El comisionado para la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de la Universitat Jaume I, el catedrático de Ética Domingo García Marzá, ha expuesto el Plan RSUJI en las jornadas «Nuevas perspectivas en la gestión de la responsabilidad social en las universidades» que se celebran los días 29 y 30 de noviembre de 2016 en el Edificio de Rectorado de la UJI con la participación de representantes de numerosas universidades españolas que han expuesto las diferentes acciones que están llevando a cabo en el ámbito de la RSU. En el caso de la Universitat Jaume I, García Marzá ha destacado como una de las principales novedades del Plan RSUJI la inclusión de un sistema ético y de cumplimiento que busca garantizar tanto la participación como el seguimiento y control del plan al incluir la creación de una Comisión de Ética y RSU, la apertura de una línea ética a través de la que puedan plantearse sugerencias, alertas y denuncias, la realización de una Memoria de RSU y la elaboración de un Código Ético.
El Plan RSUJI busca trabajar, según ha explicado el comisionado, «mediante la participación y el diálogo de todos los agentes implicados en la actividad universitaria: estudiantado, profesorado, personal de administración y sociedad. El objetivo de este plan es hacer una reflexión conjunta, una reflexión institucional acerca de cómo generar credibilidad y confianza en la sociedad que nos legitima. En resumen, cómo tenemos que responder de aquello que se espera de nosotros como universidad, de los impactos o resultados que generamos».
En su exposición, el catedrático de Ética ha resaltado que en el caso de las universidades la responsabilidad social abarca los ámbitos de la docencia, la investigación, el compromiso social y la propia organización. Así, entiende que resulta necesario que las instituciones de educación superior gestionen sus impactos en la sociedad a través de un compromiso en la transformación social y económica, la oferta de servicios educativos y la transferencia de conocimientos, siguiendo principios de ética, buen gobierno, respeto al medio ambiente y promoción de valores ciudadanos. Respecto a los impactos educativos, para el catedrático, estos pasan por la formación de jóvenes y profesionales, tanto técnica como humana, mientras que los científicos aluden a la investigación y generación de conocimiento y pensamiento crítico, así como a la Investigación e Innovación Responsable, aspecto que centrará la sesión de las jornadas del miércoles 30 de noviembre. Respecto a los impactos organizativos, tienen relación con la gobernanza, la transparencia y la participación como organización socialmente responsable.
Cuatro instrumentos de participación y control
El comisionado para la RSU ha explicado cada uno de los instrumentos que integran el sistema para la gestión de la responsabilidad social en la UJI, siendo el primero que se está desarrollando el Código Ético, un documento que recogerá los valores que definen el carácter y la identidad de la universidad, así como las normas que tienen que inspirar la conducta de los miembros de la comunidad universitaria. «Sus funciones radican, desde el punto de vista interno, en servir de punto de referencia para la toma de decisiones y como horizonte de actuación y resolución de conflictos. Y desde el punto de vista externo, en afianzar los pilares sobre los qué construir una buena reputación pública y generar confianza, renovando así el compromiso social de nuestra universidad». García Marzá ha destacado el esfuerzo realizado para elaborar un Código que cuente con una amplia participación, para lo que se han llevado a cabo grupos de discusión, entrevistas con actores estratégicos y una campaña en línea abierta a toda la comunidad, alcanzando con estas actuaciones la participación de cerca de 400 personas.
Por lo que respecta a la Memoria de RSU, ha resaltado cómo resulta un instrumento fundamental para el control y seguimiento de la gestión realizada desde el punto de vista de la responsabilidad. Este documento, según el catedrático, «permite responder ante todos los grupo de intereses implicados y afectados por la actividad universitaria de una forma no arbitraria». En la actualidad la mayoría de universidades están realizando esta presentación pública de resultados utilizando la metodología Global Reporting Iniciative (GRI) que será la que utilizará la UJI para presentar en 2017 la memoria sobre los resultados de 2016, poniendo además en relación los indicadores GRI con los del Pacto mundial de las Naciones Unidas y con los de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La UJI será además pionera en la implantación de una Línea Ética, un canal para la comunicación de alertas, sugerencias y denuncias de incumplimiento del Código Ético. «Estamos ante un canal de participación derivado del hecho elemental de que una cultura ética comporta la implicación de los estudiantes, profesores y personal de administración en la alerta, prevención y detección, de situaciones y conflictos de intereses que puedan dar lugar a incumplimientos que dañan la convivencia y la reputación de la universidad. No podemos hablar de responsabilidad si no es compartida, siempre es corresponsabilidad», ha afirmado.
Por lo que respecta al Comité de Ética y Responsabilidad Universitaria, el comisionado ha destacado su importancia «como instrumento de participación y diálogo». Entre sus funciones se encontrarán promover y asesorar en aquellos temas relacionados con la aplicación del Código Ético, así como recibir y gestionar las sugerencias y denuncias de irregularidades que se planteen a través de la Línea Ética. En definitiva, se tratará del órgano encargado del seguimiento y control del Sistema de RSU, así como del impulso de la ética y el cumplimiento.