El grupo GERSE (UJI) asesora a la multinacional UBE Europa en el diseño de su nuevo Sistema de Ética y Cumplimiento

El grupo de investigación GERSE (Gestión de la Ética y la Responsabilidad Social de la Empresa) de la Universitat Jaume I, dirigido por el catedrático de Ética Domingo García Marzá, ha colaborado con la multinacional UBE en Castellón en el diseño de su nuevo Sistema de Ética y Cumplimiento, que sitúa a la empresa castellonense entre las compañías más avanzadas en relación a su gestión ética y a la puesta en marcha de los mecanismos y estructuras necesarios para garantizar su cumplimiento.

El nuevo Sistema Ético y de Cumplimiento permitirá a UBE en Europa y Latinoamérica actualizar su código ético y fortalecer su vigente sistema de cumplimiento y transparencia, conforme los estándares internacionales más reconocidos y las normas internas de la matriz del propio grupo UBE, dentro de la filosofía de Responsabilidad Social de la empresa. El trabajo entregado hoy a la empresa, y que lleva por título Institutional Design for the Ethics and Compliance System of UCE (“Diseño Institucional del Sistema de Ética y Cumplimiento de UBE”), ha incluido la reelaboración y actualización del Código Ético y de Conducta de la compañía, la constitución del Comité de Ética y el desarrollo de un protocolo de actuación ante cualquier violación o incumplimiento del Código de Conducta. El trabajo desarrollado por los investigadores del grupo GERSE se ha completado con un sistema de comunicación y participación que permita integrar de forma eficaz todos los elementos relacionados con la ética.






El nuevo Código Ética y de Conducta de UBE Europa tiene como objetivo establecer unos valores comunes acordes al comportamiento ético con el que siempre ha estado comprometida la organización. Los valores de UBE recogidos en el Código y agrupados bajo el acrónimo RISE (por sus siglas en inglés) son: Responsabilidad, Integridad, Sostenibilidad e Igualdad. A través del Código Ético y de Conducta UBE Europa  asume el compromiso de desarrollar su labor respetando estos valores con el máximo nivel de honestidad, para lo que define una serie de líneas de conducta relacionadas con el respeto a la dignidad de las personas; el cumplimiento de las leyes, normas y reglamentos; la gestión de la comunicación corporativa y la información; la resolución de conflictos de interés; la protección y el uso adecuado de los bienes de la empresa; la promoción de una competencia justa y abierta; el cuidado de las personas y el medio ambiente, y el desarrollo de una ciudadanía corporativa.

El Sistema de Ética y Cumplimiento desarrollado para UBE en Europa y Latinoamérica se completa con la denominada Línea Ética de comunicación de posibles incumplimientos, y la constitución de un Comité de Ética y Responsabilidad Corporativa cuya actuación se basará en los principios de independencia, trasparencia y consenso. Entre las funciones de este Comité se encuentran asesorar a la empresa en relación con el sistema de ética y cumplimiento, resolver las notificaciones de la Línea Ética y promover la información y la formación en la ética y la responsabilidad social corporativa en la empresa.

Tras el acto de entrega del trabajo final por parte de la UJI, el rector, acompañado por el vicerrector de Economía y PAS, Miguel Ángel Moliner, y el de Investigación y Doctorado, Antonio Barba, han recorrido las instalaciones de la empresa en una visita en la que han participado por parte de la empresa, además de su Consejero Delegado, el Subdirector General Técnico y de Negocio, Jerónimo Porras Torres; el Director de Responsabilidad Social Corporativa,  Javier Miguel; el Director de Recursos Humanos, José Luis Fulleda; y el Responsable de Relaciones Institucionales, Pablo Cruz.

Fuente: UJI

Francisco Ayala: «Si Dios creo el mundo, lo hizo muy mal»

«Si Dios diseñó el mundo, los organismos, lo hizo muy mal. La crueldad, el sufrimiento, los parásitos que matan a sus huéspedes son resultado de la evolución de las especies, no del diseño de Dios. Además, no sería razonable desde el punto de vista religioso, si es un Dios benevolente y benefactor». El hispano-americano Francisco José Ayala, de 78 años, reitera con paciencia sus argumentos para explicar que ciencia y religión son compatibles. En su opinión, son dos ventanas diferentes de ver el mundo. La ciencia se ocupa de explicar los procesos naturales por medio de leyes naturales; la religión, del significado de la vida, de las relaciones entre los seres humanos.
Ayala lleva defendiendo esa distinción en el país que lo acogió en 1961, EE UU, y en el que ha desarrollado la mayor parte de su vida y de su brillante carrera científica, tras abandonar su sacerdocio dominico. Allí, esgrime sus tesis científicas frente a los ruidosos creacionistas, que niegan las teorías de Darwin. Su voz es escuchada en la comunidad científica, donde es uno de los más prestigiosos biólogos moleculares del mundo, en la curia católica americana menos radical, y en el ámbito de la filosofía y de la ética. También es una autoridad en viticultura, una afición a la que llegó por casualidad y que, con el tiempo, le reporta importantes beneficios gracias a las variedades de uvas que plantó y que ahora son muy apreciadas y demandas por las bodegas californianas.
A Valencia vino este pasado miércoles a impartir la conferencia Fundamentos biológicos de la ética, en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universitat de València, dentro del Máster y Doctorado Interuniversitarios en Ética y Democracia, dirigido por Adela Cortina y Domingo García-Marzá. En su intervención planteó  «esas controversia» entre los biólogos y los filósofos. Los primeros ven «los fundamentos de la ética en la naturaleza, en la capacidad o inclinación que tenemos para dar unas cosas como buenas o como malas», mientras que para los segundos, procede de las normas con que nos dotamos en la sociedad en el sentido moral. Ayala sostiene que se trata de dos planos distintos. Y pone de ejemplo el lenguaje, que es tanto la capacidad (biológica) de hablar como el producto creado por la cultura. Las reglas de la ética pueden cambiar y evolucionar porque las culturas cambian.
Ayala defiende también la investigación de las células embrionarias y rechaza sin ambages la crítica relativa a que se están destruyendo así seres humanos. «120 células no son un ser humano. Y si se manipulan una o dos se recuperan perfectamente. Un embrión tiene la posibilidad de convertirse en humano, que no es lo mismo. Incluso desde un punto de vista religioso, católico, no es lo mismo. Santo Tomás de Aquino decía que mientras no haya forma humana no hay ser humano».

La Universitat Jaume I y UBE Grup presentan los resultados del Proyecto de Desarrollo Tecnológico “Diseño institucional para la gestión de la ética y la responsabilidad social en UBE Europa y Latinoamérica”

La gestión de recursos morales como la confianza o la reputación es fundamental para llevar a cabo una actividad como la económica, y ello exige actualmente una mayor concreción de facto. Es decir, para la institución, organización o empresa ya no basta con demostrar que se preocupa por la comunicación, por decir lo que se hace y mostrarse poroso y sensible ante las expectativas y exigencias de los stakeholders, que también. Cada vez es más necesario para éstas establecer e implementar procesos que permitan a los stakeholders alertar, sugerir y/o denunciar de forma sistemática, segura y eficaz los abusos y malas practicas ético-legales en la institución, organización y empresa.

En este sentido, uno de los posibles mecanismos de comunicación que permitan mejorar los procesos participativos de los stakeholders en las distintas instituciones y organizaciones económicas, puede ser el sistema de comunicación whistleblowing de alertas y denuncias de irregularidades, que, dentro de un sistema de ética y cumplimiento como el desarrollado, aplicado e implementado por el grupo de investigación 033 –  Filosofía política y Ética empresarial de la Universitat Jaume I que dirige Domingo García-Marzá a través del Proyecto de Desarrollo Tecnológico  “Diseño institucional para la gestión de  la ética y la responsabilidad social en UBE Europa y Latinoamérica” [13I239.01/1], ayuda a mejorar la transparencia y promover procesos de resolución de conflictos mediante la participación comprometida de los implicados y/o afectados por las acciones y decisiones de la institución y organización.

Tras siete meses de intenso trabajo (septiembre 2013 – marzo 2014), esta estrecha colaboración entre la Universitat Jaume I y UBE Grup (2013-2014), cuyo objetivo ha sido orientar a UBE Grup en la definición y gestión del posicionamiento corporativo frente a la ética, así como diseñar los mecanismos y estructuras necesarias para su cumplimiento, ha permitido la elaboración y desarrollo de diferentes cuestiones, comoun procedimiento básico para la gestión de las vulneraciones del Código ético; identificar y definir los principios, valores y normas que UBE Europa considera que deben orientar sus políticas, estrategias y toma de decisiones; desarrollar un sistema de comunicación con el que los stakeholders puedan participar y velar por el cumplimiento de los valores y conductas éticas definidas por UBE Grupdiseñar un comité de ética que permita avanzar en la comunicación y gestión de la ética y la RSE en UBE Grup.

La próxima semana se dará por concluido este Proyecto de Desarrollo Tecnológico  “Diseño institucional para la gestión de  la ética y la responsabilidad social en UBE Europa y Latinoamérica” [13I239.01/1] con la presentación de los resultados alcanzados, aunque con la predisposición de ambas partes de seguir colaborando en el futuro con proyectos conjuntos de este tipo.  

Ética crítica para un mundo complejo

Elsa González, 29 de octubre de 2013
La demanda de una reflexión crítica sobre nuestra realidad social, institucional y organizacional no ha dejado de crecer con la entrada en el nuevo siglo. Más bien podemos decir que ésta se ha acentuado no sólo con la petición de análisis interdisciplinares serenos, profundos y rigurosos sino también con la exigencia de orientaciones críticas y plausibles con las que hacer posible de éste un mundo a la altura de las más altas expectativas humanas. Por tanto, como se mostrará a lo largo de estas páginas, que se abran caminos para una auténtica transformación que hagan posible la justicia y la igualdad global.

Con este colectivo, Ética y Gobernanza: un cosmopolitismo para el siglo XXI, se pretende abordar desde una perspectiva ético-política crítica el concepto y desarrollo de la gobernanza así como de los diferentes ámbitos que la configuran en el siglo XXI. Mostrando argumentativamente que lo que está exigiendo a gritos la gobernanza cosmopolita es una ética ciudadana, de las instituciones y de las organizaciones, que nazca de una razón pública deliberativa y que sea capaz luego de volver a orientar el quehacer cotidiano de las instituciones, organizaciones y ciudadanos.

La pregunta que se haga el lector podría ser la siguiente: ¿por qué la gobernanza y no otra categoría como la ciudadanía, el estado, la sociedad civil, las instituciones o las organizaciones privadas? La razón estriba principalmente en que la gobernanza surge en buena medida como respuesta a los problemas de gobernabilidad que estaban enfrentando los Estados-nación y se presenta como una forma de acción colectiva entre las instituciones, las organizaciones y la ciudadanía desde tres ámbitos: el político, el empresarial y el de la sociedad civil. Por tanto, parecía fundamental abordar desde una perspectiva ética qué puede dar de sí esta respuesta que comenzó a darse a mediados de los años noventa y que ya posee un amplio recorrido a sus espaldas. No existen hasta el momento estudios similares al que se plantea y desarrolla la presente obra, lo cual en sí mismo ya es un reto.

Quizás los principales desafíos a los que nos enfrentamos son que las respuestas que se den a los grandes problemas sociales no pueden venir de un enfoque político anclado en la territorialidad sino en enfoques que contemplen al menos tres aspectos. En primer lugar, la entrada de numerosos actores con capacidad de tomar decisiones o de influir en ellas, que no han tenido que pasar necesariamente por la legitimidad democrática. En segundo lugar, la coordinación de intereses y la generación de acción conjunta requieren de una orientación ética compartida que se ha de convertir en exigencia en todos los procesos de acciones colectivas. Esta orientación ética toma la forma de los principios de inclusión, reconocimiento y publicidad. Y en tercer lugar, tiene la aspiración de alcanzar una justicia cosmopolita de carácter moral a través de la acción concertada entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil. Estas tres preocupaciones están detrás de cada uno de los capítulos que se presentan en esta obra que pretende ser una reflexión orientadora sobre ellos.

Esta reflexión crítica de las instituciones, de las organizaciones y de la ciudadanía se ha estructurado en tres partes que contienen siete trabajos inéditos. En la primera parte, se ofrece a través de los trabajos de Elsa González Esteban, Domingo García-Marzá y Jesús Conill, una perspectiva ética de la gobernanza a través de tres categorías: el cosmopolitismo, el diseño institucional y la justicia global. Se pretende mostrar en esta parte, por un lado, que la gobernanza en sentido cosmopolita y no sólo la gobernanza política es la que va a permitir comenzar a diseñar una ética pública que cuente con y esté al servicio de las instituciones, las organizaciones y la ciudadanía. En segundo lugar, que su desarrollo tiene que contar con un diseño ético de las instituciones cuya propuesta se explicita. Y, en tercer lugar, que frente a diferentes modelos de justicia global a los que podría tender la gobernanza es necesario que ésta sea de carácter moral y luego político e institucional.

En la segunda parte, la obra se centra en dos actores desde los que generar gobernanza en sentido ético: sociedad civil y ciudadanía. Los trabajos de Ramón A. Feenstra, Sonia Reverter Bañón y Carmen Ferrete Sarria muestran las últimas tendencias desde la gobernanza de la sociedad civil, el género y la educación cívica. El desarrollo de una gobernanza cosmopolita tendente hacia la consecución de la justicia global requiere como se mostrará críticamente en estos tres trabajos de la acción de los agentes e instituciones de la sociedad civil que cooperen en la definición de los caminos a seguir en la concreción de los objetivos comunes. Y en este camino merece una consideración especial la consecución de una transformación igualitaria de la realidad social y una formación y educación cívica cosmopolita. La primera, porque sin dicha transformación el cosmopolitismo que en esta obra se defiende sería irrealizable y, la segunda porque sin una formación que empodere y capacite es prácticamente imposible para algunos actores entrar en las relaciones de gobernanza sin estar en situación de inferioridad.

Finalmente, en la tercera parte, el artículo de John Keane nos ofrece una comprensión de la realidad actual democrática a través de una nueva categoría como es la monitorización que se lleva a cabo desde la sociedad civil a través de la nueva galaxia mediática. Desde aquí asistimos a un componente ético de escrutinio y demanda de rendición de cuentas que sin duda alguna es uno de los temas más acuciantes en las manifestaciones de gobernanza actuales. Poner al servicio de la construcción de una gobernanza cosmopolita los elementos de esta monitorización de la democracia es, sin duda alguna, uno de los retos con los que nos enfrentamos en la actualidad.

Con este estudio por tanto se ha querido avanzar en el conocimiento de la gobernanza más allá de las discusiones y las propuestas que se plantean especialmente desde los ámbitos de la economía, la ciencia política, la sociología, la teoría del diseño institucional, la teoría del desarrollo, la perspectiva feminista, la teoría de las relaciones internacionales, y la educación ciudadana. En definitiva, se ha pretendido abordar tales terrenos desde una perspectiva ética que sitúe la gobernanza al servicio de la transformación ética de las instituciones, de las organizaciones y de los ciudadanos. Buscando al mismo tiempo siempre un diálogo interdisciplinar.

El desarrollo de los trabajos de investigación aquí presentes así como los estudios y las conferencias previas donde se han podido discutir partes de estas propuestas han recibido el apoyo de financiación del Proyecto de Investigación «La responsabilidad social de las organizaciones enun marco global: claves ético-filosóficas de una gobernanza cosmopolita» (P1-1A2007-08) y del Proyecto de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, «Aportación de la neuroeconomía a la dimensión ética del diseñoinstitucional» (FFI2010-21639-C02-02), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y con Fondos FEDER de la Unión Europea, así como de la Generalitat Valenciana a través de las actividades del grupo de investigación de excelencia PROMETEO/2009/085.

Las páginas de este libro, pues, son el resultado de la cooperación de una investigación comprometida con el desarrollo de una gobernanza cosmopolita para el siglo XXI y que pretende aportar visiones con pretensión transformadora de la realidad actual institucional, organizacional y ciudadana. Y donde cuatro instituciones han mostrado que se puede y debe trabajar conjuntamente para que sea posible el avance en propuestas críticas y orientadoras: Universitat Jaume I, Universitat de València, Fundación ÉTNOR y University of Sydney.

Elsa González Esteban
Profesora titular de ética
Universitat Jaume I

«Humanidades: estudios interculturales», formación de grado con presente y futuro profesional. Un caso en la gestión de la responsabilidad social

Patrici Calvo, 05/10/ 2013
Pensando en el futuro, pero también a los nuevos retos del presente, el alumnado universitario ansía encontrar una carrera que le permita compaginar emoción y razón; es decir, unos estudios que le motiven y que, la mismo tiempo, vislumbren posibilidades en el competitivo mundo laboral. Son muchos quienes abandonan sus estudios hastiados por una carrera que, seleccionada bajo un criterio meramente económico, no les motiva. Del mismo modo, son numerosos quienes deciden la carrera con el corazón y, tras cuatro años de duro trabajo, se arrepienten de ello tras tomar conciencia de que las capacidades adquiridas tienen difícil acomodo en el mundo laboral actual.

El Grado en Humanidades: estudios interculturales está realizando esfuerzos importantes para continuar proporcionando unos estudios que motiven al alumnado, algo que queda claramente reflejado en las periódicas encuestas de satisfacción realizadas, y, al mismo tiempo, abran puertas en el mundo laboral actual.

En este sentido, la gestión de la responsabilidad social es un claro ejemplo de futuro profesional para el alumnado del Grado en Humanidades: estudios interculturales. Cada vez son más las instituciones, organizaciones y empresas de todo tipo que abrazan la responsabilidad social como forma de gestión, ya sea por convicción, por estrategia o por ambas cosas. Ello está produciendo la creación de Departamentos o equipos de trabajo internos para aplicarla e implementarla correctamente, así como la búsqueda de formadores y asesores externos de ayuda para llevar a cabo los proyectos y cumplir con los compromisos adquiridos con los diferentes grupos de interés: aplicación de la Norma ISO 26000, implementación de sistemas de gestión de la responsabilidad social como IQNet SR10, puesta en marcha de sistemas whistleblowing de alertas y denuncias de irregularidades, elaboración de informes, códigos éticos, códigos de conducta y comités de ética, etc.

El Grado en Humanidades: estudios interculturales de la Universidad Jaume I cuenta con varios puntos a favor para el desarrollo formativo del alumnado en este sentido. Primero, en sus planes de estudio existe formación específica en ética y responsabilidad social. Concretamente, en la asignatura Ética de las organizaciones. Segundo, cuenta con la participación de Domingo García-Marzá, Catedrático de Ética empresarial y director del grupo de investigación Filosofía política y Ética empresarial que desde la UJI está llevando a cabo diferentes programas de formación y proyectos de implementación de la ética y la responsabilidad social en organizaciones y empresas nacionales e internacionales. Tercero, oferta prácticas externas de carrera en responsabilidad social en organizaciones y empresas de Castellón y Valencia. Y cuarto, ofrece la posibilidad de ampliar estudios en este sentido a través del Máster Interuniversitario en Ética y Democracia (Mención de calidad del Ministerio), donde existe un itinerario formativo en ética empresarial y responsabilidad social.

La gestión de la ética y la responsabilidad social en las instituciones, organizaciones y empresas, por consiguiente, viene a unirse a las tradicionales salidas de los estudios humanistas (como todo aquello vinculado con el sector de la educación), proporcionando a su alumnado nuevas e interesantes salidas profesionales presentes y futuras. Es, pues, un claro ejemplo de cómo este tipo de estudios están dando respuesta a la demanda actual del mercado sin perder su sentido original, manteniendo de ese modo la motivación del alumnado.


Patrici Calvo es licenciado en Humanidades, máster en responsabilidad social y doctor en Filosofía. Actualmente ejerce como profesor de grado y postgrado del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I de Castellón.



La Responsabilidad Social como inversión segura para la recuperación

Cruz Roja reune  a  las plataformar  de RSC  de Castellón, Valencia  y Alicante  en un proyecto común para impulsar la responsablidad en el mundo empresarial

La responsabilidad social aguanta bien la crisis. A pesar de que algunos auguraban su desplome, la realidad parece ser bien distinta. El representante de la Mesa de RSE de Castellón ha explicado esta mañana en Valencia que cada vez son más las empresas que se suman a dicho foro. Cada mes, de hecho, esta mesa recibe solicitudes de nuevas firmas interesadas en participar.

Tanto la Mesa de Responsabilidad Social de Castellón como la de Igualdad de Alicante o el grupo RSC en Acción de Valencia, que aglutinan a empresas, entidades sociales, universidades e instituciones públicas, han participado hoy en la jornada “Trabajamos en Red por la Responsabilidad Social Empresarial”. El encuentro reunía por primera vez a los tres grupos y en ella se han esbozado distintos objetivos. La principal decisión ha sido la voluntad de intensificar la coordinación entre grupos en 2013. Durante la jornada también se lanzaron distintas ideas de trabajo, entre ellas la elaboración de un estudio comparativo entre las empresas que practican la RSE y aquellas que no, la creación de una web en la que se recojan las distintas ideas e iniciativas, el contacto  con otros grupos de RSE de España y promoción de esta responsabilidad entre los respectivos proveedores.

Esta iniciativa parte del Plan de Empleo de Cruz Roja para favorecer la contratación de colectivos vulnerables. El plan, puesto en marcha en 2000, ha supuesto solo entre enero y noviembre la contratación en empresas de más de 500 personas en la Comunidad Valenciana. Desde 2008, ya son 3.379 las personas que han encontrado un empleo por esta vía. El Plan de Empleo en la Comunidad Valenciana es posible gracias a la financiación del Fondo Social Europeo “Programa Plurirregional Lucha contra la Discriminación” y distintas entidades como Consum o la Fundación Bancaja.

Cruz Roja anima a las empresas a colaborar en este programa. La institución remarca que la RSE no solo beneficia a los futuros trabajadores, sino también a las empresas que los emplean. Cruz Roja gestiona ofertas enviadas por empresas, realiza una preselección de candidatos y un posterior seguimiento de las personas empleadas. También, a petición, asesora y diagnostica en materia de RSE a las empresas.

Salas Fumás: “los ahorradores no saben en qué se invierte su dinero ni tienen poder sobre ello”

Desde los consejeros delegados hasta los filántropos, pasando por gestores de inversión, banqueros, bancos de inversión, prestadores de hipotecas, operadores en mercados, aseguradoras, lobbys, reguladores, contables y auditores, educadores financieros de los bienes públicos, legisladores, incluso alguno más. Aunque la respuesta no parece sencilla, Vicente Salas Fumás, Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza, trató ayer de arrojar luz sobre esta cuestión en su intervención en el XXII Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de la Fundación ÉTNOR.

Lo que sí destacaron tanto el ponente como la encargada de su presentación, Isabel Giménez Zuriaga, Directora de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, es que la prosperidad de muchos países ha ido de la mano de la prosperidad de los mercados, por lo que es necesario “debatir con calma las ventajas y desventajas de los mismos, desde la perspectiva de que son creaciones humanas, y que por tanto tenemos cierto poder sobre ellos”.

Entre las ventajas el Catedrático destacó que permiten desacoplar renta y consumo, y también riqueza personal y emprendimiento. “Sin mercados financieros solo podrían ser empresarios los que tuvieran capital para ello. Por lo que los mercados contribuyen a la igualdad de oportunidades y el acceso al crédito”. Contribuyen también a un aumento de la competencia y a la innovación, permitiendo asumir los riesgos necesarios para ello.

La contraparte negativa, porque “los mercados no son perfectos”, es que contribuyen a la concentración de riqueza y poder y, por ende, a la desigualdad social. “Las retribuciones más altas están en personas que trabajan en el sector financiero”. Operan desde la opacidad y sin control social, “los ahorradores no saben en qué se invierte su dinero ni tienen poder sobre ello”; fomentan el “comportamiento de rebaño, porque las decisiones se toman con mucha rapidez”; contribuyen a la inestabilidad y volatilidad del crecimiento; y las ganancias muy rápidas fomentan también que los mejores talentos vayan a actividades especulativas, enfocadas al corto plazo, con lo que distraen recursos de la actividad real a favor de la especulación improductiva.

¿El futuro? Es incierto. Salas Fumás planteó más cuestiones que respuestas, como es obvio, pero la mayoría de datos y expertos apuntan en una dirección: “tenemos que concentrar la atención en la innovación. Nos jugamos el futuro de la economía en el capital riesgo y el emprendimiento”. Va a seguir siendo necesaria la financiación pública, pero hay que reconocer la importancia de la función social de los mercados financieros, contrarrestar las patologías y externalidades negativas a través de cambios regulatorios; clarificar mejor las relaciones entre la banca de inversión y la banca comercial; exigir a los bancos un mayor control y más Buen Gobierno; responder al problema creciente de la desigualdad; fomentar la educación financiera como forma de democratizar y humanizar las finanzas; estudiar los modelos alternativos, como la banca ética y, sobre todo, “encontrar esos nuevos instrumentos financieros que mejoren la asignación de riesgos y permitan el emprendimiento”.

En este sentido, Salas Fumás destacó el modelo de “emprendimiento cooperativo” o capitalismo de autogestión que se está desarrollando en los países anglosajones, donde gran parte de la financiación viene de modo cooperativo a través de stock options y otras formas de aportación de capital. “Deberíamos ir evolucionando hacía un mayor control del capital en los conocedores del capital humano, en las personas, a través de la empresa cooperativa. Y encontrar los instrumentos que ayuden a minimizar el riesgo de este modelo, que es la concentración del capital financiero y humano en las mismas personas porque  si se desbloqueara esto, el emprendimiento y la innovación tendrían un empujón importante. La clave es conseguir que el capitalismo evolucione hacia un control de los que aportan el capital humano”, concluyó el ponente.

 

 

Salas Fumás: “los ahorradores no saben en qué se invierte su dinero ni tienen poder sobre ello»

Desde los consejeros delegados hasta los filántropos, pasando por gestores de inversión, banqueros, bancos de inversión, prestadores de hipotecas, operadores en mercados, aseguradoras, lobbys, reguladores, contables y auditores, educadores financieros de los bienes públicos, legisladores, incluso alguno más. Aunque la respuesta no parece sencilla, Vicente Salas Fumás, Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza, trató ayer de arrojar luz sobre esta cuestión en su intervención en el XXII Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de la Fundación ÉTNOR.

Lo que sí destacaron tanto el ponente como la encargada de su presentación, Isabel Giménez Zuriaga, Directora de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros, es que la prosperidad de muchos países ha ido de la mano de la prosperidad de los mercados, por lo que es necesario “debatir con calma las ventajas y desventajas de los mismos, desde la perspectiva de que son creaciones humanas, y que por tanto tenemos cierto poder sobre ellos”.

Entre las ventajas el Catedrático destacó que permiten desacoplar renta y consumo, y también riqueza personal y emprendimiento. “Sin mercados financieros solo podrían ser empresarios los que tuvieran capital para ello. Por lo que los mercados contribuyen a la igualdad de oportunidades y el acceso al crédito”. Contribuyen también a un aumento de la competencia y a la innovación, permitiendo asumir los riesgos necesarios para ello.

La contraparte negativa, porque “los mercados no son perfectos”, es que contribuyen a la concentración de riqueza y poder y, por ende, a la desigualdad social. “Las retribuciones más altas están en personas que trabajan en el sector financiero”. Operan desde la opacidad y sin control social, “los ahorradores no saben en qué se invierte su dinero ni tienen poder sobre ello”; fomentan el “comportamiento de rebaño, porque las decisiones se toman con mucha rapidez”; contribuyen a la inestabilidad y volatilidad del crecimiento; y las ganancias muy rápidas fomentan también que los mejores talentos vayan a actividades especulativas, enfocadas al corto plazo, con lo que distraen recursos de la actividad real a favor de la especulación improductiva.

¿El futuro? Es incierto. Salas Fumás planteó más cuestiones que respuestas, como es obvio, pero la mayoría de datos y expertos apuntan en una dirección: “tenemos que concentrar la atención en la innovación. Nos jugamos el futuro de la economía en el capital riesgo y el emprendimiento”. Va a seguir siendo necesaria la financiación pública, pero hay que reconocer la importancia de la función social de los mercados financieros, contrarrestar las patologías y externalidades negativas a través de cambios regulatorios; clarificar mejor las relaciones entre la banca de inversión y la banca comercial; exigir a los bancos un mayor control y más Buen Gobierno; responder al problema creciente de la desigualdad; fomentar la educación financiera como forma de democratizar y humanizar las finanzas; estudiar los modelos alternativos, como la banca ética y, sobre todo, “encontrar esos nuevos instrumentos financieros que mejoren la asignación de riesgos y permitan el emprendimiento”.

En este sentido, Salas Fumás destacó el modelo de “emprendimiento cooperativo” o capitalismo de autogestión que se está desarrollando en los países anglosajones, donde gran parte de la financiación viene de modo cooperativo a través de stock options y otras formas de aportación de capital. “Deberíamos ir evolucionando hacía un mayor control del capital en los conocedores del capital humano, en las personas, a través de la empresa cooperativa. Y encontrar los instrumentos que ayuden a minimizar el riesgo de este modelo, que es la concentración del capital financiero y humano en las mismas personas porque  si se desbloqueara esto, el emprendimiento y la innovación tendrían un empujón importante. La clave es conseguir que el capitalismo evolucione hacia un control de los que aportan el capital humano”, concluyó el ponente.

¿Ética o crisis? La distribución de la responsabilidad

Durante la lección inaugural del curso académico 2012/2013 de la Universitat Jaume I, el Dr. Domingo García-Marzá señaló que esta crisis económica y social que estamos soportando «tiene mucha relación con una crisis moral, no el sentido de un vacio de valores, sino en el más básico de una desmoralización, de una falta de valor y fuerza para transformar la realidad”.

En este sentido, el catedrático de ética de la Universitat Jaume I puntualizó que desde la biología se entiende que un organismo se encuentra en estado de crisis «cuando tiene más problemas que posibilidades o recursos para resolverlos y, por tanto, corre el peligro de desaparecer”. Y eso es precisamente lo que está sucediendo «con nuestras democracias y con el sentido de muchas de las instituciones que hasta ahora sostenían nuestra forma de entender y de vivir la vida en común”.

“Ética o crisis”, un grafiti pintado sobre el puente de una autopista española a la altura de Almenara, nos ayuda a comprender todo este proceso. Nos muestra ese saber moral que se encuentra implícito en nuestra sociedad y que intuitivamente conocemos aun no siendo expertos de la reflexión ética. Significa ¿qué vas a hacer tú?, recordándonos que “la responsabilidad siempre es compartida, por más distribuida que esté”. De esta forma, García-Marzá acabó la lección inaugural del curso académico 2012/2013 recordando que desde la teoría ética ni hay ni se pretende dar una respuesta para salir de la crisis, pero sí ofrecer orientaciones para seguir el camino correcto para hallarla. Buscar soluciones sin tener en cuenta ese saber moral implicito puede agravar todavía más la situación actual y, por consiguiente, alargar la salida de la crisis.

Puedes descargar la lección inaugural del curso académico 2012/2013 impartida por el Dr. Domingo García-Marzá en: http://www.uji.es/bin/infoinst/actes/inaugura/1213/lic.pdf

¿Quiénes son los mercados? El nuevo marco de financiación de las empresas

La segunda sesión del XXII Seminario Permanente de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor, dedicado esta edición a Las oportunidades de la empresa en el nuevo contexto europeo, contará con la presencia Vicente Salas Fumás, Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza. Con la conferencia titulada Quiénes son los mercados? El nuevo marco de financiación de las empresas, el profesor Salas abordará la cuestión de la financiación de la empresa, un tema muy actual y un elemento clave para desarrollo actual de la empresa.

.