Jesús Conill: «El principio de publicidad es la base de nuestras sociedades»

En el Ateneo Mercantil de Valencia, se celebró el pasado jueves 14 de mayo, el Foro Sensus Communis que llevaba por título «La transparencia como antídoto de la corrupción». La conferencia estuvo a cargo de Vicent Gonzálvez, Profesor del Dpto. de Teoría de la Educación (UV) y de Jesús Conill, Catedrático de Filosofía Moral y Política (UV), Director de Biblioteca y Patrono Fundador de ÉTNOR.

La sesión se dividió en dos bloques. El profesor de teoría de la educación comenzó hablando sobre transparencia. Aclaró que la conferencia sería introductoria y que muchos aspectos y matices no podrían ser abordados. Recordó que existe una Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, publicada en 2013. El ámbito de aplicación de esta norma jurídica es variado: administraciones públicas, agencias estatales, organismos autónomos, Senado y Congreso de Diputados, Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Banco de España, sociedades mercantiles, asociaciones privadas, organizaciones sindicales, personas que presten servicios, organizaciones no gubernamentales, etc. El espíritu de la ley, comentó Gonzálvez, es «dar una dimensión pública a aspectos de bien común», promocionando la publicidad activa, que no comercial, de la información. A su vez, mencionó el principio ético fundamental del que esto deriva, con la Ilustración y  Kant: el principio de publicidad. Prosiguió explicando los medios para desarrollar la transparencia. Por suerte, contamos con las nuevas tecnologías que nos permiten desarrollar herramientas para promocionar la transparencia. A este respecto, el Gobierno de España abrió un portal dedicado a la ley.

Un ente clave contra la lucha de la corrupción, que utiliza estas herramientas es, Transparencia Internacional. Es una organización no gubernamental, conformada por la sociedad civil, el sector privado y los gobiernos. Fundada en 1993, tiene muchas sedes a nivel mundial, incluida una en España. Funciona a través de campañas de concienciación para promover la transparencia, además realizan, según sus propios índices, observación y evaluación  de los casos ayuntamientos, partidos políticos, clubes de fútbol, comunidades autónomas, diputaciones, parlamentos y analiza la gestión del agua. Vicent Gonzálvez indicaba que «esta organización no hace denuncias, para ellos están periodistas o ciudadanos». Agregó que «entre los indicadores que conforman los índices, están: información sobre la conformación municipal, relaciones con los ciudadanos, gestión económica y financiera, contrataciones. Hay 80 indicadores para evaluar las comunidades autónomas, similar a la evaluación de las ciudades».

Según las estadísticas de TI «ha habido una mejora impresionante en cuanto a transparencia desde el 2008 hasta 2013; algo está cambiando». Por último, nuestro ponente indicó que en el portal de la Federación de Sindicatos de Periodistas, hay un apartado de denuncias de casos de corrupción en ayuntamientos, «si alguien sabe de alguno puede informar en ese portal y se hará una investigación, en caso de corroborarse los hechos, se publicará en prensa digital».
En la segunda parte del foro se trató la reflexión ética, con Jesús Conill. «Una cosa es la Ley de Transparencia y otra la iniciativa de transparencia. Además, si el nivel de reflexión no llega a cierto grado de profundidad, estas iniciativas pueden ser usadas como armas arrojadizas, malogrando un intento que podría ser muy fecundo».
Asimismo comentó que «el principio de publicidad es la base de nuestras sociedades, y hay que promoverlo si es queremos ser sociedades modernas, no hay que ver solo la parte negativa». En cuanto al derecho expuso que «las leyes son importantes, pero pueden conducir a negociaciones estratégicas».

Con respecto a la iniciativa internacional de transparencia aclaró que sus indicares de medida son una herramienta pero que no deben tomarse como absolutos. «Ambas cosas son una base, son la expresión de un principio que tiene que ponerse a trabajar con la ética, la economía, el derecho, las organizaciones, ese principio es el que nos permite deliberar, para que reine la razón pública, que no es lo mismo que opinión pública. Una cosa es deliberar y otra es opinar» exhortó el catedrático de filosofía moral y política.
Una iniciativa interesante para fomentar la razón pública y poner en marcha el proyecto de La Ilustración, es una iniciativa que surgió del impulso de la sociedad civil el pasado mes de febrero «99 medidas de efectiva aplicación contra la corrupción». La propuesta ha sido organizada desde la Fundación por la Justicia, una ONG valenciana presidida por el magistrado José María Tomas y Tío. El documento tienen varias partes, medidas exclusivas para cada ámbito de la sociedad. «Esta propuesta no solo es un documento, no solo una proclama sino un observatorio, un foro de revisión continua para adelantarse, anticiparse y también autocorregirse» nos explicaba el ponente. La sociedad civil tiene la misión de revisar, criticar, deliberar sobre los asuntos públicos. «La realidad cotidiana es el lugar desde donde tenemos que cambiar las cosas» afirmaba Conill.

«La “doctrina”, el “pensamiento” detrás de la transparencia como antídoto de la corrupción se basa en la posibilidad de tener una ética moderna operativa, pero ética no es lo mismo que religión; no es lo mismo que el derecho; no se puede confundir con la presión social, como estamos en la opinión pública, la presión depende de los que tienen el poder, de tal manera que se generan corrientes de opinión que nos pueden hacer sentir tan reprimidos, tan oprimidos, que a pesar de estar en la sociedad de la libertad, no somos capaces de expresarnos, ni de pensar y esto hay que pensarlo muy bien» aseveró el profesor de filosofía moral y política.

En nuestras sociedades, en los últimos decenios, se ha promocionado la frivolidad, el relativismo, la contingencia, etc. y de repente nos encontramos con imperativos incondicionales. A este respecto Conill expresaba «esta es una ética pública, que no está a merced de intereses ni poderes contingentes. Si es así, todo quedará en flor de un día». Continuó planteando que el principio fundamental para eludir la corrupción, es descubrir cuál es el sentido de las acciones personales, profesionales e institucionales; «si no se encuentra, si no está claro el bien interno en cada actividad, no hay solución. El bien interno es el sentido».
Para cerrar, agregó «la transparencia es un medio pero tiene que radicar y alimentar los procesos de racionalización moderna, si no estos proceso se mercantilizan, se pervierten. Aunque las leyes son claras, todos los días hay robos y asesinatos en todas partes. Eso no es lo normal, es un abuso. Cuando el uso se convierte en abuso, hay que formar en usos, la matriz está en el bien tierno y en la amistad en el sentido clásico: la amistad cívica».




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