Curso de Verano 2012

Neuropoder: Aspectos éticos de la neuropolítica y la neuroeconomía

Lugar: Hotel Palaciet, Benicassim (Castellón)

Fechas: 18,19, 20 de Julio

Directores: Domingo García-Marzá y Elsa González Esteban

Organiza: Departamento de Filosofía y Sociología de la UJI – Área de Filosofía Moral

Inscripciones: En breve divulgaremos información sobre como realizar las inscripciones en el curso.

PROGRAMA:


Miércoles, 18 de julio:


Mañana

9:30. Recepción y entrega de material

10:00. Inauguración del Curso.

10:30. «El debate neuroético sobre la libertad» Adela Cortina. Catedrática de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia. Directora de la Fundación ÉTNOR. 

11:30. Pausa-café.

12:00. «Libertad y Neurociencia» Francisco José Rubia. Catedrático de Fisiologia en la Universidad Complutense de Madrid y Director de la Unidad de Cartografía Cerebral del Instituto Pluridisciplinar. 
13:00. «Ciencia, poder y libertad: los riesgos del reduccionismo cientificista», José María G. Gómez Heras, Catedrático de Filosofía Moral y Política, Universidad de Salamanca. 

Jueves, 19 de julio:

Mañana

10:00. «La racionalidad económica en perspectiva ética», Jesús Conill, Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia. 

11:00. Pausa-café.

11:30. «Neurociencia y paternalismo», Roberto Fumagalli, Bayreuth University London School of Economics.


12:30. «Biología de la corrupción», Nikolaos Georgantzís, Catedrático de Economía en la Universitat Jaume I.



13:30. Comida.


Tarde

16:00. Mesa redonda: «Neuropoder en la práctica».


           Moderador: Juan Carlos Siurana, Profesor Titular de Filosofía Moral, Universitat de Valencia.

           Participantes: Ramón Feenstra, Profesor de Filosofía Moral en la Universitat Jaume I; Patrici Calvo, Investigador del Área de Filosofía Moral, Universitat Jaume I; Marta Gil, Investigadora del Área de Filosofía Moral, Universitat de Valencia; Javier López Frías, Investigador del Área de Filosofía Moral, Universitat de Valencia.



Viernes, 20 de julio:


Mañana

10:00. «Neuropoder: la desafección normalizada», Domingo García-Marzá, Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universitat Jaume I. 

11:00. Pausa-café.

11:30. «Neuropolítica, ideología y acción transformadora, Antonio Gutiérrez-Rubí, assesor de comunicación y consultor político.

12:30. «Poder, engagement y diseño institucional», Elsa González Esteban, Profesora Titular de Filosofía Moral, Universitat Jaume I y Francisco Fernández Beltrán, Profesor de Comunicación y Director de Comunicación, Universitat Jaume I.

13:30. Clausura del Curso.

Clausura del curso Neurociencias: ¿Una nueva filosofía?

El curso de verano Neurociencias: ¿Una nueva filosofía? se cerró en la tarde de ayer tras tres días de intensos y enriquecedores debates alrededor de las posibilidades y preocupaciones que despierta este nuevo y estimulante saber.

Por el curso han pasado ponentes de la talla de Adela Cortina, Ignacio Morgado, Domingo García Marzá, César Ávila, Jesús Conill, Francisco Fernandez, Pedro Bermejo, Andreu Casero, César Ávila, Elsa González, Castor Bartolomé o Fernando Martínez, quienes han aportado su punto de vista sobre cuestiones relacionadas entre otras cosas con el futuro de la neuroética, las implicaciones de la neuroeconomía en el enriquecimiento de la teoría económica contemporánea o los problemas en política derivados del concepto de «neuropoder».

Han sido 3 días, 11 ponentes y 50 alumnos venidos desde ámbitos tradicionalmente tan dispares como la medicina, la comunicación, la filosofía, la economía o la psicología las cifras que ha dejado este curso de verano UJI sobre neurociencias celebrado en el hotel El Palasiet de Benicàsim.

César Carlos Ávila: «Las técnicas de neuroimagen nos permiten investigar cosas antes impensables del cerebro»

Las técnicas de neuroimagen iniciadas a mediados de los años 90 han supuesto una revolución fundamental en la investigación del cerebro ya que permiten ver cómo reacciona ante diversos estímulos, «pero también se ha de ir con mucho cuidado y tener en cuenta su fiabilidad, especialmente que la muestra de personas estudiadas sea suficiente». Así lo ha destacado el catedrático de Psicología Básica de la Universitat Jaume I César Carlos Ávila Rivera durante la segunda jornada del curso de verano de la UJI «Neurociencias: ¿Una nueva filosofía?».

El profesor ha explicado que las primeras investigaciones realizadas con técnicas de neuroimagen «desde mi punto de vista hicieron mucho daño porque se realizaron estudios con solo cinco o ocho pacientes que luego se han tenido que retirar». Por eso, señala que «se debe incrementar bastante el número de las muestras y saber qué se está haciendo». Ávila ha explicado a los asistentes las diferentes técnicas empleadas para el estudio del cerebro, especialmente la utilizada por los investigadores de la UJI basada en el análisis a través de resonancia magnética de los aportes de sangre a las diferentes zonas del cerebro en función de los estímulos que recibe.

Previamente, el catedrático de la UJI ha ofrecido una visión general sobre el funcionamiento del cerebro, en la que ha resaltado que sólo una pequeña parte del cerebro está relacionada con el procesamiento moral. Se trata de la vía ventral en la que «están las zonas relacionadas con el procesamiento individual» que funciona en diferentes pasos como son percibir, dar nombre a lo que acontece y dotarlo de un contenido emocional.

Entre los principales avances en el conocimiento del cerebro, César Carlos Ávila ha destacado el conocimiento de que «la zona medial del cerebro es la representación de nosotros mismos, la zona que se relaciona con el yo, desde un nivel cognitivo a un nivel social». Por lo que respecta a las técnicas de estudio del cerebro, ha indicado que «se ha visto que la forma mejor de estudiarlo es cuando no hace nada, está dando mucha más información porque la conectividad, la forma de estar organizado el cerebro es fiable si se estudia cuando está en reposo».

Ver fotografías: http://www.uji.es/noticies/foto/num&id_a=25652340

Fuente: uji

Jesús Conill cree que la neuroeconomía puede suponer una revolución para la teoría económica tradicional

Durante la segunda sesión del curso Neurociencias: ¿Una nueva filosofía? que se ha llevando a cabo durante los días 20, 21 y 22 de julio de 2011 en el Hotel El Palasiet de Benicàssim, el Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia Jesús Conill habló sobre dos de los posibles caminos que abren las neurociencias para la economía. Por un lado el posible enriquecimiento de la teoría económica contemporánea, y por otro la posibilidad de llegar incluso a revolucionarla.

Conill señaló durante su exposición que la economía surge en el mundo clásico unida a emociones, sentimientos y valores. Sin embargo, poco a poco la economía moderna y contemporánea fue dando la espalda a estas variables. Por ello, cabe preguntarse qué ha pasado en el camino y qué puede aportar la neuroeconomía para retomar la senda marcada por los clásicos y revitalizar la economía.

El catedrático de Filosofía Moral y Política comentó que fue precisamente durante el transcurso del siglo XIX cuando la economía comenzó a empobrecerse. Ciertas variables que hasta ese momento eran imprescindibles para analizar el quehacer económico empezaron a ser consideradas por la ciencia económica como “necesariamente prescindibles» para el análisis del acontecer propiamente económico. Su objetivo principal era cientifizar la economía, y eso requería desprenderse de todo aquello que no pudiera ser matematizado, calculado; de todo aquello no «real». De esta forma, lo que había sido tradicionalmente una ciencia social e histórica se convirtió en un saber positivo y mecanicista empecinado en conocer las “leyes naturales” que rigen el hecho económico.

También el conductivismo ayudó a construir ese camino tomado por la economía moderna. Esta corriente de pensamiento defendió la imposibilidad entrar en esa caja oscura del ser humano. El cerebro es inescrutable, así que sólo a través del estudio de sus preferencias, estudio abordado mediante el análisis del comportamiento consumista, es posible analizar y comparar el comportamiento de los distintos agentes económicos.

Sin embargo, la irrupción de la neuroeconomía ha roto con esta comprensión de la realidad económica defendida por la teoría económica moderna y contemporánea. La neuroeconomía permite, en primer lugar, introducirse en el interior de los agentes económicos y, en segundo lugar, comparar las preferencias internas de los sujetos sin tener que recurrir ni única ni necesariamente a sus hábitos de consumo. Ahora es posible conocer, medir, calcular, el grado de implicación que tienen ciertas variables como las emociones, los sentimientos o los valores en la toma de decisión del agente económico económico y compararlas con el resto de agentes que interactúan.

Para Conill todo esto nos deja una puerta abierta para enriquecer o para incluso revolucionar la teoría económica contemporánea. En primer lugar porque define nuevos campos de saber y, ensegundo lugar, porque borra esos límites inescrutables establecidos por la teoría económia tradicional. Entre otras cosas porque, por ejemplo, mientras la teoría económica contemporánea ha entendido tradicionalmente que sólo la racionalidad eficiente es clave en la toma de decisiones, la neurociencia nos muestra un mundo totalmente diferente donde lo prioritario no es el campo deliberativo, sino el sistema afectivo del agente y los sentimientos y emociones que en él se producen.

Conill concluyó diciendo que en su opinión separar motivación y cognición es un error que tiene graves consecuencias para la economía, dado que acaba con la capacidad operativa de la toma de decisiones. La clave está, pues, en recuperar el sentido de economía de los clásicos, desde Aristóteles a Adam Smith, puesto que en su pensamiento el desarrollo de las sociedades y de los seres humanos va ligado estrechamente con el desarrollo de sus economías, y éstas nunca anduvieron alejadas de los sentimientos, las emociones y los valores que mueven y guía las conductas.

Para Ignacio Morgado la clave en la toma de decisiones se encuentra en el óptimo equilibrio entre emoción y razón

El profesor Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencia y la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, señaló ayer durante el transcurso de la primera sesión del curso de verano Neurociencias: ¿Una nueva filosofía? que se desarrolla durante los días 20, 21 y 22 de julio de 2011 en el Hotel El Palasiet de Benicàssim que las neurociencias “no van a llevarse por delante a la filosofía, como tampoco la física acabó en su día con la química”. El estudio interdisciplinar es la clave de este nuevo saber que pretende ofrecer un mayor conocimiento sobre el ser humano.

El profesor defendió durante su conferencia desterrar el mito de la dicotomía entre razón y emoción y apostar sobre todo por una alianza y armonía entre ambas que es clave en toda toma de decisiones, tanto en nuestra vida cotidiana como profesional.

Durante el trascurso de su ponencia, Morgado explicó que la evolución de nuestro cerebro ha pasado por diferentes etapas. En el nivel más básico se encuentra un tipo de cerebro hecho expresamente para almacenar los instintos necesarios que permitan al ser vivo adaptarse al medio sobre el cual se mueve. En una segunda etapa este cerebro evolucionó hasta convertirse en una máquina mucho más sofisticada, concebido para poder albergar emociones. Finalmente, en su última etapa conocida, este cerebro dio un salto cualitativo e introdujo la razón, una etapa que ha alcanzado únicamente a los seres homínidos.

Morgado destacó que a pesar de ser tres etapas diferentes y diferenciadas, ninguna de ellas se ha quedado en el camino. Todavía hoy los seres humanos conservan junto a la razón los instintos y las emociones. Por ello, deberíamos preguntarnos qué pasaría si desconectásemos alguna de estas partes. ¿Quién tomaría el mando a la hora de tomar una decisión? A pesar de lo que muchos creen, diferentes casos han mostrado una supremacía de las emociones frente a la razón. Cuando la necesidad aprieta, la razón desaparece. Sólo intervienen los instintos primarios y las emociones

Sin embargo, para el profesor Morgado la clave de la toma de decisiones se encuentra en el óptimo equilibrio entre emoción y razón. Cuando la emoción va por un lado y la razón por otro, el individuo se estresa y toma decisiones que, muy probablemente, serán equivocadas. Cuando razón y emoción van de la mano, se entienden, la adaptación es más ventajosa para el individuo.

De este modo, como señaló el Morgado en nuestro cerebro humano interactúan las tres etapas: la instintiva, la emotiva y la racional. La adaptación al medio y el mejoramiento de la especie no es trabajo únicamente de la más evolucionada, la razón, sino de encontrar el equilibrio óptimo y la armonía precisa entre los instintos, las emociones y las razones.

Un impulso para la democracia

Elsa González, 29/06/10

Nuestras sociedades democráticas se enfrentan en la realidad a una serie de retos que parecen hacer dudar de su viabilidad y de su propia existencia. La crisis financiera, los escándalos de corrupción, la desafección democrática nos hace difícil ver un viraje. Los problemas aparecen ante nuestros ojos con claridad pero no así las posibles soluciones.
Nuestros sistemas democráticos parecen cansados, agotados faltos de recursos: es la hora de reclamar el protagonismo de la sociedad civil, de los ciudadanos y de sus organizaciones. Desde estas inquietudes el grupo de investigación Ética y Democracia de la Universitat Jaume I dirigido por el catedrático Domingo García Marzá viene trabajando desde hace más de 20 años propiciando espacios para debatir y propuestas de mejora que puedan ser llevadas a la práctica política, económica y social.
El curso de verano se centra en esta ocasión en la aportación que pueden y deben hacer las organizaciones e instituciones de la sociedad civil a nuestra democracia. Bajo el título Diseñar instituciones responsables: la aportación de la sociedad civil se trata de analizar el papel que juegan los actores institucionales, los retos que se les plantean en la actualidad y cómo podemos pensar y diseñar los cambios institucionales necesarios.
El diseño institucional ha ganado especial relevancia durante la última década como parte fundamental de la gestión responsable de las instituciones. Siguiendo con esta idea, el curso dirigido por los profesores del Departamento de Filosofía y Sociología Domingo García-Marzá y Elsa González, tiene como objetivo llevar a cabo una reflexión sobre la aportación de la responsabilidad social corporativa en la tarea del diseño o rediseño institucional. Todo eso con la mirada puesta en la transformación y mejora de nuestras instituciones tanto públicas como privadas.
Los días 7, 8 y 9 de julio, el hotel El Palasiet de Benicàssim acogerá este lugar de encuentro dirigido a profesionales y protagonistas de las diferentes organizaciones e instituciones sociales, también a estudiantes universitarios que están interesados en pensar y ser generadores de cambios sociales.
En estos tres días se expondrán, debatirán y generar nuevas ideas que permitan ese impulso que como ciudadanos consideramos tan necesario para la salud democrática. El primer día, los catedráticos de Ética de la Universitat de València, Adela Cortina y Jesús Conill nos introducirán en los entresijos un diseño de la democracia en sentido deliberativo y en el modo en que se puede pensar y generar otra económica en donde la sociedad civil cobre protagonismo. Para finalizar el día José Ángel Moreno, uno de los mayores expertos en el desarrollo e iimplementación de la Responsabilidad Social Empresarial en España nos contará de qué modo es posible desarrollar tales iniciativas en las organizaciones sociales.
El segundo día estará centrado en la Responsabilidad Institucional, donde se mostrará la importancia y los caminos para gestionar la reputación en las instituciones de la mano de Justo Villafañe, y posteriormente se tratará la ética en el diseño institucional así como su comunicación con dos ponencias de Domingo García-Marzá y Francisco Fernández Beltrán. Este día finalizará analizando con mayor profanidad en una mesa redonda sobre la relevancia de la empresa periodística y el diseño de la misma para generar credibilidad, mesa en la que participaran Ramón Fenestra, Andreu Casero, Basilio Trilles, Carlos Laguna y José Luis Valencia, director del periódico Mediterráneo.
El cierre del curso tendrá como temas a trabajar El diseño de universidades responsables, tema que será presentado por Elsa González y José Félix Lozano, la relevancia de las redes de acción pública, aspecto que será abordado por Joaquín García Roca, profesor de la Universitat de València y finalmente siendo más ambiciosos la presentación de la propuesta de diseño de territorios socialmente responsables, a cargo de Josep María Canyelles.
Las temáticas a trabajar, presentar y debatir difícilmente nos pueden dejar indiferentes teniendo en cuenta que son muchos los retos que se nos plantean como ciudadanos y profesionales de organizaciones e instituciones vitales para la democracia. Esperamos animar a participar en este espacio de diálogo y de generación de nuevos horizontes.

Artículo original publicado en:

La Universitat Jaume I ofrece un curso sobre el diseño de instituciones responsables

Patrici Calvo, 07/05/10.

Un año más, el área de Filosofía Moral de la Universitat Jaume I ofrece a los interesados en temas de Responsabilidad Social Corporativa la posibilidad de asistir a un curso de verano relacionado con dicha materia. En este sentido, la propuesta para este año es el diseño responsable de nuestras instituciones y el rol que juega la sociedad civil en todo este proceso de trasformación.
Los aspectos negativos de una crisis económica como la que estamos viviendo hace que, en estos momentos, hablar sobre el diseño de nuestras empresas, organizaciones e instituciones –públicas o privadas– sea tanto un interés como una necesidad. Partiendo de esta idea, la Responsabilidad Social Corporativa se está mostrando como una importante fuente de ideas para abordar esta tarea de diseñar o rediseñar nuestras empresas, organizaciones e instituciones. Se trata de transformarlas y mejorarlas para, de esa forma, acercarlas más al tipo de institución que queremos y deseamos como ciudadanos, una empresa, organización o institución que atiende a su responsabilidad social y medioambiental además de económica.
El curso tendrá lugar el próximo 7, 8 y 9 de junio en el Hotel El Palasiet de Benicásim – Castellón, y contará con la presencia de reconocidos teóricos como Adela Cortina, Domingo García-Marzá, Justo Villafañe, Josep Maria Canyelles y José Angel Moreno entre otros.

Datos de interés:

  • Ayudas:

(http://www.uji.es/ES/serveis/sasc/cest2010/info.html&url=/CA/serveis/sasc/cest2010/info.html)
-Ayudas DRAC: http://www.vives.org/drac/
-Ayudas UJI: http://www.uji.es/infoest/ajudes/
-Ayudas Facultad de Ciencias Humanas y Sociales: http://www.uji.es/infoest/ajudes/

Programa

Miércoles, 7 de julio
El protagonismo de la sociedad civil
09.30 Recepción y entrega de material.
10.00 Inauguración del curso.
10.30
«Democracia deliberativa y sociedad civil». Adela Cortina, Universitat de València, directora de la Fundación Étnor.
12.00
«¿Otra economía es posible?». Jesús Conill, Universitat de València.
13.00 «La responsabilidad social empresarial desde la perspectiva de las organizaciones sociales». José Ángel Moreno, Universidad de Navarra y UNED.


Jueves, 8 de julio
Responsabilidad institucional
10.00 «La gestión de la reputación a las instituciones». Justo Villafañe, Universidad Complutense de Madrid.
11.30
«La ética en el diseño institucional». Domingo García-Marzá, Universitat Jaume I, coordinador de la Fundación Étnor-Castelló.
12.30
«El papel de la comunicación en el diseño institucional». Francisco Fernández, Universitat Jaume I.
16.00
Mesa redonda: «Empresa periodística: un diseño para la credibilidad». Modera: Ramón Feenstra, Universitat Jaume I. Ponentes: Andreu Casero, Universitat Jaume I; Basilio Trilles, presidente de la Asociación de Periodistas de Castellón; Carlos Laguna, periodista; José Luis Valencia, director del periódico Mediterráneo.

Viernes, 9 de julio
La estructuración de la sociedad civil
10.00 «La responsabilidad social a las universidades». Elsa González, Universitat Jaume I, y José Félix Lozano, Universitat Politècnica de València.
11.30 «Las redes de acción pública». Joaquín García Roca, Universitat de València.
12.30
«Territorios socialmente responsables». Josep Maria Canyelles, responsabilitatglobal.com
13.30 Clausura.

La teoría de los cuatro principios básicos: el mantra de la Bioética.

Patrici Calvo, 26/10/09
El Catedrático de Historia de la Medicina de la UCM Diego Gracia reflexionó durante el curso de verano de la Jaume I “Bioética: de la práctica clínica a la estructura organizacional” sobre cómo los cuatro principios de la bioética -autonomía, beneficiencia, no maleficiencia y justicia- ya no se sostienen, pues son en realidad una simplificación que busca resolverlo todo.
Según explicó Diego Gracia, los famosos cuatro principios de la bioética nacieron en los años setenta del siglo XX a raíz de la aparición de ciertos escándalos relacionados con farmacéuticas estadounidenses. A partir de ese momento y durante dos décadas, éstos gozaron de una gran aceptación entre la comunidad científica, convirtiéndose de este modo en lo que actualmente ha venido a denominarse despectivamente el mantra de la bioética, una simplificación de la realidad que aparentemente permite encontrar solución a todos los problemas prácticos que puedan surgir o plantearse.
La teoría se fue desarrollando con los años a la luz de numerosos estudios al respecto. En este sentido tuvo especial relevancia para los bioeticistas conocer cuál era realmente el estatuto de estos cuatro principios básicos de la bioética. Tras numerosos trabajos publicados al respecto, finalmente la respuesta giró en torno a su inclusión dentro de un segundo nivel. Existiría por tanto un primer nivel, el de la fundamentación (utilitarista, deontologista, etc.), y un segundo nivel, el nivel donde se encuentran aquellos principios que pueden ser aceptados por cualquier tipo de fundamentación a pesar de su incompatibilidad manifiesta. Los cuatro principios de la bioética estarían dentro de este segundo nivel, puesto que utilitaristas, deontologístas o cualquier otro tipo de fundamentación aparentemente incompatible los aceptaba.
Con el tiempo esta primera etapa de la bioética comenzó a ser cuestionada. El problema que suscitaban los cuatro principios no era tanto conocer cuál era su estatuto sino, más allá de lo que puede ser su sentido intuitivo o popular, qué se entiende concretamente por autonomía, por justicia, por beneficencia y por no maleficencia, puesto que tales palabras pueden albergar muchos y diferentes significados. Todo ello llevó a que en 1994 el británico de origen hindú Raanan Gillon se interesase por retomar toda esta tradición teórica y comprobar su viabilidad. Para tales cuestiones pidió la participación de un buen número de bioeticistas, recogiendo todos los estudios en el ya clásico “Principles of Health Care Ethics”, un libro que según los expertos certificó la defunción de la teoría de los cuatro principios de la bioética.
En «Principles of Health Care Ethics» surgieron varias críticas al respecto de la primera etapa. Entre otras cuestiones, que en realidad no se sabe demasiado bien de qué se está hablado con eso del segundo nivel. ¿Vale cualquier fundamentación en ese nivel o lo que pasa es que se ha perdido precisión? También se criticó el uso que se le daba a los cuatro principios, como una especie de ábaco donde los cuatro elementos podían ser articulados de diferente manera para encontrar respuesta a todos los problemas prácticos de la medicina. Y así otras muchas cuestiones que fueron surgiendo con la elaboración del libro y que pusieron en jaque la primera etapa.
Para demostrar la incongruencia de la teoría, Diego Gracia ejemplificó su reflexión sobre el principio de autonomía. En este sentido, qué significa autonomía o qué se entiende por autonomía es algo que el “Informe Belmont» lo tenía muy claro: consentimiento informado. Así, una persona es autónoma cuando cumple tres requisitos: tener información adecuada, ser capaz de decidir y no estar coaccionado. Ahora bien, como explicó el profesor Gracia, esto es una interpretación de autonomía en sentido jurídico: autonomía es aquello que dice la ley del paciente.
Sin embargo, existen otras interpretaciones al respecto. En la Atenas clásica, por ejemplo, su sentido no era moral o jurídico, sino político. Autonomía significaba para los ciudadanos de la polis griega poder darse sus propias leyes. Otra interpretación que podemos encontrar tiene que ver con un sentido trascendental. Todo ser humano es autónomo por el hecho de ser racional, con lo cual no puede no serlo. Así, la autonomía no es una cuestión de los actos del ser humano, sino de ontológica. Los actos pueden ser autónomos y heterónomos, pero lo seres humanos, en tanto que racionales, no. Finalmente, también existe una interpretación del sentido de autonomía en tanto que responsabilidad. Un ser es autónomo cuando se hace responsable de sus actos, cuando decide por sí mismo y no por otros y se responsabiliza de ello. Esta interpretación está ligada a una idea de ser humano que, como diría Heidegger, no está hecho, sino que consiste en proyecto y posibilidad. La vida es un cúmulo de posibilidades, y de pendiendo de las decisiones que tome el ser humano conforma su esencia, su vida. Así, podría decirse que el ser humano será autónomo cuando sea capaz de evaluar todos los elementos que intervengan en una decisión y de asumirla de manera responsable.
Pero dejando un poco de lado su sentido, para Diego Gracia el problema principal que suscita el principio de autonomía es el importante esfuerzo que requiere para materializarse, algo que no todo el mundo está dispuesto a ofrecer. Es más sencillo dejarse llevar por lo convencional, por el grupo, por la comunidad, que atreverse a pensar por uno mismo, a adentrarse en las fronteras del post-convencionalismo y decidir. Por ello, es muy difícil salir de los convencionalismos y alcanzar un nivel de desarrollo moral superior. El ser humano, con tal de no tomar decisiones, es capaz de hacer el primo o incluso matar.
Precisamente, la Bioética se encuentra en la actualidad manchada de ciertos reduccionismos que la alejan del post-convencionalismo, parcelándola dentro de los límites de lo heterónomo. Uno de estos reduccionismos es la religión. Desde este punto de vista la ética se comprende como la resolución de conflictos según la religión que uno procese. Se cumple con lo ético por obediencia a una religión determinada, porque así lo determina ésta. Por tanto, no se requiere un esfuerzo reflexivo, de autonomía. Simplemente se obedecen sus mandamientos. En segundo lugar está el derecho. Lo ético es cumplir con lo que dicen las leyes, con lo cual tampoco es necesario pensar: acato la ley vigente y punto. Y finalmente está la tecnocracia, donde un problema ético no es más que un problema técnico mal planteado.
En este sentido, el reduccionismo es el acto de lanzar las culpas fuera de uno mismo. Hago lo que hago porque así lo dice la religión, el derecho o la técnica. No se actúa por deber, se actúa porque se dice, porque se hace, por el uso, por la costumbre, porque me lo manda la iglesia o porque me lo manda la ley. Sin embargo, la ética debe partir de algo que muy bien explicó Kant: el deber. Lo hago porque pienso que debo. Y para ello hay que empezar desde uno mismo, identificando en cada uno de esos actos ese deber que nos mueve.
Hoy, en opinión de Diego Gracia la «función de la ética no es más que una: formar personas autónomas, y personas autónomas son aquellas que actúan con deber teniendo en cuenta los hechos, los valores y, a partir de ellos, mediante deliberación madura y prudente, llegar a las decisiones que se tengan de tomar, y dudo mucho que con los cuatro principios y el modo en que ha venido funcionando la bioética, estemos haciendo esto».

Curso de Verano sobre Bioética en Benicásim

 21/06/09  Patrici Calvo
Como viene siendo habitual en los últimos años, en julio arrancan los Cursos de Verano 2009 de la Jaume I. Este año, el Área de Filosofía Moral de la UJI ha querido abordar los diferentes problemas de la práctica sanitaria, tanto desde el plano asistencial de los profesionales implicados como de la estructura organizacional de los centros sanitarios.
La bioética se ha convertido en objeto de atención por parte de todas aquellas personas implicadas en la prestación de protección de la salud, ya sea a nivel individual u organizativo, de prevención o curativo. El usuario es cada vez más consciente de sus derechos y reclama el respeto de los mismos a la luz de una relación bilateral más justa y humanitaria que no esté amparada por conceptos periciales ni por un paternalismo en desuso.
La deficiente formación en bioética que proporciona en estos momentos el curriculum formativo de los implicados, la confusión entre bioética y deontología, o entre norma legal y norma ética, hace necesario plantearse la posibilidad de que los interesados puedan acceder a este cuerpo de conocimiento. La aplicación de estos principios bioéticos generadores de un valor de calidad, es hoy una cuestión fundamental para todos aquellos responsables de organizar y gestionar esta relación con el usuario-cliente de las respectivas organizaciones sanitarias.
El Curso de Verano, por tanto, busca reflexionar sobre los mejores caminos para abordar tanto la toma de decisiones en la práctica profesional como la construcción de un nuevo diseño de las instituciones sanitarias que sea coherente con las exigencias actuales
El curso, que lleva por título «Bioética: de la práctica clínica a la estructura organizativa», se celebrará los días 7, 8, 9 y 10 de julio en el hotel «El Palasiet» de Benicásim.
Más información en:
http://www.uji.es/CA/serveis/sasc/cest2009/

Sol, paella y Curso de Verano

20/05/09  Patrici Calvo
Como cada verano, las playas se llenan de turistas que disfrutan del sol, de las paellas y de los preciosos paisajes de la costa castellonense. Sin embargo, la cultura no tiene por qué estar reñida con la fiesta, el descanso, la gastronomía, el sol y la playa.
La Jaume I, también como cada año, ha presentado su oferta de cursos veraniegos. Y algunos, como de costumbre, se van a realizar en pleno litoral, a escasos metros de algunas de la mejores playas españolas. La oferta se presenta variada y de calidad, y en alguno de los casos relacionada de forma directa con las éticas aplicadas:

-La importancia del trabajo en el rendimiento deportivo.
Hotel Orange, Benicàssim,30 de juny;
1, 2 y 3 de juliol del 2009.

-Discriminación y ocupación: múltiples causas, nuevos efectos. ¿Y las soluciones?
Hotel Bonaire, Benicàssim,
1, 2 y 3 de juliol del 2009.

-Los archivos: la memoria…perdida.
Hotel Orange, Benicàssim,
1, 2 y 3 de juliol del 2009.

-De Sur a Sur.
Casa de la Cultura, Benicàssim,
1, 2 y 3 de juliol del 2009.

-Arquitectura rural, tradición y modernidad
Hotel Orange, Benicàssim,
7, 8 y 9 de juliol del 2009.

-Crisis, what crisis? Un canvio político para el siglo XXI.
Hotel Orange, Benicàssim,
8, 9 y 10 de juliol del 2009.

-El pinzell de Mnemòsine. Diez pinturas esenciales que transformaron el arte.
Hotel Bonaire, Benicàssim,
8, 9 y 10 de juliol del 2009.

-Viajar con la lenguas, conocerlos hablantes.
Hotel Bonaire, Benicàssim,
8, 9 y 10 de juliol del 2009.

-Verduras del mar, verduras de la huerta.
Hotel El Palasiet, Benicàssim,
14, 15, 16 y 17 de juliol del 2009.

-Arte, disidencia y espacio público.
Hotel Bonaire, Benicàssim,
15, 16 y 17 de juliol del 2009

-La incorporación de las tecnologías sanitarias en el estado español, situación presente y perspectivas de futuro.
Hotel Orange, Benicàssim
15 y 16 de juliol del 2009.

-Avancess en investigación de resultados de la salud.
Hotel Orange, Benicàsim
22 y 23 de juliol del 2009.

-Bioética: de la práctica clínica a la estructura organizativa.
Hotel El Palasiet, Benicàssim,
7, 8, 9 y 10 de juliol del 2009.

-El márqueting de las ciudades.
Casa de la Cultura, Benicàssim,
8, 9 y 10 de juliol del 2009.