García Marzá apuesta por un alianza entre Ayuntamiento, sector económico y sociedad para afrontar el futuro de Castellón

“El futuro de Castellón está en nuestras manos” ha asegurado el catedrático de Ética de la UJI, Domingo García Marzá. En su opinión no son únicamente los políticos los responsables del ámbito público, sino que también debe participar la sociedad civil.

De aquí se desprende la idea fundamental que ha ido hilvanado a lo largo de la ponencia, y que es la necesidad de que exista una “nueva alianza entre el ayuntamiento, el sector económico y la sociedad civil”, porque, en su opinión, únicamente con esta unión se podrá pensar en el futuro de una manera correcta.

Para García Marzá la situación actual, el protagonismo de la sociedad civil y la situación de los pequeños comercios componen tres pilares insustituibles para poder forjar un futuro para Castellón y su provincia. Así pues, ha destacado que la actual crisis económica lleva consigo otras dos crisis de gran relevancia: la crisis política y la crisis social. La coyuntura política hace referencia a la pérdida de confianza de la ciudadanía hacia los políticos. Y en relación a la social, ésta parte de la desmoralización de las sociedades, en tanto en cuanto se refiere a la escasa o nula capacidad de reacción social.

El protagonismo de la sociedad civil, cumple una gran función, pues si la sociedad no participa en lo público, la casa a construir quedará incompleta y por tanto puede caer abajo. Para construir una casa, la casa del Castellón de 2020, se debe tener en cuenta 6 pasos, según García Marzá. El inicial y primordial es saber “qué tipo de casa queremos”, es decir, que sociedad se desea construir. El segundo, hace referencia a “dónde vamos a construir” se basa en una apuesta por lo local, potenciando las capacidades municipales. En cuanto al tercero, se debe tener en cuenta “qué cimientos se van a emplear”, o lo que es lo mismo, qué valores morales deben formar la base de la casa. García Marzá ha distinguido, cuatro valores morales principales como la inclusión, la participación, la reciprocidad y la responsabilidad.

En el cuarto paso se hallarían los pilares, que se ejemplifican en instituciones–ayuntamientos, universidades, hospitales, iglesias,…-, éstas deben configurarse de un modo en el que la sociedad tenga cabida y pueda participar. En el quinto lugar se encuentran las paredes, que le corresponde a la ética profesional. Y finalmente, el sexto, el tejado, le corresponde nada más y nada menos que a la educación, porque como bien argumenta García Marzá “no nacemos educados”, sino que desde pequeños se va configurando la segunda naturaleza, es decir, se adquiere un comportamiento en base a aquello que te enseñan.

Su intervención ha concluido expresando la falta de sinergias entre el ayuntamiento y las pequeñas empresas, puesto que si para configurar un futuro viable sobre Castellón y su provincia la solución es recurrir a lo local, se deberá potenciar el comercio local.

Fuente: uji

Entrevista a Domingo García-Marzá, codirector del Máster Oficial en Ética y Democracia

Domingo García-Marzá es Catedrático de Ética y Director del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I. Doctor en Filosofía por la Universidad de Valencia, ha ampliado estudios de Política en FRANCFORT (Alemania) y de Ética Económica en ST.GALLEN (Suiza). En la actualidad imparte clases de Ética y Deontología Profesional, Ética Empresarial y Teoría de la Democracia en la Universitat Jaume I y codirige, junto con Adela Cortina, el Máster Oficial en Ética y Democracia [Interuniversitario]. Precisamente, en el lanzamiento de una nueva edición del Máster para el curso 2011/2012 le hemos querido entrevistar como codirector del mismo para conocer un poco más sobre sus objetivos y posibilidades.

¿Cuál es el objetivo principal del Máster que usted dirige?
En primer lugar, el objetivo del máster es formar en ética, en sus conceptos básicos. Hoy en día, la palabra ética cada vez es más necesaria en cualquiera de los ámbitos en que nos movemos. Por lo tanto, es oportuno y necesario que una universidad se enfrente a temas como: qué quiere decir ética, las diferentes éticas… El máster lo que trata es de enseñar ese saber. El segundo objetivo, el más interesante e innovador, enseña cómo se puede aplicar este saber moral. Dentro de esta aplicación, el programa formativo se divide en dos ámbitos que están bien definidos: la sociedad civil y el estado, y la democracia contiene los dos.

¿A quién va dirigido el máster en Ética y Democracia?
El Máster se dirige tanto a recién licenciados como a aquellos profesionales que ya están especializados y ejerciendo y quieran saber qué quiere decir la palabra ética y cómo se puede utilizar en sus lugares de trabajo. Pero sobre todo, el máster va dirigido a las personas que quieren hacer un doctorado en ética o éticas aplicadas.

¿Qué rasgos cree usted que caracterizan o diferencian este Máster?
Lo primero a destacar es que estamos hablando de un Máster Oficial Interuniversitario realizado conjuntamente entre la Universitat de València, dirigido por Adela Cortina, y la Univesitat Jaume I, en este caso dirigido por mí. Los alumnos tienen la enorme ventaja de poder elegir dónde cursarlo. Otra característica importante del Máster es que surge de un programa de doctorado que tiene la mención de calidad del Ministerio desde 2004 y que hace poco ha vuelto a merecer este reconocimiento por parte de este organismo oficial. Por consiguiente, estamos hablando de un Máster abalado por una tradición y un prestigio importante. Y finalmente, cabría decir que otra característica importante si algún alumno desea seguir un itinerario, el propio tutor le ayudará a diseñarlo dentro de las posibilidades que ofrece el Máster: Teoría Ética, Filosofía Política; Educación Ético-cívica; Ética y Responsabilidad Social Empresarial; y Ética de la Ciencia y de la Tecnología.

Hoy en día la crisis está en la cabeza de todos, y en la de los estudiantes todavía más. ¿Estamos frente a un Máster atractivo, económicamente hablando, para el estudiante?
En mi opinión sí. De hecho el precio que hemos puesto para este Máster es el mínimo que nos permite el Ministerio de Educación, alrededor de 14 euros por crédito, por lo que resulta un Máster muy accesible para el estudiantado.

Aun así, ¿cabe la posibilidad de pedir algún tipo de beca o ayuda para realizar el Máster?
Por supuesto que sí, muchas. Respecto a las becas, existen oficiales del Ministerio, de la Univeristat Jaume I, de Fundaciones, y de entidades financieras importantes. E incluso este año algunas relacionadas directamente con la realización de nuestro Máster. En primer lugar están las oficiales que da anualmente el Ministerio de Educación [ver]. También están las de Conselleria para realizar estudios de postgrado [ver], las becas del Banco Santander para realizar un Máster Universitario Oficial [ver], las becas de la Fundación Balaguer-Gonel Hermanos para realizar cursos de postgrado en la UJI [ver], las becas de la UJI para estudiantes Latinoamericanos que deseen cursar un Máster Oficial [ver] o doctorado [ver], etc. Pero además, este año la Fundación Étnor de Castellón ha lanzado la I Convocatoria de Ayudas para realizar específicamente el Máster Oficial en Ética y Democracia [ver]. Son cuatro ayudas que cubren toda la matrícula del Máster. Lo cual es una gran noticia para todos.

Hablemos claro, con la que está cayendo al estudiante de hoy le preocupa sobre todo su futuro ¿Cuáles son las principales salidas del máster?

Las salidas que ofrece el máster son dos: la primera de ellas enfocada más bien a la docencia y la segunda se relaciona más con el terreno profesional. La salida profesional que tiene es como una especialización, son muchas las profesiones que necesitan un saber ético: médicos, empresarios, comunicadores…

Otra cosa que preocupa al estudiante es la accesibilidad. La demanda de posgrados on-line está creciendo mucho en los últimos tiempos ¿Es posible realizar el Máster @ distancia?
En primer lugar quisiera destacar que este es un Máster presencial, no @distancia. Sin embargo, cada vez más las nuevas tecnologías nos permiten afrontar estas situaciones y encontrar formulas plausibles para salvar el escollo de la distancia o los inconvenientes de la incompatibilidad horaria. Esto es importante para un Máster como el nuestro, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte del alumnado viene de Latinoamérica, incluso este año ya tenemos algún matriculado de EE.UU, o tienen un trabajo que no les permite asistir a las clases. Las personas que estén interesadas en este tema, lo mejor que pueden hacer es contactar con nosotros a través de la dirección de correo eticaydemocracia@uji.es. De esta manera podremos estudiar su caso concreto y ver si podemos encontrar alguna solución.

Estamos ya en pleno verano ¿todavía hay tiempo para matricularse en este Máster?
Sí, la matrícula para el máster está todavía abierta. En la página web de la UJI pueden encontrar toda la información sobre éste y los demás Máster oficiales que oferta [ver], por lo que si alguien está interesado en el Máster, todavía puede realizar la matrícula.

Muchas gracias prof. García-Marzá por atendernos.

Ha sido un placer.

RSE 2.0 – Movilización ciudadana en facebook contra la incineradora de residuos tóxicos de L´Alcora

L´Alcora y los pueblos colindantes se encuentran en estado de shock. El permiso que la Conselleria de Medi Ambient de la Generalitat ha concedido a la empresa local Reyval Ambient para colocar una planta incineradora de residuos tóxicos a escasos kilómetros de la población ha generado el desconcierto y la indignación de unos vecinos que no acaban de entender cómo el gobierno autonómico valenciano, el que supuestamente debe velar por el interés general de la comunidad, permite tamaña situación.
No es de extrañar todo el alboroto montado alrededor de la incineradora, máxime cuando, como ha informado hoy el Periódico Levante [ver], la Policía Autonómica ha hallado 1.960 depósitos con residuos altamente contaminantes en un almacén sin homologar de la empresa Reyval y semanas antes de tener permiso para poder manipularlos.
Es tal el desconcierto vecinal generado por el miedo a los efectos derivados de la puesta en marcha de la incineradora que, por una vez, e independientemente del color ideológico que viste cada uno, políticos y ciudadanos están yendo de la mano en la toma de medidas para paliar la situación creada. Este hecho ha generado una participación ciudadana sin precedentes. En la última semana se ha podido observar cómo la iniciativa del consistorio y de los vecinos se ha transformado en mesas petitorias de firmas en calles y mercados, pancartas en edificios oficiales y en balcones privados, plenos municipales abarrotados de gente, convocatoria de manifestaciones, posteados en blogs, notas de prensa en periódicos de ámbito local, provincial y regional, etc.

Pero lo más curioso de todo, y que no deja lugar a duda del poder actual de la 2.0 como mecanismo de presión y monitorización de la responsabilidad social de las empresas, es el éxito que está teniendo twitter y facebook en todo lo referente a la movilización vecinal. Prueba de ello ha sido la iniciativa llevada a cabo por una vecina de la localidad solicitando el compromiso de los/as ciudadanos/as en la manifestación que tendrá lugar el próximo viernes 29 en la plaza del ayuntamiento de L´Alcora. En tan sólo 1 día ha conseguido que más 500 personas de toda España se movilicen y/o aporten apoyo a la manifestación [ver].

Sin embargo, hay una mancha negra en todo esto. El único colectivo que de momento no se ha posicionado en ningún sentido, a pesar de ser agente y paciente de este hecho, es el tejido empresarial castellonense. Ya sea por estrategia, para mejorar su imagen entre la sociedad, autointerés, dado que también les afecta como vecinos de la incineradora, o por responsabilidad, de ello depende su credibilidad y legitimidad social, deberían salir del anonimato y actuar consecuentemente. No hacerlo está generando una desconfianza importante entre los ciudadanos que puede pasarles factura a corto plazo, puesto que el silencio suele asociarse por la ciudadanía como asentimiento positivo a la actuación de la empresa Reyval Ambient. Sin duda, las empresas de la provincia, como clientes o potenciales clientes de Reyval, tienen una enorme responsabilidad en todo este asunto. Y además, su presión puede ser clave para hacer cambiar de opinión a la Conselleria y a la propia empresa de tratamiento de residuos.

De momento los que sí se han posicionado claramente son el pueblo y sus políticos, con la alcaldesa a la cabeza, convocando y apoyando una manifestación en contra de la colocación de la incineradora de residuos tóxicos a escasos cinco kilómetros del núcleo urbano el viernes 29 a las 19:00 horas. La convocatoria no sólo va dirigida a los/as ciudadanos/as de L´Alcora, sino para todos los/as ciudadanos/as de los pueblos afectados de la provincia de Castellón, incluyendo su capital. De su éxito va a depender mucho el futuro del pueblo de L´Alcora y de otros muchos cercanos a la incineradora.

De la ética a la política

Domingo García-Marzá,

Que la situación política actual, que nuestra democracia no goza de buena salud, no es noticia ninguna. Posiblemente la novedad, por no decir lo verdaderamente preocupante, es que se va extendiendo la idea en la opinión pública de que aquello que tenemos, el desinterés ciudadano, la corrupción o el clientelismo político, es lo único que podemos tener. Como si no hubiera alternativas, como si fuera “natural” nuestra situación política, al igual que lo son los terremotos o las inundaciones. Parece que tengamos que resignarnos y “aguantar” una política, ya sea autonómica, estatal o europea, que nadie desea pero que, mira por donde, acaba obteniendo los votos suficientes para seguir igual. Este derrotismo es un error cuyas consecuencias van minando paulatinamente el sentido que subyace a todo sistema democrático: que sean los mismos los que deciden las leyes que aquellos que van a sufrir sus consecuencias.

Pero esta mala situación no es nada natural ni necesaria. Nos hemos acostumbrado a que nuestros políticos asuman toda la responsabilidad de la vida pública y así nos ha ido. Parafraseando una sentencia bien conocida, la política es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos. La ética nos enseña que el principio de autonomía, que la libertad y el respeto recíproco, son las reglas básicas de la convivencia. Desde esta situación de sabernos todos iguales, intentamos construir una voluntad conjunta, una vida en común. El problema de la política es convertir lo deseable, lo que debería ser, en lo posible, lo que puede ser y acaba siendo nuestra realidad. Parece que hemos olvidado que esta tarea no corresponde sólo a nuestros representantes, que nuestra responsabilidad política no empieza y acaba en la acción de depositar un voto cada cuatro años. Nuestros políticos, democráticamente elegidos, deben tomar las decisiones, pero no tienen en exclusiva, ni han tenido ni van a tener, la verdad o la justicia. Son conceptos que dan sentido a la vida política y que todos y cada uno tenemos la obligación de definir y defender desde cada una de las esferas de nuestra vida social.

Ser ciudadano significa ser co-responsable de lo público, de las leyes y políticas que estructuran nuestra vida en común y esto es algo más que ser portador de derechos. También implica ser portador de obligaciones, de responsabilidades. Desde nuestros hospitales, como profesionales sanitarios, desde nuestras empresas, como trabajadores y empresarios, desde nuestras aulas como educadores, desde nuestra posición familiar, etc., también somos responsables de la definición y gestión de las políticas públicas. Siempre por supuesto desde el principio básico de que la responsabilidad es proporcional al poder. Esto significa que también somos culpables de la situación actual de la sanidad, de la educación, de la justicia, de la responsabilidad social y ecológica de las empresas, etc.

Apostar por una revitalización de la ética en la política, no solo implica que seamos capaces de elegir unos representantes políticos con altura moral, que no sean unos simples sinvergüenzas. Apostar por una democracia sana implica apostar por un mayor esfuerzo de participación ciudadana desde las distintas esferas de la sociedad civil en las que, de una u otra forma, tenemos poder. Ante la pregunta de qué hacer aparecen miles de propuestas para recuperar el protagonismo de los ciudadanos, desde la opinión y la crítica en los medios de comunicación, desde nuestros lugares de trabajo, desde nuestros puntos de reunión y diversión, desde la universidad, etc. Los políticos deben tomar decisiones, pero iremos de mal en peor si abandonamos en sus manos el deliberar qué queremos ser como colectividad y cómo queremos lograrlo. Es hora de darnos cuenta de todo lo que estamos perdiendo por nuestro desinterés por lo público.

Clausura del curso Neurociencias: ¿Una nueva filosofía?

El curso de verano Neurociencias: ¿Una nueva filosofía? se cerró en la tarde de ayer tras tres días de intensos y enriquecedores debates alrededor de las posibilidades y preocupaciones que despierta este nuevo y estimulante saber.

Por el curso han pasado ponentes de la talla de Adela Cortina, Ignacio Morgado, Domingo García Marzá, César Ávila, Jesús Conill, Francisco Fernandez, Pedro Bermejo, Andreu Casero, César Ávila, Elsa González, Castor Bartolomé o Fernando Martínez, quienes han aportado su punto de vista sobre cuestiones relacionadas entre otras cosas con el futuro de la neuroética, las implicaciones de la neuroeconomía en el enriquecimiento de la teoría económica contemporánea o los problemas en política derivados del concepto de «neuropoder».

Han sido 3 días, 11 ponentes y 50 alumnos venidos desde ámbitos tradicionalmente tan dispares como la medicina, la comunicación, la filosofía, la economía o la psicología las cifras que ha dejado este curso de verano UJI sobre neurociencias celebrado en el hotel El Palasiet de Benicàsim.

César Carlos Ávila: «Las técnicas de neuroimagen nos permiten investigar cosas antes impensables del cerebro»

Las técnicas de neuroimagen iniciadas a mediados de los años 90 han supuesto una revolución fundamental en la investigación del cerebro ya que permiten ver cómo reacciona ante diversos estímulos, «pero también se ha de ir con mucho cuidado y tener en cuenta su fiabilidad, especialmente que la muestra de personas estudiadas sea suficiente». Así lo ha destacado el catedrático de Psicología Básica de la Universitat Jaume I César Carlos Ávila Rivera durante la segunda jornada del curso de verano de la UJI «Neurociencias: ¿Una nueva filosofía?».

El profesor ha explicado que las primeras investigaciones realizadas con técnicas de neuroimagen «desde mi punto de vista hicieron mucho daño porque se realizaron estudios con solo cinco o ocho pacientes que luego se han tenido que retirar». Por eso, señala que «se debe incrementar bastante el número de las muestras y saber qué se está haciendo». Ávila ha explicado a los asistentes las diferentes técnicas empleadas para el estudio del cerebro, especialmente la utilizada por los investigadores de la UJI basada en el análisis a través de resonancia magnética de los aportes de sangre a las diferentes zonas del cerebro en función de los estímulos que recibe.

Previamente, el catedrático de la UJI ha ofrecido una visión general sobre el funcionamiento del cerebro, en la que ha resaltado que sólo una pequeña parte del cerebro está relacionada con el procesamiento moral. Se trata de la vía ventral en la que «están las zonas relacionadas con el procesamiento individual» que funciona en diferentes pasos como son percibir, dar nombre a lo que acontece y dotarlo de un contenido emocional.

Entre los principales avances en el conocimiento del cerebro, César Carlos Ávila ha destacado el conocimiento de que «la zona medial del cerebro es la representación de nosotros mismos, la zona que se relaciona con el yo, desde un nivel cognitivo a un nivel social». Por lo que respecta a las técnicas de estudio del cerebro, ha indicado que «se ha visto que la forma mejor de estudiarlo es cuando no hace nada, está dando mucha más información porque la conectividad, la forma de estar organizado el cerebro es fiable si se estudia cuando está en reposo».

Ver fotografías: http://www.uji.es/noticies/foto/num&id_a=25652340

Fuente: uji

Jesús Conill cree que la neuroeconomía puede suponer una revolución para la teoría económica tradicional

Durante la segunda sesión del curso Neurociencias: ¿Una nueva filosofía? que se ha llevando a cabo durante los días 20, 21 y 22 de julio de 2011 en el Hotel El Palasiet de Benicàssim, el Catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia Jesús Conill habló sobre dos de los posibles caminos que abren las neurociencias para la economía. Por un lado el posible enriquecimiento de la teoría económica contemporánea, y por otro la posibilidad de llegar incluso a revolucionarla.

Conill señaló durante su exposición que la economía surge en el mundo clásico unida a emociones, sentimientos y valores. Sin embargo, poco a poco la economía moderna y contemporánea fue dando la espalda a estas variables. Por ello, cabe preguntarse qué ha pasado en el camino y qué puede aportar la neuroeconomía para retomar la senda marcada por los clásicos y revitalizar la economía.

El catedrático de Filosofía Moral y Política comentó que fue precisamente durante el transcurso del siglo XIX cuando la economía comenzó a empobrecerse. Ciertas variables que hasta ese momento eran imprescindibles para analizar el quehacer económico empezaron a ser consideradas por la ciencia económica como “necesariamente prescindibles» para el análisis del acontecer propiamente económico. Su objetivo principal era cientifizar la economía, y eso requería desprenderse de todo aquello que no pudiera ser matematizado, calculado; de todo aquello no «real». De esta forma, lo que había sido tradicionalmente una ciencia social e histórica se convirtió en un saber positivo y mecanicista empecinado en conocer las “leyes naturales” que rigen el hecho económico.

También el conductivismo ayudó a construir ese camino tomado por la economía moderna. Esta corriente de pensamiento defendió la imposibilidad entrar en esa caja oscura del ser humano. El cerebro es inescrutable, así que sólo a través del estudio de sus preferencias, estudio abordado mediante el análisis del comportamiento consumista, es posible analizar y comparar el comportamiento de los distintos agentes económicos.

Sin embargo, la irrupción de la neuroeconomía ha roto con esta comprensión de la realidad económica defendida por la teoría económica moderna y contemporánea. La neuroeconomía permite, en primer lugar, introducirse en el interior de los agentes económicos y, en segundo lugar, comparar las preferencias internas de los sujetos sin tener que recurrir ni única ni necesariamente a sus hábitos de consumo. Ahora es posible conocer, medir, calcular, el grado de implicación que tienen ciertas variables como las emociones, los sentimientos o los valores en la toma de decisión del agente económico económico y compararlas con el resto de agentes que interactúan.

Para Conill todo esto nos deja una puerta abierta para enriquecer o para incluso revolucionar la teoría económica contemporánea. En primer lugar porque define nuevos campos de saber y, ensegundo lugar, porque borra esos límites inescrutables establecidos por la teoría económia tradicional. Entre otras cosas porque, por ejemplo, mientras la teoría económica contemporánea ha entendido tradicionalmente que sólo la racionalidad eficiente es clave en la toma de decisiones, la neurociencia nos muestra un mundo totalmente diferente donde lo prioritario no es el campo deliberativo, sino el sistema afectivo del agente y los sentimientos y emociones que en él se producen.

Conill concluyó diciendo que en su opinión separar motivación y cognición es un error que tiene graves consecuencias para la economía, dado que acaba con la capacidad operativa de la toma de decisiones. La clave está, pues, en recuperar el sentido de economía de los clásicos, desde Aristóteles a Adam Smith, puesto que en su pensamiento el desarrollo de las sociedades y de los seres humanos va ligado estrechamente con el desarrollo de sus economías, y éstas nunca anduvieron alejadas de los sentimientos, las emociones y los valores que mueven y guía las conductas.

Para Ignacio Morgado la clave en la toma de decisiones se encuentra en el óptimo equilibrio entre emoción y razón

El profesor Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencia y la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, señaló ayer durante el transcurso de la primera sesión del curso de verano Neurociencias: ¿Una nueva filosofía? que se desarrolla durante los días 20, 21 y 22 de julio de 2011 en el Hotel El Palasiet de Benicàssim que las neurociencias “no van a llevarse por delante a la filosofía, como tampoco la física acabó en su día con la química”. El estudio interdisciplinar es la clave de este nuevo saber que pretende ofrecer un mayor conocimiento sobre el ser humano.

El profesor defendió durante su conferencia desterrar el mito de la dicotomía entre razón y emoción y apostar sobre todo por una alianza y armonía entre ambas que es clave en toda toma de decisiones, tanto en nuestra vida cotidiana como profesional.

Durante el trascurso de su ponencia, Morgado explicó que la evolución de nuestro cerebro ha pasado por diferentes etapas. En el nivel más básico se encuentra un tipo de cerebro hecho expresamente para almacenar los instintos necesarios que permitan al ser vivo adaptarse al medio sobre el cual se mueve. En una segunda etapa este cerebro evolucionó hasta convertirse en una máquina mucho más sofisticada, concebido para poder albergar emociones. Finalmente, en su última etapa conocida, este cerebro dio un salto cualitativo e introdujo la razón, una etapa que ha alcanzado únicamente a los seres homínidos.

Morgado destacó que a pesar de ser tres etapas diferentes y diferenciadas, ninguna de ellas se ha quedado en el camino. Todavía hoy los seres humanos conservan junto a la razón los instintos y las emociones. Por ello, deberíamos preguntarnos qué pasaría si desconectásemos alguna de estas partes. ¿Quién tomaría el mando a la hora de tomar una decisión? A pesar de lo que muchos creen, diferentes casos han mostrado una supremacía de las emociones frente a la razón. Cuando la necesidad aprieta, la razón desaparece. Sólo intervienen los instintos primarios y las emociones

Sin embargo, para el profesor Morgado la clave de la toma de decisiones se encuentra en el óptimo equilibrio entre emoción y razón. Cuando la emoción va por un lado y la razón por otro, el individuo se estresa y toma decisiones que, muy probablemente, serán equivocadas. Cuando razón y emoción van de la mano, se entienden, la adaptación es más ventajosa para el individuo.

De este modo, como señaló el Morgado en nuestro cerebro humano interactúan las tres etapas: la instintiva, la emotiva y la racional. La adaptación al medio y el mejoramiento de la especie no es trabajo únicamente de la más evolucionada, la razón, sino de encontrar el equilibrio óptimo y la armonía precisa entre los instintos, las emociones y las razones.

Adela Cortina defiende la necesidad de abordar las neurociencias desde un punto de vista crítico

“La neuroética tiene que tratar de aclarar qué es lo moral” ha afirmado Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València, en la primera de las conferencias del curso de verano “Neurociencias, ¿una nueva filosofía?” que se desarrolla durante los días 20, 21 y 22 de julio de 2011 en el Hotel El Palasiet de Benicàssim.

Según la profesora Cortina, esta nueva disciplina nacida en el año 2002 en el seno de un congreso organizado por la Fundación DANA en San Francisco, “debería estudiar las bases cerebrales de la conducta moral y tratar de desentrañar los fundamentos filosóficos de la obligación moral”, para descifrar los fundamentos de la conducta humana.

La investigadora aborda esta nueva disciplina desde una posición socrática, un punto de vista crítico que le sirva para discernir hasta dónde ese nuevo saber (las neurociencias) puede ayudar al ser humano a conocerse mejor y ofrecer beneficios a la humanidad, pero sin olvidarse de plantear los límites de ese conocimiento.

Cortina ha insistido en la necesidad de abordar este nuevo saber desde una perspectiva interdisciplinar, procurando que ninguna de ellas predomine sobre el resto, donde se den cita especialistas en neurología, economía, ética, derecho o periodismo, entre otros. La neuroética debería de crear un diálogo entre los distintos ámbitos- según la directora de la Fundación ETNOR-para intentar encontrar orientaciones morales.

En opinión de la investigadora, la neuroética tiene que abordar distintas tareas en el futuro como la naturaleza de la moralidad; la posibilidad de una ética universal basada en el cerebro que llevaría ligado un modo de organización política; el estudio de la naturaleza humana; las relaciones entre mente-cuerpo y razón-emociones; la mejora del ser humano y el problema de la identidad del yo.

La catedrática de Ética ha finalizado su intervención asegurando que está justificado que se trabaje muy seriamente en estos temas porque “muchos de nosotros creemos que esto es muy importante para los seres humanos y para la mejora de los seres humanos”.

Imágenes del curso [ver]

Fuente uji