueve. En una segunda etapa este cerebro evolucionó hasta convertirse en una máquina mucho más sofisticada, concebido para poder albergar emociones. Finalmente, en su última etapa conocida, este cerebro dio un salto cualitativo e introdujo la razón, una etapa que ha alcanzado únicamente a los seres homínidos.
Morgado destacó que a pesar de ser tres etapas diferentes y diferenciadas, ninguna de ellas se ha quedado en el camino. Todavía hoy los seres humanos conservan junto a la razón los instintos y las emociones. Por ello, deberíamos preguntarnos qué pasaría si desconectásemos alguna de estas partes. ¿Quién tomaría el mando a la hora de tomar una decisión? A pesar de lo que muchos creen, diferentes casos han mostrado una supremacía de las emociones frente a la razón. Cuando la necesidad aprieta, la razón desaparece. Sólo intervienen los instintos primarios y las emociones
Sin embargo, para el profesor Morgado la clave de la toma de decisiones se encuentra en el óptimo equilibrio entre emoción y razón. Cuando la emoción va por un lado y la razón por otro, el individuo se estresa y toma decisiones que, muy probablemente, serán equivocadas. Cuando razón y emoción van de la mano, se entienden, la adaptación es más ventajosa para el individuo.
De este modo, como señaló el Morgado en nuestro cerebro humano interactúan las tres etapas: la instintiva, la emotiva y la racional. La adaptación al medio y el mejoramiento de la especie no es trabajo únicamente de la más evolucionada, la razón, sino de encontrar el equilibrio óptimo y la armonía precisa entre los instintos, las emociones y las razones.
Gracias por este resumen. ¡Muy explicativo! La foto muestra, además, que el evento ha sido un éxito en asistencia.