Lourdes Frasquet, Universidad Jaume I
A lo largo de la historia de la humanidad, las élites en el poder han utilizado las lenguas como herramientas para dominar otros pueblos. Este mecanismo de imposición se hace aún más evidente en las sociedades multiculturales que resultan de un pasado colonial y en las que existe una jerarquía de poder entre las culturas que las integran. En este contexto, el Estado francés se yergue como paradigma de la construcción de un Estado-nación fuerte, en el que la culminación del centralismo político implica degradar y eliminar de la esfera pública toda manifestación cultural que sea diferente a la francesa. Uno de los medios más efectivos que se ha utilizado para alcanzar este objetivo es el sistema de educación público, gratuito y obligatorio, puesto que las clases sólo se imparten en francés. Esta comunicación surge de la motivación por determinar en qué medida el sistema educativo público ha influido en la situación sociolingüística de Reunión, una isla que fue una antigua colonia francesa y que, en la actualidad, es un departamento de ultramar y una región del país galo. Con este objetivo, se realiza un análisis cualitativo de la legislación en materia de política lingüística en el ámbito de la educación entre 1.951 y 2.013, tomando como punto de referencia la LOOM (Loi d’Orientation pour l’Outre Mer) del año 2.000, por tratarse de la primera ley que reconoce el criollo como lengua regional.