Patrici Calvo, 04/07/10
Artículo publicado en Economía 3, Nº 207 (abril 2010), ISSN: 11316748, p. 27
Patrici Calvo, 04/07/10
Artículo publicado en Economía 3, Nº 207 (abril 2010), ISSN: 11316748, p. 27
Patrici Calvo, 15/03/10.
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«La idea que quiero mostrar es que si queremos pensar en el futuro de nuestros territorios, de nuestras ciudades y municipios, hace falta establecer una nueva alianza entre los ayuntamientos -la administración pública-, el sector económico empresarial, y la sociedad civil. Sólo desde esta nueva alianza es posible pensar en un futuro donde se detenga esta peligrosa pendiente que es hoy la desmoralización de la vida pública»
Patrici Calvo, 25/02/10
Sin embargo, y a pesar de reconocer su relevancia, la literatura de la Ética Empresarial aporta una visión que va más allá del Libro Verde, demostrando que el beneficio de una correcta implementación de la RSC en la organización no es sólo estratégico, sino también moral. Es decir, la RSC no es simplemente un instrumento para conseguir satisfacer un interés particular de un determinado grupo. También se trata de un recurso que permite a la organización generar las condiciones propicias para potenciar y desarrollar los recursos morales necesarios para llevar a cabo su actividad, tales como la confianza o la reputación.
En este sentido, la clave está en la posible legitimación de una determina empresa, organización o institución. La satisfacción de las expectativas legítimas de sus grupos de interés, de todos aquellos afectados por su actividad, permite pensar en un posible acuerdo intersubjetivo cuya continua renovación es condición de posibilidad de la gestión de los recursos morales. Precisamente, la RSC guía una actividad determinada hacia el logro del posible acuerdo con los todos los afectados por ésta. En tanto se consiga ser responsable económica, legal y moralmente se estará justificando frente a éstos una acción o decisión y, por tanto, se tendrá acceso a un capital tan importante como, por ejemplo, la confianza.
Este hecho nos lleva a pensar en el ‘principio de publicidad’: “Son injustas todas las acciones que se refieren al derecho de otros hombres cuyos principios no soportan ser publicados” (Kant, 1987:61). Este principio, que fue formulado por Kant en ‘La paz perpetua’ como un mecanismo para relacionar la ética y la política y que es utilizado por Garcia-Marzá para “analizar la validez moral de una acción, norma o institución” (2004:207), nos muestra un primer paso para la legitimación de la empresa: la necesidad de trasparencia. Cuanto más y mejor comunique cómo está llevando a cabo su actividad y lo justifique discursivamente, cuanto más pública sea, mayor confianza generará.
26/01/10, Dilnéia Couto
Tanto lo determinante que es una buena preparación y formación del trabajador y directivo en la creación y aumento del valor en la empresa, como los grandes escándalos económicos -Parmalat o Enron- medioambientales – Bolidendel o Prestige- y de salud pública –la farmacéutica Pfizer o la leche en polvo china enriquecida con melanina- que surgieron en el pasado y que se empeñan en seguir apareciendo en el presente, son elementos de peso que deben ser tenidos en cuenta pero que –como opina el catedrático de ética de la Universitat Jaume I García Marzá– por sí solos no explican la magnitud del hecho.