El fraude de la responsabilidad social

Patrici Calvo, 03/01/16

Discernir el futuro de la responsabilidad social no resulta fácil en los tiempos actuales. Hace 15 años, el Libro verde (COM 2001) de la Comisión Europea proponía la responsabilidad social como vía posible para convertir el espacio europeo en «la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social». Sin embargo, la magnitud de los escándalos que han salpicado a un buen número de empresas y organizaciones económicas desde el comienzo de la crisis, muchas de ellas con una marcada trayectoria en la implantación de políticas y programas de responsabilidad social, ha sembrado la duda sobre los verdaderos motivos que llevan a una empresa a adoptar una actitud responsable ante las expectativas legítimas de sus grupos de interés.

No es de extrañar, por consiguiente, que vuelvan a salir a colación los argumentos esgrimidos por Milton Friedman en 1970 en contra de la responsabilidad social. Especialmente su afirmación de que se trata de un fraude. De un movimiento motivado por la posibilidad de encubrir acciones que se realizan por objetivos que poco o nada tienen que ver con la voluntad de estar a la altura de aquello que los nuevos tiempos exigen. La crisis ha dejado evidentes muestras de ello en forma de elusión fiscal, corrupción, extorsión, excesos injustificables, malversación de caudales públicos, nepotismo y otras formas de mala praxis que han dañado tanto al sector como a la sociedad. Por tanto, parece lógico dar la razón a Friedman y pasar página; es decir, olvidarse de la responsabilidad social y centrarse en lo que realmente importa: cómo maximizar el beneficio de los accionistas.

Sin embargo, no todo ha sido negativo para el movimiento de la responsabilidad social durante estos últimos años. Al mismo tiempo que la sociedad española se empezaba a dar cuenta de que la crisis no iba a pasar de largo, se constituía en Castellón la Mesa de RSC. Se trataba de una propuesta pionera en la Comunidad Valenciana al menos que, surgida de la iniciativa de una empresa privada y una organización pública, buscaba concretar en la práctica un espacio de diálogo para el intercambio de información y experiencias de buenas prácticas en materia de responsabilidad social. Su éxito, más allá del grado de satisfacción de los objetivos establecidos, que también, radicó en su capacidad para atraer la atención de un nutrido y heterogéneo grupo de participantes con un enorme interés por aprender conjuntamente acerca de estos temas.

A lo largo de estos más de siete años de vida, la Mesa de RSC de Castellón ha ido madurando y creciendo en número de participantes y pluralidad de puntos de vista. Actualmente la plataforma cuenta con más de 30 miembros. Diferentes instituciones, asociaciones, fundaciones, ONGs, empresas y organizaciones provenientes de sectores tan dispares como, por ejemplo, la sanidad, la comunicación, la educación, la hostelería, la solidaridad y la industria química. Todas ellas, además del intercambio de experiencias a través de reuniones mensuales, promueven anualmente la realización de distintas actividades conjuntas de buenas prácticas y de promoción y difusión de la responsabilidad social. Cabe destacar al respecto los eventos programados para el próximo 2016. Por un lado, el II Networking para la búsqueda de empleo. Un taller que, coordinado por todas las ONGs de la Mesa, pretende fomentar la empleabilidad de aquellas personas con difícil acceso al mercado laboral. Por otro, la II Jornada de RSC. Un espacio de debate donde expertos en la materia deliberan sobre la actualidad y el futuro de la responsabilidad social.

La Mesa de RSC de Castellón es un buen ejemplo del interés que sigue despertando la responsable social entre los diferentes ámbitos de actividad humana. No obstante, es preciso no caer en la complacencia y pensar en las posibilidades de futuro del movimiento. Y eso pasa por seguir trabajando interdisciplinarmente en su desarrollo y potenciación. Entre otras cosas importantes, en la construcción de un ethos responsable, en el discernimiento de nuevos mecanismos de la participación de los stakeholders, y en la gestión de la dimensión emotiva y moral que le subyace.

Por ésta y otras iniciativas voluntarias y comprometidas, no cabe duda de que el fraude no está en la responsabilidad social, sino en aquellas empresas y organizaciones que hacen un mal uso de ella y utilizan a sus grupos de interés como simples medios para satisfacer un determinado objetivo empresarial. La crisis ha desenmascarado la irresponsabilidad de muchas de éstas. Pero también ha mostrado que conviven con otras muchas empresas y organizaciones que están dispuestas a participar proactivamente de aquello que consideran justo y deseable tenga o no un valor de mercado. La realidad, por tanto, nos está mostrando dos caras bien diferentes. Cuál de ellas formará parte de nuestro futuro como sociedad depende sólo de nosotros. Es cuestión de nutrir una y desabastecer la otra.



Más de 100 personas acuden a la XIII Jornada de bioética, neurociencias y solidaridad

Más de 100 profesionales han participado en la XIII Jornada de Comités de Bioética de la Comunitat Valenciana, organizada por el Comité de Bioética Asistencial y la Universitat Jaume I, que se ha celebrado en el Hospital General Universitari de Castelló (HGUCS).  La jornada se ha desarrollado bajo el título de “Bioética, neurociencias y solidaridad” y ha contado con la participación de expertos de prestigio internacional.

Junto al gerente del Departamento de Salud de Castelló, Javier Peñarrocha, en la inauguración de esta jornada han estado presentes el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universitat Jaume I (UJI), Rafael Ballester Arnal, y la vicepresidenta del Comité de Bioética Asistencial del Departamento de Salud de Castelló, Amparo Bernat.

El desarrollo de la jornada ha contado con ponentes de gran prestigio que han abordado, entre otras cuestiones, si nuestro cerebro está diseñado para la solidaridad. En este sentido, el profesor Carlos Acuña del departamento de Fisiología Universidad de Santiago de Compostela ha establecido que el cerebro humano está preparado para la solidaridad en su constitución fisiológica. Por su parte, el profesor de ética la Universitat Jaume I de Castelló, Patrici Calvo, ha disertado sobre la “neuroeducación” y su relación con la ética, la reciprocidad y la solidaridad, en una ponencia moderada por el también miembro de la universidad Domingo García Marzá.
La última de las conferencias programadas, la de la oncóloga pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante y profesora del master en bioética y medicina humanitaria María Tasso Cereceda, ha tratado la bioética y solidaridad.












Jesús Conill: «El principio de publicidad es la base de nuestras sociedades»

En el Ateneo Mercantil de Valencia, se celebró el pasado jueves 14 de mayo, el Foro Sensus Communis que llevaba por título «La transparencia como antídoto de la corrupción». La conferencia estuvo a cargo de Vicent Gonzálvez, Profesor del Dpto. de Teoría de la Educación (UV) y de Jesús Conill, Catedrático de Filosofía Moral y Política (UV), Director de Biblioteca y Patrono Fundador de ÉTNOR.

La sesión se dividió en dos bloques. El profesor de teoría de la educación comenzó hablando sobre transparencia. Aclaró que la conferencia sería introductoria y que muchos aspectos y matices no podrían ser abordados. Recordó que existe una Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, publicada en 2013. El ámbito de aplicación de esta norma jurídica es variado: administraciones públicas, agencias estatales, organismos autónomos, Senado y Congreso de Diputados, Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Banco de España, sociedades mercantiles, asociaciones privadas, organizaciones sindicales, personas que presten servicios, organizaciones no gubernamentales, etc. El espíritu de la ley, comentó Gonzálvez, es «dar una dimensión pública a aspectos de bien común», promocionando la publicidad activa, que no comercial, de la información. A su vez, mencionó el principio ético fundamental del que esto deriva, con la Ilustración y  Kant: el principio de publicidad. Prosiguió explicando los medios para desarrollar la transparencia. Por suerte, contamos con las nuevas tecnologías que nos permiten desarrollar herramientas para promocionar la transparencia. A este respecto, el Gobierno de España abrió un portal dedicado a la ley.

Un ente clave contra la lucha de la corrupción, que utiliza estas herramientas es, Transparencia Internacional. Es una organización no gubernamental, conformada por la sociedad civil, el sector privado y los gobiernos. Fundada en 1993, tiene muchas sedes a nivel mundial, incluida una en España. Funciona a través de campañas de concienciación para promover la transparencia, además realizan, según sus propios índices, observación y evaluación  de los casos ayuntamientos, partidos políticos, clubes de fútbol, comunidades autónomas, diputaciones, parlamentos y analiza la gestión del agua. Vicent Gonzálvez indicaba que «esta organización no hace denuncias, para ellos están periodistas o ciudadanos». Agregó que «entre los indicadores que conforman los índices, están: información sobre la conformación municipal, relaciones con los ciudadanos, gestión económica y financiera, contrataciones. Hay 80 indicadores para evaluar las comunidades autónomas, similar a la evaluación de las ciudades».

Según las estadísticas de TI «ha habido una mejora impresionante en cuanto a transparencia desde el 2008 hasta 2013; algo está cambiando». Por último, nuestro ponente indicó que en el portal de la Federación de Sindicatos de Periodistas, hay un apartado de denuncias de casos de corrupción en ayuntamientos, «si alguien sabe de alguno puede informar en ese portal y se hará una investigación, en caso de corroborarse los hechos, se publicará en prensa digital».
En la segunda parte del foro se trató la reflexión ética, con Jesús Conill. «Una cosa es la Ley de Transparencia y otra la iniciativa de transparencia. Además, si el nivel de reflexión no llega a cierto grado de profundidad, estas iniciativas pueden ser usadas como armas arrojadizas, malogrando un intento que podría ser muy fecundo».
Asimismo comentó que «el principio de publicidad es la base de nuestras sociedades, y hay que promoverlo si es queremos ser sociedades modernas, no hay que ver solo la parte negativa». En cuanto al derecho expuso que «las leyes son importantes, pero pueden conducir a negociaciones estratégicas».

Con respecto a la iniciativa internacional de transparencia aclaró que sus indicares de medida son una herramienta pero que no deben tomarse como absolutos. «Ambas cosas son una base, son la expresión de un principio que tiene que ponerse a trabajar con la ética, la economía, el derecho, las organizaciones, ese principio es el que nos permite deliberar, para que reine la razón pública, que no es lo mismo que opinión pública. Una cosa es deliberar y otra es opinar» exhortó el catedrático de filosofía moral y política.
Una iniciativa interesante para fomentar la razón pública y poner en marcha el proyecto de La Ilustración, es una iniciativa que surgió del impulso de la sociedad civil el pasado mes de febrero «99 medidas de efectiva aplicación contra la corrupción». La propuesta ha sido organizada desde la Fundación por la Justicia, una ONG valenciana presidida por el magistrado José María Tomas y Tío. El documento tienen varias partes, medidas exclusivas para cada ámbito de la sociedad. «Esta propuesta no solo es un documento, no solo una proclama sino un observatorio, un foro de revisión continua para adelantarse, anticiparse y también autocorregirse» nos explicaba el ponente. La sociedad civil tiene la misión de revisar, criticar, deliberar sobre los asuntos públicos. «La realidad cotidiana es el lugar desde donde tenemos que cambiar las cosas» afirmaba Conill.

«La “doctrina”, el “pensamiento” detrás de la transparencia como antídoto de la corrupción se basa en la posibilidad de tener una ética moderna operativa, pero ética no es lo mismo que religión; no es lo mismo que el derecho; no se puede confundir con la presión social, como estamos en la opinión pública, la presión depende de los que tienen el poder, de tal manera que se generan corrientes de opinión que nos pueden hacer sentir tan reprimidos, tan oprimidos, que a pesar de estar en la sociedad de la libertad, no somos capaces de expresarnos, ni de pensar y esto hay que pensarlo muy bien» aseveró el profesor de filosofía moral y política.

En nuestras sociedades, en los últimos decenios, se ha promocionado la frivolidad, el relativismo, la contingencia, etc. y de repente nos encontramos con imperativos incondicionales. A este respecto Conill expresaba «esta es una ética pública, que no está a merced de intereses ni poderes contingentes. Si es así, todo quedará en flor de un día». Continuó planteando que el principio fundamental para eludir la corrupción, es descubrir cuál es el sentido de las acciones personales, profesionales e institucionales; «si no se encuentra, si no está claro el bien interno en cada actividad, no hay solución. El bien interno es el sentido».
Para cerrar, agregó «la transparencia es un medio pero tiene que radicar y alimentar los procesos de racionalización moderna, si no estos proceso se mercantilizan, se pervierten. Aunque las leyes son claras, todos los días hay robos y asesinatos en todas partes. Eso no es lo normal, es un abuso. Cuando el uso se convierte en abuso, hay que formar en usos, la matriz está en el bien tierno y en la amistad en el sentido clásico: la amistad cívica».




Fernando García-Quero: ««La economía no puede ser en ningún caso una ciencia exacta, porque es una ciencia social»

El pasado lunes 11 de mayo de 2015, en el Centro Cultural Bancaja, disfrutamos del Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación ÉTNOR, a cargo de Fernando García-Quero, quien nos habló sobre «la ética en la formación de los economistas: la necesidad de democratizar el debate».

El Profesor Sustituto Interino del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Granada (Facultad de Ciencias Sociales de Melilla) y Delegado de Economistas sin Fronteras en Andalucía, dividió su conferencia en seis partes hiladas a través de la experiencia como estudiante de economía tanto de grado como de postgrado y como profesor de esta misma materia. 

En la primera etapa, la de Instituto, nos cuenta que era joven y soñador. Quería estudiar economía, ser corredor de bolsa, dedicarse al mundo de las finanzas. Inicialmente fueron esas las motivaciones que lo llevaron a interesarse en la economía. Más tarde, comenzó a indagar sobre las diferencias entre ADE, economía, finanzas, contabilidad, gestión y administración pública, etc. Un día, en la Universidad de Granada, le preguntó a un profesor que estaba en el cafetín, que cuál de todas esas opciones debía elegir, y el profesor le respondió «ni te lo pienses, estudia economía. La visión será más general, más sistémica». De este modo se determinó y optó por convertirse en economista. 

En la segunda etapa, ya en la Universidad, estudió la carrera por inercia, fue aprobando asignaturas… hasta que justo antes de graduarse llegó, lo que nuestro conferencista llama: la tercera etapa. En el último cuatrimestre, cursó una asignatura llamada Pensamiento Económico que cambió toda su perspectiva. Casualmente el profesor que impartía esa materia, fue el que le recomendó estudiar economía.

García-Quero cuenta que ha descubierto, desde su vivencia, que uno de los problemas en la formación de los economistas deriva del condicionamiento al que están expuestos los alumnos: aprenden un único modo de entender la economía, marcado desde el principio de la carrera con Introducción a la Economía. Asignatura que ahora tiene el nombre de Economía Política, aunque «de política no tenga nada».

La definición de economía que enseñan a los alumnos es la L. Robbins: «la ciencia económica es el estudio de la conducta humana como una relación entre fines y medios escasos susceptibles de usos alternativos». Luego, los alumnos pasan a ver modelos de oferta y demanda, elasticidad, microeconomía, macroeconomía, entre otros temas. Durante varios años se refuerza esa concepción a través de matemáticas, contabilidad, estadística, etc.

Por si fuera poco, Pensamiento Económico es optativa y superficialmente expone las diferentes corrientes económicas. No existe ninguna asignatura que profundice en ellas. El ponente también advierte que esto no ocurre únicamente en España. Incluso en las mejores universidades a nivel mundial (MIT, Oxford, Harvard, etc.) acontece exactamente la misma situación. 

La cuarta etapa se inició cuando cursaba un Máster, único en su clase, ya que los másteres de economía solo tratan temas de economía neoclásica. Estudió intervención social en migraciones, desarrollo y grupos vulnerables. Así amplió su perspectiva de manera interdisciplinar. Prosiguió con el Doctorado en ciencias económicas, haciendo una revisión histórica de los estudios de desarrollo.

Los alumnos finalizan sus estudios ignorando el resto de teorías económicas, solo tienen conocimiento de teoría neoclásica. «Asumen la economía como ciencia neutral y ni siquiera saben lo que es la ciencia. Se invierte tiempo en aprender algo que no es real. No se enseña la carga ideológica, valorativa que hay detrás. Se ignora la heterodoxia económica» apuntaba Fernando. Aun así, los alumnos notan que la economía no es perfecta, porque la realidad es otra, diferente a la de los modelos.

La quinta etapa, se centra en la Academia. García-Quero señala que repasando la historia se puede comprender de dónde surge la ciencia de la elección, y demás corrientes; la influencia de los filósofos, las ciencias sociales y las matemáticas es clarísima. Por ejemplo, Newton con su cálculo integral intervino en la creación de la teoría marginalista. «En el aula no se cuestiona ni se contextualiza, solo se da la definición de Robbins comprendiendo el comportamiento de una manera muy sesgada. Hace falta cuestionar lo que se enseña. Es necesario tener opinión propia» exhortó, luego añadió «cuando tienes propuestas diferentes, legitimas políticas diferentes». A su vez, se preguntaba por sobre lo que hace que el conocimiento sea científico, si acaso no puede ser de otra manera, sobre la diferencia de la economía positiva y normativa, cuál es el tipo de política que se aplica y con qué tipo de ciencia «si se va a privatizar un servicio público primario, habrá que averiguar cuál es el método por el que se tomó esa decisión […]. Debemos cuestionar esa ciencia, si nos van a quitar las pensiones algo no esta bien» afirmaba el economista.

Existen diferentes métodos científicos, sin embargo según el ponente, toda la economía se basa básicamente en el modelo cuantitativo matemático. «La economía no puede ser en ningún caso una ciencia exacta porque es una ciencia social. Por muy bueno que sea el modelo matemático, te estas dejando muchas cosas por fuera» remarcó. «Cuando dices que el resto de las variables son nulas, no estas haciendo una ciencia neutral, estás eligiendo. Pero teniendo en cuenta los Ceteris Paribus sabremos que en ciertos momentos habrá que ajustar o entender que el resultado esta incompleto, porque si no los tenemos en cuenta, te cargas cualquier cosa».

A fin de cuentas,  «no se trata de desmontar sino de deliberar, evaluar, compartir». Desde el individualimo metodológico las sociedades son comprendidas como una simple suma de individuos, individuos racionales, egoístas, maximizadores, que tienen las preferencias dadas, etc.; éstos son supuestos que parten desde un posicionamiento ético. Se toman esas características como axiomas, para luego crear modelos que nacen desde una cosmovisión sesgada, y en muchos casos, ignorada. «A veces podemos estar tomando decisiones que pueden ir en contra de nuestras propias ideas porque no las cuestionamos» agregó.

La sexta etapa se refiere al proceso actual. La crisis, por ejemplo, no ha afectado los programas de los grados de economía y las disciplinas a su alrededor. El foro de debate se encuentra en los congresos de economía crítica, en ciertos cursos universitarios, y en espacios como el Seminario ÉTNOR. Se han observado algunos movimientos sociales en Francia, Reino Unido y Estados Unidos en contra de una «economía autista», pero no han tenido mayor impacto. Fernando García-Quero motivó a continuar con el cambio de dirección, con la ampliación de horizontes, «detrás el miedo a cambiar de opinión».

Para cerrar dejó varias reflexiones sobre la mesa, a saber: con José Luis Sampedro «la economía es una ciencia social»; frente a Margaret Thatcher y su eslogan «no hay alternativa», «hay muchas alternativas»; con el Papa Franscisco «este sistema económico mata. Mata porque predomina la ley del más fuerte. El dinero debe servir y no gobernar»; «la ética en el centro del debate, discutamos democráticamente sobre ello», y por último, con Joan Robinson «hay que estudiar economía para no dejarse engañar por los economistas».

Manuel Illueca: «el camino es la regulación prudencial, decirle a los bancos cuáles son las reglas»

Manuel Illueca, profesor titular del Departamento de Finanzas y Contabilidad de la Universitat Jaume I e Investigador Asociado del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, fue el ponente invitado durante el último Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación ÉTNOR:  ¿Para qué sirven los mercados financieros?. Su sesión se centró en el peso del sistema financiero en la economía de España, el sistema financiero y su definición, la anatomía del mercado financiero,  las hipótesis del funcionamiento eficiente de los mercados y sus claroscuros; así como también explicó los desencadenantes de la burbuja inmobiliaria y el colapso del sistema bancario, entre otras muchas cuestiones.

De todo el PIB español, el 4% proviene del sector financiero. De este modo, ocurre en Alemana, Francia, Italia y otros países de Europa. En Estados Unidos el crecimiento de este sistema, que cada vez tiene más peso, ha sido ininterrumpido en las últimas décadas. Y esto no es una cuestión de capricho, es una necesidad fundamental de la economía. El mercado financiero tiene como objetivo proveer recursos para el presente venidero. Hoy se renuncia al disfrute de cierto capital, invirtiéndolo en bienes de consumo, para recibir después: es una apuesta por el futuro.

Las sociedades, nos dice el ponente, no pueden darse el lujo de renunciar al sistema financiero porque acarrearía una fuga de capitales y un desequilibrio en la economía del lugar. “Les permitimos que compitan, pero sin dejarlos caer, que jueguen y se arriesguen”, aseveró. Los “jugadores” vendrían a ser los oferentes y demandantes que pretenden poner sobre la mesa sus excesos de liquidez y sus ideas, respectivamente. Los primeros obtendrían una renta regular a lo largo del tiempo, y los segundos la cristalización de su proyecto empresarial.

La razón de ser de la banca es clara: consigue mediante la intermediación de economías domésticas y empresas, acumular información de las compañías y al mismo tiempo monitorizar los préstamos que da terceros. Pero no todo es perfecto, el flujo de capitales que llega desde las economías domésticas a las empresas está sometido a dos problemas críticos. Uno de ellos es la asimetría de información entre quien da los fondos y quien quiere los fondos: las empresas siempre creen que sus proyectos de inversión son los mejores y tienden a ocultar las partes de débiles de estos, y las familias tienen dificultades para discernir cuál de ellos son los peores o mejores, es decir, para tener elementos de juicios entre las buenas ideas y las malas ideas. Frente a esto, Illueca ilustraba según el premio nobel Akerlof: “al final, lo malo desplazará a lo bueno, porque la familia lo que va a dar es un precio medio a las acciones o a la deuda, y el que tiene un mal proyecto de inversión aceptará el trato, pero el que tiene un buen proyecto de inversión no se contentará con ello, se irá y esperará una mejor oferta”.

Ahora bien, las economías domésticas invierten dinero en las empresas, generalmente para que un tercero lo gestione eficientemente y sea factible devolver al principal, pagar intereses o repartir dividendos, según sea su caso. Aquí se presenta el segundo problema de los mercados financieros: los incentivos que se generan en la relación entre la familia y el que gestiona el dinero. Para evitar estos inconvenientes y el sistema funcione bien, debe existir un flujo de capitales de economías domésticas a las empresas y un flujo de información de naturaleza contable y extracontable de las empresas a las economías domésticas. Los intermediarios son los que se encargan de recoger esa información y ofrecer criterios financieros para la toma de decisiones al momento de invertir.

Si no existe una información veraz, adecuada a los precios reales, debidamente auditada, etc., el mercado financiero sufre y no acaba cumplimiento sus funciones. Esta fue, en parte, la razón del surgimiento dela burbuja inmobiliaria española. En 10 años el precio de la vivienda creció hasta un 313% y a partir del 2008 empezaron a caer los precios hasta un 30%. Muchas fueron las causas de la subida exponencial: integración al euro, primas monetarias de socios, la legislación española favorece especialmente para que se invierta, así el capital europeo fue atraído a invertir en España en el sector de la construcción. Mientras, la burbuja se contenía, ya que se seguían pidiendo préstamos, pero el problema es que no había un sector real de demandantes, no había crecimiento demográfico, ni cambios en las condiciones macroeconómicas que lo fundamentaran.

“España como país no se creyó la burbuja, respondió a lo que decían los intermediarios de  información sobre la economía”, afirma el ponente. Los mecanismos de alerta del sistema financiero no funcionaron. La mayor parte de escándalos contables se descubren a través de los periodistas, pero en España aunque en el 2003 los medios de comunicación le dieron énfasis al surgimiento de la burbuja, pronto se dejó de informar y se justificó el aumento de los precios.

En la investigación sobre los medios de comunicación que realizó Illueca, se recaban frases exactas de los políticos y empresarios diciendo que no había burbuja. Se creyó que no había fallo en el mercado y que esto era una real evolución de los precios. En meses se pasó de la credulidad a la aceptación. El problema del flujo de información había explotado: se decía que el mercado de vivienda estaba creciendo, por lo tanto el mercado lanzó incentivos en mala dirección, y los bancos se expandieron fuera de sus ámbitos tradicionales –donde ya habían bancos instalados con la mejor cartera de clientes– y recibieron a emprendedores con proyectos muy riesgosos. Como consecuencia, las cajas de ahorro prestaron dinero a las empresas que luego estarían quebradas en España, dando paso al colapso de nuestro sistema bancario.

Como alternativas para resolver estos problemas, Manuel Illeuca recomienda no apostar totalmente por una banca pública, ya que, entre otras cosas, se dificultan los préstamos y hay pobres dividendos. En cuanto a la tasa a las transacciones financieras, tampoco es el camino, podría traer como efecto la disminución de inversión en el mercado español, acabando con una fuga los capitales a países sin esta tasa. El conferencista cree que la clave está en la regulación prudencial, en el abandono de la ideología de la autorregulación (de la cual ya sabemos las consecuencias) optando por poner otras reglas de juego donde haya más seguridad, exigir un mayor capital a los bancos, para no tener que salir a rescatarlos cuando existan problemas.

Para concluir, el profesor de la Universitat Jaume I de Castellón, nos dice que el sistema financiero es un sector fundamental de la economía, que es una actividad que genera aspectos positivos más que negativos. Nos insta a estar atentos a las alertas de información del mercado, ya que le preocupa que el sistema esté concentrado en muy pocas entidades, y que se deje de lado el control de la competencia, antes se exigía mayor competencia, ahora exigimos mayores márgenes y que sirvan de incentivos para la banca.

El rector de la UJI destaca el compromiso con el desarrollo social de las empresas y ONGs de la Mesa de la Responsabilidad Social Corporativa de Castellón

El rector de la Universitat Jaume I, Vicent Climent, ha destacado el compromiso con el avance hacia una sociedad mejor y más justa por parte de las empresas y organizaciones sociales que forman la Mesa de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Castellón. El rector abrió la reunión de la Mesa celebrada el pasado 16 de enero en el campus universitario, resaltando en su intervención el compromiso de la Jaume I con la responsabilidad social, por una parte, divulgando y profundizando en la misma desde el campo de la docencia y la investigación y, por otra, avanzando en un comportamiento socialmente responsable desde la institución.
Durante la reunión también se abordaron posibles iniciativas a desarrollar por parte de la Mesa de la RSC de Castellón en los próximos meses, como la organización de una jornada en la que, a través de conferencias y mesas redondas, se aborden temas de interés y actualidad en materia de Responsabilidad Social por parte de especialistas y empresas tanto pertenecientes a la asociación como externas. En la reunión, coordinada por el profesor del grupo de Gestión de la Ética y de la Responsabilidad Social Empresarial (GERSE) de la UJI Patrici Calvo, también se abordó la posibilidad de poner en marcha proyectos de acción social.
La Mesa de la RSC, que volverá a reunirse el 27 de febrero,  tiene como objetivo la promoción de la Responsabilidad Social en la provincia de Castellón, tanto entre el tejido empresarial como en el seno de entidades públicas y organizaciones sociales, manteniéndose abierta a la participación de nuevos socios.
Mesa de RSC Castellón en Facebook: https://es-es.facebook.com/mesarscastellon

Correo electrónico: mesarsc@gmail.com

Tres nuevas entidades se suman a la Mesa de Responsabilidad Social Corporativa de Castellón

La Mesa de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Castellón cuenta con tres nuevos miembros que vienen a sumarse a las empresas y organizaciones participantes en una iniciativa que busca favorecer el desarrollo de la Responsabilidad Social en la provincia de Castellón. Los nuevos miembros, las mutuas Fraternidad Muprespa y Fremap y la Asociación de Padres y Amigos del Sordo (ASPAS) Castellón, fueron presentados en la reunión de la Mesa de la RSC celebrada en la Universitat Jaume I el pasado 28 de noviembre.
En la reunión, en la que participaron más de una veintena de representantes de las empresas y Organizaciones No Gubernamentales asociadas, se acordó designar como coordinador de la Mesa a Patrici Calvo, profesor del Departamento de Filosofía y Sociología de la UJI e investigador del grupo de Gestión de la Ética y de la Responsabilidad Social Empresarial (GERSE) de esta Universidad, grupo que ha participado en la mesa de la RSC desde sus inicios. Por otra parte, se abordaron posibles iniciativas a desarrollar por parte de la Mesa de la RSC de Castellón en los próximos meses, como la organización de una jornada en la que, a través de conferencias y mesas, se aborden temas de interés y actualidad en materia de Responsabilidad Social por parte de especialistas, empresas y organizaciones.
La Mesa de la RSC tiene como objetivo la promoción de la Responsabilidad Social en la provincia de Castellón, tanto entre el tejido empresarial como en el seno de entidades públicas y organizaciones presentes en las comarcas castellonenses, afianzándose como punto de encuentro, de innovación y debate para empresas y organizaciones. La Mesa de la RSC, que volverá a reunirse el próximo 16 de enero, está abierta a la participación de nuevas empresas y entidades tanto por iniciativa propia como a propuesta de alguno de sus miembros.
Mesa de RSC Castellón en Facebook: https://es-es.facebook.com/mesarscastellon
Correo electrónico: mesarsc@gmail.com

Informe sobre exclusión y desarrollo social en la Comunidad Valenciana

El próximo miércoles 19 de noviembre tendrá lugar la presentación en Castellón del “Informe sobre exclusión y desarrollo social en la Comunidad Valenciana”, elaborado por Cáritas. El acto se desarrollará en colaboración con el Departamento de Filosofía y Sociología de la UJI.

Guillermo Fernández Maíllo, miembro del Equipo de Estudios de Cáritas Española y de la Fundación FOESSA, presentará dicho informe y reflexionará en torno a la situación social de la Comunidad Valenciana en el marco de la crisis económica global, poniendo el énfasis en los indicadores de pobreza y desarrollo social de dicho territorio.

Así pues, el acto tendrá lugar en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales (UJI), concretamente en el aula HA1221AA, de 11:00 a 13:00 h. El acto está abierto a todos los interesados/as, la entrada es libre y el aforo será limitado.