La gestión de recursos morales como la confianza o la reputación es fundamental para llevar a cabo una actividad como la económica, y ello exige actualmente una mayor concreción de facto. Es decir, para la institución, organización o empresa ya no basta con demostrar que se preocupa por la comunicación, por decir lo que se hace y mostrarse poroso y sensible ante las expectativas y exigencias de los stakeholders, que también. Cada vez es más necesario para éstas establecer e implementar procesos que permitan a los stakeholders alertar, sugerir y/o denunciar de forma sistemática, segura y eficaz los abusos y malas practicas ético-legales en la institución, organización y empresa.
En este sentido, uno de los posibles mecanismos de comunicación que permitan mejorar los procesos participativos de los stakeholders en las distintas instituciones y organizaciones económicas, puede ser el sistema de comunicación whistleblowing de alertas y denuncias de irregularidades, que, dentro de un sistema de ética y cumplimiento como el desarrollado, aplicado e implementado por el grupo de investigación 033 – Filosofía política y Ética empresarial de la Universitat Jaume I que dirige Domingo García-Marzá a través del Proyecto de Desarrollo Tecnológico “Diseño institucional para la gestión de la ética y la responsabilidad social en UBE Europa y Latinoamérica” [13I239.01/1], ayuda a mejorar la transparencia y promover procesos de resolución de conflictos mediante la participación comprometida de los implicados y/o afectados por las acciones y decisiones de la institución y organización.