Para Cortina, la socialdemocracia no está en peligro por la actual crisis económica, sino que la crisis del estado del Bienestar se remonta a los años 70 del S. XX, “la crisis económica que estamos viviendo no ha hecho más que agravarla”. Según la Catedrática de Ética, la socialdemocracia es el reflejo de los derechos básicos sociales, culturales y económicos de los ciudadanos, y “eso no se puede olvidar”. “En cuestión de derechos no podemos volver atrás, y el partido que quiera ganar las elecciones tendrá que tener esto en cuenta”. “A ningún partido le conviene retroceder en estos derechos por cuestiones de prudencia. Pero es que además es una cuestión de justicia con los ciudadanos”, sentenció.
En cuanto a cómo salir de la crisis Cortina fue esclarecedora; “más democracia, ciudadanía y estado de justicia”. Pero una democracia “real”, una democracia representativa pero a su vez deliberativa y participativa. Cortina se refirió expresamente al movimiento del 15-M: “que las personas hayan salido a la calle quiere decir que tienen ganas de expresarse en público, de que se les tenga en cuenta, pero no encuentran los cauces y los mecanismo para la deliberación pública en el actual sistema”. “La cuestión no es, como se ha dicho, que la gente esté decepcionada con la política, la gente está decepcionada con los partidos políticos”. “Los partidos políticos tiene que reformarse si queremos que la gente siga creyendo en la democracia”.
Cortina también se refirió a la economía, una economía que necesariamente tiene que ser ética. “El hecho de que una gran parte de la humanidad se muera de hambre es un fracaso rotundo de la economía como ciencia” concluyó. En definitiva, “es necesaria la cohesión social entre política, economía y ciudadanía, partiendo de la base, como afirmara el filósofo Kant, de que los seres humanos son fines en sí mismos y no pueden ser instrumentalizados”.
A esta cohesión social, o mejor, a la falta de ella, se refirió en su intervención el ex – ministro de Administraciones Públicas Jordi Sevilla. Para Sevilla “este es precisamente el gran reto y la gran aspiración por la que hay que seguir luchando”.
Sevilla reconoció contundentemente que se han cometido errores graves en el pasado que han desembocado en esta crisis, errores que tienen que ver con el modelo de consumo y el modelo económico defendido durante años. “La crisis no es un cisne negro, algo casi esotérico. La crisis la hemos provocado con nuestro comportamiento y se requiere una visión de reforma del capitalismo para salir de ella”. “Se ha primado el dinero por encima de todo, el endeudamiento fuera de lo razonable cuando no había dinero para consumir sin medida, y ahora lo estamos pagando”.
Para Sevilla, no han cambiado las reglas del juego, sino el juego en sí mismo, lo que Solana ha llamado “la des-occidentalización del mundo”. “Mientras nosotros seguimos discutiendo sobre el euro, el resto del mundo avanza. Más allá de los países periféricos de Europa ya no se habla de crisis, y por supuesto no se habla de Europa”.
Sevilla se mostró de acuerdo con Cortina al afirmar que es necesario un cambio en la política importante. “La actividad política se está convirtiendo en un fin en sí mismo. Ya no es algo para hacer, sino algo para ser. Y el que está para hacer, se puede equivocar, pero el que está para ser, no tiene porqué hacer nada”. La consecuencia de esto es que los ciudadanos tienen la sensación de que la política no responde a los problemas importantes de las personas, y eso, sentenció Sevilla, “sí que tiene difícil arreglo”.