De aquí se desprende la idea fundamental que ha ido hilvanado a lo largo de la ponencia, y que es la necesidad de que exista una “nueva alianza entre el ayuntamiento, el sector económico y la sociedad civil”, porque, en su opinión, únicamente con esta unión se podrá pensar en el futuro de una manera correcta.
Para García Marzá la situación actual, el protagonismo de la sociedad civil y la situación de los pequeños comercios componen tres pilares insustituibles para poder forjar un futuro para Castellón y su provincia. Así pues, ha destacado que la actual crisis económica lleva consigo otras dos crisis de gran relevancia: la crisis política y la crisis social. La coyuntura política hace referencia a la pérdida de confianza de la ciudadanía hacia los políticos. Y en relación a la social, ésta parte de la desmoralización de las sociedades, en tanto en cuanto se refiere a la escasa o nula capacidad de reacción social.
El protagonismo de la sociedad civil, cumple una gran función, pues si la sociedad no participa en lo público, la casa a construir quedará incompleta y por tanto puede caer abajo. Para construir una casa, la casa del Castellón de 2020, se debe tener en cuenta 6 pasos, según García Marzá. El inicial y primordial es saber “qué tipo de casa queremos”, es decir, que sociedad se desea construir. El segundo, hace referencia a “dónde vamos a construir” se basa en una apuesta por lo local, potenciando las capacidades municipales. En cuanto al tercero, se debe tener en cuenta “qué cimientos se van a emplear”, o lo que es lo mismo, qué valores morales deben formar la base de la casa. García Marzá ha distinguido, cuatro valores morales principales como la inclusión, la participación, la reciprocidad y la responsabilidad.
En el cuarto paso se hallarían los pilares, que se ejemplifican en instituciones–ayuntamientos, universidades, hospitales, iglesias,…-, éstas deben configurarse de un modo en el que la sociedad tenga cabida y pueda participar. En el quinto lugar se encuentran las paredes, que le corresponde a la ética profesional. Y finalmente, el sexto, el tejado, le corresponde nada más y nada menos que a la educación, porque como bien argumenta García Marzá “no nacemos educados”, sino que desde pequeños se va configurando la segunda naturaleza, es decir, se adquiere un comportamiento en base a aquello que te enseñan.
Su intervención ha concluido expresando la falta de sinergias entre el ayuntamiento y las pequeñas empresas, puesto que si para configurar un futuro viable sobre Castellón y su provincia la solución es recurrir a lo local, se deberá potenciar el comercio local.