02/12/09, Carmen Martí
Con estas palabras iniciaba Adela Cortina, directora de la Fundación ÉTNOR, (para la ética de los negocios y las organizaciones), la inauguración del VIII Congreso de Ética del Desarrollo, el cual ha calificado como una “reunión de teóricos y prácticos para intercambiar experiencias, sin cuya sinergia es imposible alcanzar las metas del desarrollo humano”. Cortina ha resaltado la importancia de la participación de cerca de 30 panelistas y más de 100 comunicaciones, muestra “de que hay mucha gente trabajando en estos temas”. Cortina ha resaltado que “son fundamentales actividades de este tipo para dar a conocer la importancia de este tema; en Valencia, en la Unión Europea y en el mundo en general, y hacer que de verdad Europa se posicione como un referente en lo social”.
En la inauguración han participado también el Rector de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás Vert, quien ha destacado el papel de la universidad como “foco del debate académico”, como “formadora de profesionales” y en el papel de instar a los ciudadanos a asumir una “ciudadanía activa y corresponsable” en el papel del desarrollo”. Por su parte, Rafael Blasco, Conseller de Solidaridad y Ciudadanía, ha destacado la necesidad de aunar voluntades y acciones conjuntas para poner en marcha iniciativas en este ámbito, y se ha comprometido a asumir las conclusiones de este encuentro como guía de las políticas públicas de la Generalitat.
Inaugurado el congreso, han tenido lugar las conferencias de Frances Stewart, Presidenta de la Asociación de Desarrollo Humano y Capacidades, quien tras realizar un repaso histórico a los diferentes enfoques en el tema, ha destacado la “necesidad de un modelo económico en el que el consumo no sea el motor del desarrollo”, y de Asunción St. Claire, profesora de la Universidad de Bergen, quién ha abordado la cuestión desde la perspectiva climática. Según St. Claire, “estamos inmersos en una doble crisis, económica y climática, que merma las posibilidades de acabar con la pobreza en el mundo”. “Es necesario -ha afirmado- reconceptualizar el actual modelo de desarrollo para encontrar uno que permita el desarrollo de los pueblos y que sea, a su vez, medioambientalmente sostenible”.
En la sesiones de mañana se trataran aspectos como la creación de riqueza en China, la educación para el desarrollo, o la responsabilidad de las multinacionales en el desarrollo humano.
En la inauguración han participado también el Rector de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás Vert, quien ha destacado el papel de la universidad como “foco del debate académico”, como “formadora de profesionales” y en el papel de instar a los ciudadanos a asumir una “ciudadanía activa y corresponsable” en el papel del desarrollo”. Por su parte, Rafael Blasco, Conseller de Solidaridad y Ciudadanía, ha destacado la necesidad de aunar voluntades y acciones conjuntas para poner en marcha iniciativas en este ámbito, y se ha comprometido a asumir las conclusiones de este encuentro como guía de las políticas públicas de la Generalitat.
Inaugurado el congreso, han tenido lugar las conferencias de Frances Stewart, Presidenta de la Asociación de Desarrollo Humano y Capacidades, quien tras realizar un repaso histórico a los diferentes enfoques en el tema, ha destacado la “necesidad de un modelo económico en el que el consumo no sea el motor del desarrollo”, y de Asunción St. Claire, profesora de la Universidad de Bergen, quién ha abordado la cuestión desde la perspectiva climática. Según St. Claire, “estamos inmersos en una doble crisis, económica y climática, que merma las posibilidades de acabar con la pobreza en el mundo”. “Es necesario -ha afirmado- reconceptualizar el actual modelo de desarrollo para encontrar uno que permita el desarrollo de los pueblos y que sea, a su vez, medioambientalmente sostenible”.
En la sesiones de mañana se trataran aspectos como la creación de riqueza en China, la educación para el desarrollo, o la responsabilidad de las multinacionales en el desarrollo humano.
Como dice la directora de la fundación ETNOR, acabar con la pobreza es un deber que se tiene que tomar cuanto antes. No es una materia que se pueda aplazar. Y aunque no lo parezca las empresas juegan un gran papel en este asunto. Cada vez son más las compañias que trasladan sus fábricas a paises del tercer mundo puesto que allí la mano de obra es más barata. Este tipo de acciones se llevan practicando desde miles de años atrás, pero en una sociedad como la de hoy en día no se puede permitir que empresas que ganan millones de dólares o euros en beneficios quieran apretar más y ahorrar en estos aspectos de producción.Las empresas buscan beneficios, eso es algo que todos sabemos, pero no solo por más producir se va a ganar más. Con el paso del tiempo y la sensibilización de las personas, los clientes ya no solo miramos por la calidad del producto, hay que ver qué impacto conlleva su utilización.Aquellas personas que pueden vivir tranquilos sabiendo que más de la mitad de los productos que consumen han sido producidos por personas que trabajan en condiciones nefastas o incluso por niños que no pueden ir a la escuela, deberían hacer un exámen de conciencia y, en la medida de lo posible intentar ponerse en su lugar. Conocer de primera mano cómo se vive bajo esas condiciones.Entre todos tenemos que hacer de este mundo un mundo mehjor. Es una tarea muy complicada, pero si las grandes corporaciones no ponen de su parte, es cuando se vuelve una tarea imposible.
La crisis en la que estamos inmersos desde hace años está "haciendo mucho daño", una crisis que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Y el único consuelo que nos queda es pensar que de ella sacaremos algo bueno, algo aprenderemos, que por una vez en la historia nuestra condición como ser humano no nos va hacer caer dos veces en la misma piedra.Hoy más que nunca una gran parte de la sociedad está tomando conciencia de la necesidad de un cambio en todos los ámbitos y es consciente de que ese cambio sólo se puede conseguir ejerciendo y exigiendo sus derechos. Y sólo espero que lo hagamos, pero que lo hagamos y no miremos únicamente nuestro ombligo, que no busquemos salir de esta mala situación económica hundiendo a otros, pues quizás si en lugar de aprovecharnos de ellos, de verlos como inferiores los vemos como países que tienen mucho que aportarnos, que son un elemento base para que nosotros podemos seguir creciendo, pero nunca a su costa. Quizás la cooperación entre países ricos y pobres sea una manera de empezar a salir de la crisis…