Dilnéia Couto, 29/10/10
En América Latina el tema de la ética empresarial como ética aplicada está todavía a la espera de ser efectivamente ‘estudiado’. A pesar de que los investigadores sobre Filosofía Moral conozcan y reconozcan, en la gran parte de los casos, la importancia de las éticas aplicadas y de la ética empresarial para las instituciones, Parece ser que todavía se toma esta perspectiva como muy innovadora, lo que lleva a una carencia de estudios filosóficos que aporten fundamentos normativos para una ética empresarial, desarrollados en el contexto latinoamericano.
En América Latina el tema de la ética empresarial como ética aplicada está todavía a la espera de ser efectivamente ‘estudiado’. A pesar de que los investigadores sobre Filosofía Moral conozcan y reconozcan, en la gran parte de los casos, la importancia de las éticas aplicadas y de la ética empresarial para las instituciones, Parece ser que todavía se toma esta perspectiva como muy innovadora, lo que lleva a una carencia de estudios filosóficos que aporten fundamentos normativos para una ética empresarial, desarrollados en el contexto latinoamericano.
Por esto, al hablar de ética empresarial se denota una gran confusión entre los términos “ética empresarial”, como fundamento normativo, y “responsabilidad social”, como una propuesta aplicada de gestión. Puesto que, cuando se estudian los ejemplos prácticos de aplicación de la gestión de la responsabilidad social empresarial es posible observar que existe una gran preocupación por llevar este tema, especialmente, al ámbito de la aplicación.
Asimismo, intentando ubicar la situación de la gestión aplicada de responsabilidad social empresarial, se puede decir que este tema está bastante presente en dicho contexto desde inicios del siglo XX. Sin embargo, esta concepción estuvo hasta los últimos años bastante arraigada a la idea de filantropía, concibiéndola como “una acción de caridad de la empresa hacia la comunidad”. En este sentido, se observa que el tema empezó a ganar espacio desde la perspectiva de una práctica empresarial que se compondría de proyectos de apoyo comunitarios, ya que, en aquél período eran bastante escasas o casi inexistentes las investigaciones propias de la temática (Correa et. Al. 2004: 7).
Es decir, parece ser que la gestión aplicada de la ética surge en Latinoamérica a partir de las experiencias de grandes conglomerados de empresas que, debido a experiencias en el exterior, empiezan a intentar aplicar algunos márgenes de aplicación también ahí. Esto es, proyectos que con el rotulo de RSE se destacaban como filantropía social.
Sin embargo, la concepción de RSE gana espacio a inicios de los años noventa del siglo XX como “parte de la gestión de negocios y dentro de un concepto integral” por una parte, y “aunque se nota la fuerte presencia de la filantropía, es sorprendente el interés y la cantidad de iniciativas, seminarios, organizaciones, trabajos universitarios” que empezaron a aparecer desde entonces. Esto tanto por iniciativa de las empresas como de la sociedad. Por otra parte, parece ser que “la responsabilidad social es todavía una consideración secundaria en los negocios de las empresas latinoamericanas” (Correa et. Al., 2004: 07-08).
Con el desarrollo de la temática la cantidad de organizaciones sociales que comienzan a cobrar publicidad y prestigio es bastante significativa; entre ellas se pueden destacar algunas como: la red EMPRESA, la WBSCD (Consejo empresarial mundial para el desarrollo sostenible) que tiene cobertura regional, Instituto ETHOS, FIDES (Fundaçao Instituto de Desenvolvimento Social e Empresarial), etc. Se tratan de organizaciones que desarrollan proyectos y publicitan el tema de la RSE, todas ellas con sede propia en América Latina.
Además, parece importante que se vean los muchos ejemplos que pueden ser presentados de fundaciones que nacionalmente proponen indicadores para analizar la RSE en sus países, por citar algunos: el IARSE (Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresarial); el IBASE (Indicadores de Balance Social creado en 1997 en Brasil); el Instituto ETHOS de Empresas e Responsabilidade Social (creado en 1998 en Brasil y cuenta con una red de indicadores sociales desde el 2003) la Fundación ProHumana en Chile; el CCRE (Centro Colombiano de Responsabilidad Social); la Fundemas (Fundación Empresarial para la Acción Social) en El Salvador. Cabe recordar que todas estas fuentes pueden ser ampliamente revisadas y consultadas a través de la red de Internet.
Se tratan de iniciativas locales que pretenden fundar sus propias bases de estudios y aplicación de indicadores de responsabilidad social que se adapten mejor a sus realidades sociales. Sin embargo, actualmente todos ellos cuentan con algunos objetivos comunes, tales como: el desarrollo sostenible, la gestión social y ecológica de las empresas.
"En América Latina el tema de la ética empresarial como ética aplicada está todavía a la espera de ser efectivamente ‘estudiado’." Yo añadiría a esto, querida Dilnéia, que falta 'enseñar' las éticas empresarial y económica tanto en las Facultades de FF y LL como en las escuelas de negocio y gerencia (por aquello del trabajo interdisciplinar entre asesores éticos y directivos empresariales) de las universidades latinoamericanas. La comparación con las instituciones educativas de los vecinos del norte del hemisferio (USA y Canadá) nos saca los colores y pone una vez más en evidencia quién gana y quién se deja ganar: más del 80% de los programas pregrado y postgrado de las carreras mencionadas ofertan ya la asignatura de ética empresarial. Los organismos que empiezan a ser conscientes en RS son una gota si los comparamos con la compleja estructura que se da ya en países de habla inglesa. Sin embargo, no cabe duda que estamos a un paso de la explosión definitiva de la implantación generalizada de las propuestas originales que se den en países como Brasil, Argentina, Colombia, Perú en Sudamérica, y Costa Rica, Panamá y Méjico en Centro y Norte América. Miro con optimismo más intuido que fundado esta vez (por falta de una mejor y más profunda mirada al sector, sólo manejo comentarios a nivel de catedráticos universitarios por el momento) el definitivo florecimiento y consolidación de sanas y necesarias prácticas como la asesoría ética en nuestro continente. Falta, vuelvo a repetir, que la Universidad le apueste claramente a la propuesta de formación de estos profesionales. Quizás para la próxima generación tengamos planes de estudios, especializaciones, e incluso hasta maestrías ofertadas ampliamente.
Estimado Josema, en primer lugar te agradezco el comentario y, también, que agregues más este importante tema al debate. Después, quería decirte que estoy bastante de acuerdo contigo en lo referente a la necesidad de que se empiezen a abordar dichas temáticas dentro de los centros de formación superior Latinoamericanos. Sin una formación minima sobre, en primer lugar, los fundamentos que componen este estudio y el conocimiento de un lenguage específico y serio que debe ser el punto de partida para el desarrollo de proyectos aplicados de buenas prácticas empresariales, la RSE no pasa de "cosmética" y poco o nada tiene de ética. Asimismo, creo, por otra parte, que organizaciones como las que fueron mencionadas en el artículo son el ejemplo de que la RSE se consolida como una exigencia en la realidad Latinoamericana y que las mismas pueden y son, em muchos casos, el punto de partida para que lleguemos a construir un proyecto ético-crítico de ética empresarial que incluya las aportaciones de la filosofía latinoamericana. Para concluir, quiero abogar también por la importancia del estudio de la Filosofía en la formación básica, y la necesidad de que los futuros profesionales lleguen a los centros de formación superior con un minimo conocimiento sobre esta ciencia humana. Pues de nada sirve que en la universidad se intente palear el problema de formación filosófica del alumnado con un par de clases a la semana, sobre un tema que carece de conocimientos básicos de filosofía para poder llegar a interesar. ¡Espero tus consideraciones y seguimos en contacto!Un saludo,Dilnéia
Querida Dilnéia:Bonita conversación la que hemos abierto en este blog fantástico, ¿no te parece?En cuanto al crucial tema de la formación ética de los líderes empresariales en la Latinoamérica del siglo XXI, pongo a tu consideración y la de tod@s l@s lectoras/-es del blog uno de los principios más interesantes de la propuesta de R. Edward Freeman, la stakeholder theory (ST); se trata del "principio de integración". Por si no lo conoces, aquí va una formulación: i) No tiene sentido hablar de empresa y economía (business) sin hablar de ética. ii) No tiene sentido hablar de ética sin hablar de empresa y economía. iii) No tiene sentido hablar de ambas sin hablar de seres humanos. Me parece una tesis maravillosa e iluminadora, tanto para filósofos, como para líderes empresariales, como para oficiales de organismos veladores de los DDHH (ONU et al.) Por lo tanto, visto desde la influyente perspectiva de la ST, un MBA sin ética no tiene sentido. Pero aquí viene lo radical de esta propuesta: No es suficiente con hablar de ética y empresa y negocios en la clase de Ética Empresarial. ¡El resto de asignaturas del MBA (finanzas, marketing, liderazgo, decision making, etc.) deben incorporar la reflexión ética al centro de sus temarios! De nada sirve que hagamos al profesor de ética un entendido en finanzas si el resto de docentes del programa no pueden hablar de las implicaciones éticas en sus materias.Sugerente, sin duda, y espero que similar a la propuesta de nuestra querida Adela Cortina. Ojalá puedas comentarme lo que ella diría sobre el principio deintegración de Freeman.Saludos,Josema
Hola Josema, por supuesto que me alegra mucho mantener este diálogo que estamos manteniendo a través de este blog. Como, también, espero que dicho debate pueda servir de estímulo para que se generen muchos otros en los diferentes artículos que publican mis compañeros, que en conjunto trabajamos para la actualización de este espacio. Muy buena elección la tuya de leer a Edward Freeman, hasta porque es uno de los más importantes nombres – lectura indispensable – en lo que se trata de la propuesta de una ética empresarial, como la que desarrolla el grupo en que trabajo. Pensando en que continúes tus estudios y seguramente te agrade mucho la lectura, te recomiendo que busques material bibliográfico escrito por la Prof. Elsa González, especialista española en Teoría de Staholders, así como, de Domingo García-Marzá, que en su libro "Ética Empresarial: del diálogo a la confianza" trata abundantemente este tema, y desarrolla una propuesta interesante de ética empresarial que toma la idea de "grupos de interés", como uno de sus puntos de partida. Sobre la Profa. Elsa González te comento que podrás acceder a su tesis doctoral, a través del siguiente link:http://www.tesisenxarxa.net/. Ya seguiremos comentando el tema. Un saludo!
Querida amiga:Bon día e o brigado! (Eu falo galego, non portugués, pero casi son a misma cousa, jeje).El tema de la tesis de la Prfa. Elsa González es del todo pertinente para mí: ST y ED. Gracias mil por la referencia, sin su ayuda probablemente no habría encontrado este valioso material.Me dispongo, pues, a su lectura. Es posible que comente algunos apratados en nuestra Comunidad ÉTNOR. Hablamos!!!Josema